Durante la década de los años sesenta del siglo pasado el Partido Comunista de España sufrió la escisión de los militantes descontentos con el rumbo emprendido por el comunismo ortodoxo hispano que postulaba una política de reconciliación nacional, pero también como reflejo de la crisis que estaba desgajando al movimiento comunista internacional después de la muerte de Iosif Stalin. El primero de los grupos políticos que rompieron con el PCE fue el que en 1964 dio origen al Partido Comunista de España (marxista-leninista). Reproducimos este discurso que fue pronunciado por el responsable de la delegación de Comité Central del P.C.E. (m-l) ante el VI Congreso del Partido del Trabajo de Albania, a comienzos del mes de noviembre de 1971. En él se muestran las profundas diferencias entre los comunistas españoles, se da una perspectiva internacional a estas divergencias y se anuncia la creación del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota que apostó por la lucha armada.
Queridos camaradas delegados al VI Congreso del P.T.A.
Querido Camarada Enver Hoxha,
Queridos camaradas de los partidos marxistas-leninistas y fuerzas revolucionarias aquí presentes:
En nombre del C.C. del P.C. de España (marxista-leninista) quiero traeros el más caluroso y fraternal saludo de nuestro Partido, de todos los militantes m-l que en las duras condiciones de la clandestinidad impuesta por la criminal dictadura franquista mantienen en alto las invencibles banderas del m-l y luchan valientemente por la liberación de España del yugo de la oligarquía fascista de banqueros y terratenientes que han vendido la Patria al imperialismo norteamericano, como hace más de treinta años la vendieron a la Alemania nazi y a la Italia fascista.
Nuestro corazón se llena de alegría al poder asistir hoya este magnífico Congreso del P.T.A. en condiciones tan distintas para el pueblo albanés de las existentes hace treinta años en vuestro país, cuando se creó el P.C. de Albania. Ni sus más feroces enemigos pueden negar que Albania, no sólo ha conquistado su independencia y su unidad nacionales, sino que además se ha producido en ella un verdadero renacimiento en el que todos los valores y recursos y todas las energías populares están desarrollándose de manera insospechada en el pasado.
Junto al desarrollo socialista de la industria, la agricultura, la electrificación de todo el país, el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, etc. todo el pueblo albanés, bajo la acertada dirección del P.T.A. encabezado por su querido dirigente el camarada Enver Hoxha; está asumiendo una nueva cultura socialista, nuevas formas de vida y costumbres revolucionarias que le permiten abandonar el oscurantismo y conservadurismo del pasado y llegar a ser verdaderamente dueños de sí mismos.
Esta extraordinaria transformación de Albania ha sido posible gracias a que el pueblo albanés ha conquistado con su sangre y su sudor su libertad e independencia nacionales y ha aplastado para siempre a sus explotadores. Y este triunfo constituye una verdadera lección de historia de cómo un país y un pueblo pobre y atrasado puede ponerse en pie y conquistar su libertad si cuenta con un Partido revolucionario para guiarles por el camino de la lucha patriótica y de la revolución proletaria.
Queremos felicitar de todo corazón a vuestro Partido, a todos sus dirigentes, al querido camarada Enver Hoxha, por su acertada trayectoria revolucionaria, tanto en lo tocante a la construcción del socialismo en Albania como a su actitud de cara a los problemas del movimiento comunista internacional.
En el terreno interior, junto a la constante elevación de las condiciones de vida de las masas trabajadoras, y en especial de las más desfavorecidas, y a todas las medidas tendentes a ir suprimiendo las diferencias entre la ciudad y el campo, entre el llano y las zonas montañosas, entre los trabajadores intelectuales y los manuales, a la participación en el trabajo productivo de los cuadros, etc., nos parece de la mayor importancia el vasto movimiento de revolucionarización lanzado por vuestro Comité Central.
Es esta una cuestión de decisiva importancia histórica, no sólo para el pueblo albanés sino también para los pueblos del mundo entero.
Vivimos en una época en la que (tras la vil traición de la camarilla dirigente del P.C.U.S., la de los dirigentes de los antiguos partidos comunistas de gran número de países, y la marcha atrás de la URSS), el imperialismo y todos los reaccionarios se esfuerzan por hacer creer a las masas oprimidas que el socialismo es una mera quimera y que en tanto que realidad ha fracasado.
Los imperialistas se esfuerzan por demostrar cómo inevitablemente las masas de un país socialista, al elevar su nivel de vida y mejorar su existencia material, degeneran y se aburguesan; y que a lo único que aspiran los pueblos, incluso los comunistas, es simplemente a vivir mejor. Señalan como ejemplo lo ocurrido en la Unión Soviética y en los demás países del Este de Europa bajo la férula revisionista. Es ésta, evidentemente, una estratagema más de la burguesía reaccionaria, encabezada por el imperialismo yanqui, para desviar a las masas del camino da la revolución y para sembrar el desánimo y la conformidad.
Pero, para nosotros marxistas-leninistas, esos ejemplos negativos de cómo no se construye el socialismo, nos demuestran que la fortaleza del socialismo la ha conquistado el enemigo, no desde fuera, sino desde dentro, y que es precisamente dentro del mismo sistema socialista donde hay que levantar las murallas ideológicas y movilizar las defensas, que no son otras que las mismas masas revolucionarias.
El luminoso ejemplo de la heroica Albania
El luminoso ejemplo, tanto de Albania como de China, nos muestra cómo es posible levantar esas invencibles defensas, si al mismo tiempo que se desarrollan las fuerzas productivas y se eleva el nivel de vida del pueblo, se lleva a cabo una lucha constante e implacable contra las viejas ideas, el individualismo pequeño burgués, el burocratismo paralizante, el engreimiento y la comodidad, y se coloca en primer plano los intereses de las masas trabajadoras. Para ello es preciso, como se está haciendo en vuestro país, y también en China, ir forjando al hombre nuevo con el espíritu comunista, en el proceso de la lucha de clases que debe continuarse durante todo un prolongado periodo histórico.
El camarada Enver Hoxha ha dicho con gran acierto: “El objetivo del Partido es el de forjar y templar en el proceso de la construcción del socialismo, al nuevo hombre comunista, con la sana concepción política y económica marxista-leninista del mundo, con la ética y el gusto marxista-leninista, con espíritu revolucionario, combativo, audaz, creador y realizador marxista-leninista. En esta lucha revolucionaria de formación y transformación, en esta batalla de educación y reeducación, en ese choque de contrarios, de lucha de clases, de combata de lo nuevo contra lo viejo, el nuevo hombre, desde que nace hasta que muere, allí donde trabaja, crea y piensa, en todo lugar y momento, debe encontrar concretizada la línea del Partido y su filosofía, comprender la política, la teoría y la aplicación de esta línea, sacar conclusiones filosóficas y prácticas de estas realizaciones, armarse y avanzar con fuerzas multiplicadas y ser siempre consciente que todo esto lo realizó él, lo realizaron las masas del pueblo, orientadas por su Partido y su filosofía materialista”.
Sobre esta decisiva cuestión de la continuación ininterrumpida de la revolución socialista después de la toma del poder, consideramos que el P.T.A. ha hecho ya valiosísimas contribuciones de importancia inestimable para el movimiento comunista internacional, tanto por el ejemplo vivo que constituye la nueva sociedad albanesa, como por los textos y la sintetización de toda una serie de experiencias al respecto que han sido presentadas en nombre del P.T.A. por el camarada Enver Hoxha y por otros dirigentes del Partido.
Queremos señalar en particular los importantes textos del camarada Enver Hoxha sobre una mayor revolucionarización del Partido y de toda la vida del país. Entre otras cuestiones de importancia vital para la construcción del socialismo, se plantea la del control obrero y el papel dirigente de la clase obrera en el sistema de dictadura del proletariado. Consideramos que esos planteamientos del camarada Enver Hoxha constituyen una valiosa y nueva contribución al marxismo-leninismo, en lo que a la construcción del socialismo se refiere, pues expone en términos concretos, y en el marco de la práctica, la decisiva cuestión de la verdadera democracia proletaria de clase.
En el discurso pronunciado ante la Conferencia del Partido en Tirana, en 1968, el camarada Enver Hoxha decía con gran clarividencia revolucionaria:
“El control obrero es el medio más seguro mediante el cual la clase obrera mantiene en sus manos la dictadura del proletariado y garantiza la aplicación de la línea y el pro grama de su Partido. El P.T.A., como vanguardia organizada de la clase, es y seguirá siendo el organizador e inspirador del control obrero. No debe permitir que este control se haga de cualquier modo, desordenadamente y en forma anárquica, sino que debe educar a la clase en forma especial para que organice debidamente el control, salvaguardando como lo más sagrado las normas, las leyes, los reglamentos establecidos por el Partido y la dictadura del proletariado”.
Como vemos, en estos planteamientos el camarada Enver Hoxha precisa, con todo acierto, dos cuestiones primordiales que son, de un lado la necesidad del control obrero para evitar la burocratización del aparato del Partido y del Estado, y de otro la necesidad de que ese control se haga sobre la base de las normas del Partido y de la dictadura del proletariado.
Queremos también señalar que, a nuestro entender, otra de las grandes aportaciones del camarada E. Hoxha y de otros dirigentes del P.T.A. son sus audaces y lúcidos planteamientos acerca del problema de la mujer.
Concretamente en el importante discurso sobre algunos aspectos del problema de la mujer albanesa, el camarada Enver expone con toda precisión, no solo las raíces históricas e ideológicas universales de este problema, sino que aplicando de manera creadora esas leyes generales a la situación concreta de Albania, y a la luz de los usos y costumbres concretos legados por la antigua sociedad albanesa, el camarada Enver ha efectuado un minucioso análisis crítico, con toda audacia y valentía, de las manifestaciones concretas del problema de la mujer en la Albania socialista, y plantea como tarea urgente de la construcción del socialismo, la eliminación de las costumbres y prácticas contrarias al principio de la total igualdad de la mujer y del hombre en todos los terrenos.
Las siguientes palabras del camarada Enver Hoxha pueden colocarlas en sus banderas todos los hombres y mujeres del mundo entero que luchan contra todas las injusticias del sistema capitalista, entre las cuales, y no la menor, es la referente a la situación de la mujer. Dice el camarada Enver Hoxha:
“Nuestro Partido ha considerado, y considera, la gran lucha por la emancipación de la mujer como parte integral de la revolución y de la construcción del socialismo, como una condición sin la cual es imposible al desarrollo y el progreso, en verdadera libertad y democracia”.
A lo largo de todo el proceso de construcción del socialismo, nos felicitamos de ver como el P.T.A. ha prestado gran atención, no sólo al desarrollo de las bases económicas y materiales del socialismo y a la elevación del nivel de vida del pueblo, sino también a la tarea de forjar ese hombre nuevo, con conciencia socialista, sin el cual no se puede construir verdaderamente el socialismo y mucho menos abrir el camino para las generaciones venideras.
El P.T.A. ha sabido sacar las lecciones que se imponían de la triste experiencia de la Unión Soviética, pues el pueblo soviético, después de haber luchado y trabajado heroicamente en aras de la revolución contra el fascismo, se ve hoy bajo el dominio de una infame camarilla revisionista, burguesa y socialimperialista.
Estamos, pues, seguros que si el Partido y el pueblo albanés, bajo la dirección de sus eminentes y revolucionarios dirigentes, prosigue firmemente su acertado camino, la nueva Albania seguirá siendo un verdadero ejemplo para todos los pueblos, una lección histórica de valor decisivo.
En el plano internacional, la audaz lucha por la defensa de los principios llevada a cabo por el P.T.A., contribuyó poderosamente a desenmascarar a los revisionistas modernos encabezados por la camarilla de renegados del PCUS.
El discurso del camarada Enver en Moscú ante la Conferencia de los 81 partidos, puso ante el tapete algunas cuestiones de principios esenciales del marxismo-leninismo que los revisionistas rusos pretendían enterrar y tergiversar, como son el verdadero internacionalismo proletario, la aplicación leninista (y no oportunista) de la coexistencia pacífica, la cuestión de Stalin, la injusta actitud hacia el P.C. de China, etc., y contribuyó poderosamente (junto con la labor en esa sentido de los camaradas chinos) al proceso de desenmascaramiento del revisionismo y de los cabecillas soviéticos.
Frente a la interpretación antileninista por parte de los revisionistas modernos del justo principio de la coexistencia pacífica, tal como la defendió Lenin, el P.T.A. ha desarrollado correctamente dicho principio a la luz de la situación y de los problemas actuales. El camarada Enver ha señalado ya con todo acierto, y nosotros apoyamos plenamente esa posición, que “Estamos contra las guerras imperialistas de rapiña y represivas, pero estamos por la guerra justa y ayudamos activamente a los pueblos que luchan contra el yugo concreto, político y económico, etc., estamos contra el imperialismo acaudillado por el norteamericano y contra el revisionismo contemporáneo, con el soviético a la cabeza; estamos por la revolución mundial y luchamos activamente por ésta”
La valiente denuncia por parte de Albania del Pacto de Varsovia (que los cabecillas soviéticos habían convertido en un instrumento de agresión e injerencia en los asuntos internos de los demás Estados miembros de dicho Pacto) es una prueba más de la firme posición de los principios del P.T.A. frente a la traición de los revisionistas rusos. Consideramos como un acto de valor y de patriotismo la ruptura de Albania con el Tratado de Varsovia, y un ejemplos para todos los pueblos del mundo de cómo un Estado, grande o pequeño, puede oponerse a los planes de dominación y de injerencia de cualquier potencia por grande y poderosa que ésta pueda ser, si se cuenta con una línea revolucionaria y con un Partido férreamente unido con todo el pueblo.
Felicitamos, pues, de todo corazón al Comité Central del P.T.A.; a todos sus militantes, a su máximo dirigente, el camarada Enver Hoxha, y a todo el pueblo albanés, porque vemos que los magníficos éxitos en la infraestructura de la nueva Albania, así como el mejoramiento de la existencia del pueblo albanés, están firmemente respaldados por los avances en la lucha por la creación del hombre nuevo con conciencia socialista y por toda una política de fidelidad inquebrantable, flexible y firme a la vez, como lo exige la complejidad de la lucha, a los principios revolucionarios del marxismo-leninismo.
El proceso de reconstitución y robustecimiento del P.C.E. (m-l)
Por el contrario, a traición de los revisionistas modernos, encabezados por la camarilla soviética, ha causado gran perjuicio a la causa de la revolución en el mundo. Pero la traición de las camarillas dirigentes de la mayor parte de los antiguos partidos comunistas, no podía significar en modo alguno que el marxismo-leninismo iba también a desaparecer ni a dejar de tener vigencia. Nada ni nadie puede aplastar la teoría científica del marxismo-leninismo, basada en las leyes objetivas del desarrollo de la historia y de su motor, que es la lucha de clases. Las masas oprimidas y explotadas de todos los países no pueden dejar da luchar pese a la traición de tal o cual cabecilla u organización, por sus derechos y por acabar con la explotación y la opresión que sufren.
Por el contrario, a traición de los revisionistas modernos, encabezados por la camarilla soviética, ha causado gran perjuicio a la causa de la revolución en el mundo. Pero la traición de las camarillas dirigentes de la mayor parte de los antiguos partidos comunistas, no podía significar en modo alguno que el marxismo-leninismo iba también a desaparecer ni a dejar de tener vigencia. Nada ni nadie puede aplastar la teoría científica del marxismo-leninismo, basada en las leyes objetivas del desarrollo de la historia y de su motor, que es la lucha de clases. Las masas oprimidas y explotadas de todos los países no pueden dejar da luchar pese a la traición de tal o cual cabecilla u organización, por sus derechos y por acabar con la explotación y la opresión que sufren.
Es innegable que esa traición ha causado aún mayor perjuicio a aquellos pueblos que, como el pueblo español, se encuentran bajo la bota de una feroz dictadura fascista y de la dependencia del imperialismo yanqui.
El grupo dirigente del antiguo Partido Comunista de España contaba en todo el país y en el ámbito internacional con un capital de prestigio proveniente de haber sido el partido que durante nuestra guerra contra el fascismo, de 1936 al 39, había sido el que más consecuentemente había movilizado a las masas para la lucha. Pero todo pasado, por muy glorioso que éste sea, sólo es válido si la práctica cotidiana lo ratifica y hace bueno. Ante las dificultades de la lucha en España, y la adversa situación en el plano internacional después de la II Guerra Mundial, Ibárruri, Carrillo y los demás miembros de la dirección del antiguo P.C. de España, fueron deslizándose cada vez más abiertamente hacia posiciones derechistas y oportunistas, tanto en los terrenos ideológico y político como en el organizativo. Pese a una profunda resistencia de gran parte de la base del Partido y de gran número de los mejores cuadros, la dirección de Carrillo e Ibárruri, tras expulsar o aislar a los más tenaces, prosiguió desarrollando su línea ultraderechista.
Poco a poco los auténticos marxistas-leninistas, los verdaderos comunistas, nos llegamos a dar cuenta de que no era posible llegar a compromiso alguno con el equipo dirigente de Carrillo-Ibárruri, el cual pretendía llevar a todo el Partido por el camino de la colaboración de clases, del pacifismo frente a la ininterrumpida violencia fascista, del abandono de la lucha contra la dominación yanqui.
Surgió entonces, naturalmente, la cuestión de la unidad del Partido. En efecto todo auténtico comunista debe defender la unidad de las filas del Partido frente a todo intento de fraccionalismo y de división.
Ahora bien, la historia del movimiento obrero nos enseña que la ruptura con el oportunismo y el revisionismo en el movimiento revolucionario es totalmente imprescindible si se quiere verdaderamente hacer la revolución y construir el socialismo. Baste recordar todo lo que Lenin escribió y dijo al respecto en relación con la lucha contra el revisionismo y el reformismo en su época, así como sobre la ruptura con los partidos social-demócratas de la II Internacional, para demostrar que la unidad sólo es posible sobre la base de los principios y de una línea revolucionaria.
Sólo citaremos una breve frase de Lenin escrita ya en 1916 diciendo que:
“La única línea marxista en el movimiento obrero mundial consiste en explicar a las masas que la escisión con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarles para la revolución en una lucha despiadada contra él”
Así pues, el proceso de reconstitución del Partido Comunista da España tiene su punto de arranque en una concepción revolucionaria, leninista, de la unidad del Partido y en la lucha interna iniciada por núcleos de camaradas contra el revisionismo del equipo dirigente de Carrillo-lbárruri después del XX Congreso del P.C.E.
Ya en al amañado VI Congreso del antiguo P.C. de España, en enero de 1960, se aprobó un programa totalmente revisionista y desde ese momento se inició una enconada lucha ideológica abierta que se agudizó a raíz del XXII Congreso del P.C.U.S., cuando se hicieron públicas las divergencias ideológicas en el movimiento comunista internacional.
La posición oportunista y claudicante del equipo de Carrillo-lbárruri ante las combativas huelgas de los mineros de Asturias en 1962, primero, y después en el verano del 63, avivó aún más las divergencias y llevó al convencimiento de los militantes más lúcidos en aquel momento de que bajo la línea carrillista la clase obrera y las masas populares no contaban con un partido de vanguardia y que era preciso, ante la agravación irreconciliable de las divergencias (que no eran meramente tácticas, ni siquiera estratégicas, sino ideológicas y fundamentales) ir hacia la organización de un nuevo Partido sobre la base de los principios que habían sido traicionados en toda la línea por el equipo de Carrillo-Ibárruri.
Actualmente, al igual que en los momentos de la traición de los partidarios de la II Internacional, los revisionistas modernos a la cabeza de los partidos en muchos países, han conducido a esos partidos a la degeneración, y al igual que entonces, los auténticos revolucionarios se levantan y se unen en nuevos partidos marxistas-leninistas.
La estructuración y consolidación del nuevo Partido Comunista de España (marxista-leninista) no ha sido en modo alguno cosa fácil. Además de las dificultades y problemas planteados por la extrema clandestinidad en que los marxistas-leninistas tenemos que actuar bajo la dictadura fascista, el nuevo Partido (cuya reconstitución sobre la base del marxismo-leninismo culminó el 17 de diciembre de 1964) ha tenido que llevar a cabo infatigables luchas contra todo tipo de ataques. El I Pleno Ampliado de nuestro Comité Central tuvo una gran significación histórica, ya que fue un paso decisivo en la reconstitución del Partido, en la elaboración de la línea política, la elección de los organismos de dirección (todo lo cual dio a ese Pleno el carácter y la autenticidad de un verdadero congreso extraordinario). En ese Pleno se libró ya una enconada lucha contra un puñado de elementos oportunistas que habiendo traicionado al Partido se entregaron posteriormente a un trabajo de provocación y zapa, pero que dada la falta de principios de este puñado de elementos, fracasaron estrepitosamente.
En el verano de 1965, nuestro Partido, y, especialmente, la organización de Madrid, tuvo que combatir, desenmascarar y derrotar a los bandidos trotskistas que se habían introducido en nuestras filas. Esos elementos degenerados en todos los terrenos, fueron derrotados y expulsados, y nuestro Partido se fortaleció y sacó ricas experiencias de esa lucha.
Poco después fue necesario desbaratar los planes terroristas del grupo de elementos que dirigidos por un agente de la CIA, trataban de desarticular la organización y liquidar físicamente a algunos de nuestros dirigentes y militantes en Madrid.
También ha sido preciso llevar a cabo una tenaz lucha de principios contra las tendencias ultrademocráticas y revisionistas que se manifestaron en 1967 en una organización y en un elemento del Comité Central. Posteriormente tuvimos que luchar contra los provocadores liquidacionistas portavoces de las teorías neorrevisionistas de “tercera vía”, en 1968, los cuales recurrieron a las más viles calumnias y tergiversaciones contra el Partido.
Todos estos elementos, desde los oportunistas sin principios hasta los provocadores liquidacionistas, pasando por los trotskistas, los terroristas y los ultrademócratas, han coincidido en sus calumnias, en sus intentos por destruir lo que ya hoy es indestructible: el Partido C. de España (m-l).
Esas intentonas y manejos de todos esos elementos no son una pura coincidencia ni un azar. Ello se debe en parte al desarrollo de la lucha da clases, a los ataques directos o indirectos de los revisionistas y a los de la oligarquía y el imperialismo yanqui para destruir a nuestro Partido. La reacción franquista en el poder y el imperialismo yanqui saben bien, ¡y no se equivocan!, que en nuestro Partido tienen su peor enemigo; que nuestro Partido es la única fuerza capaz de organizar y dirigir al proletariado y a las masas populares y antioligárquicas de la ciudad y del campo por la senda de la independencia nacional y de la revolución; saben que nos preparamos para la guerra popular y que gracias a nuestros esfuerzos constantes e infatigables, la idea de la lucha armada como medio principal de lucha se abre camino entre las masas populares.
Por eso hacen todo cuanto está al alcance de su mano (y en esto coinciden también con los revisionistas Carrillo-Ibárruri) para destruirnos; desde la feroz represión policíaca y el asesinato, hasta las infiltraciones de sus agentes en nuestras filas.
Pero esos intentos de nuestros enemigos de toda laya no han logrado ni siquiera impedir que en algunos puntos del país nuestro Partido sea incluso la fuerza política más influyente y mejor organizada entre los luchadores antifranquistas.
Además, todas estas luchas han templado a nuestros militantes y cuadros a todos los niveles y nuestra dirección cuenta hoy con un caudal de experiencias que le permite prever algunos golpes y combatir mejor a nuestros enemigos.
La construcción de nuestro Partido ha estado en todo momento estrechamente vinculada a una labor de ligazón con las masas para organizarlas y despertarlas para la lucha. Gracias a una tenaz labor de nuestros valientes camaradas, entre los que destacan en primer lugar los jóvenes, han surgido bajo el impulso y orientación de nuestro Partido, decenas de organizaciones revolucionarias de masas, entre la clase obrera, las mujeres, núcleos campesinos en Castilla, en el País Valenciano, Andalucía y Cataluña, entre los estudiantes universitarios y de enseñanza media, entre los artistas y los intelectuales, entre sectores populares antiimperialistas, la mayor parte de los cuales han dado con entusiasmo su adhesión al Comité Coordinador pro Frente Revolucionario Antifascista y Patriota. Un importante papel en la lucha contra el yanquifranquismo lo desempeñan las Agrupaciones de Jóvenes Comunistas (m-l).
Gracias a una tenaz labor autocrítica y de sintetización de errores y éxitos, la labor organizativa de nuestro Partido ha dado un salto cualitativo en los dos últimos años, lo que nos ha permitido superar toda una serie de debilidades y deficiencias que frenaban nuestra lucha. Junto a la labor organizativa, nuestro Partido ha llevado a cabo una intensa labor ideológica y de educación, relativa no sólo a la lucha contra el revisionismo a escala nacional, sino también internacional y sobre una serie de problemas relacionados directamente con nuestra práctica, como son el problema de las nacionalidades en España, la lucha contra el trotskismo, la dominación yanqui sobre España, la lucha sindical, problemas relativos a la construcción de un Frente Unido, la construcción del socialismo en Albania y China, etc. etc.
Las viles maniobras y la podredumbre política del equipo capitaneado por el renegado antipatriota y agente de la oligarquía Santiago Carrillo
Para adornar su desdorado blasón y darse ante el pueblo español una importancia que en modo alguno tiene, el renegado Carrillo se dedica ahora a viajar de país en país, cual un mercader de feria, para firmar con otras organizaciones y algunas personalidades pomposas declaraciones arrogándose una autoridad que en modo alguno tiene.
Creemos que esas organizaciones y personas deben saber que actualmente esas relaciones con Carrillo no hacen más que ridiculizarles y ponerles en mala postura ante el pueblo español, el cual ve en Carrillo un miserable politicastro y agente de la oligarquía. Ni siquiera en el plano de la lucha antiimperialista, Carrillo puede presentarse ante nadie más que como un antipatriota, pues pese a los embustes que cuenta por el mundo, de hecho ha renunciado a la lucha antiyanqui en su propio país.
Por eso, las actuales jeremiadas de Carrillo en declaraciones internacionales acerca de la unidad y de impedir la lucha fraccional, no significan nada. Carrillo no representa hoy en modo alguno ningún sector del pueblo español. No es más que una figura de proa que utiliza ahora la oligarquía y hasta el imperialismo yanqui. La valiente juventud española, los mejores luchadores, le han vuelto ya la espalda, al igual que amplios sectores pequeñoburgueses republicanos y patriotas.
El nombre de Carrillo hoy sólo surte efecto entre los sectores más atrasados y entre núcleos de obreros que, engañados o por corrupción y oportunismo, se dejan arrastrar por el reformismo y el oportunismo carrillista.
Queremos exponeros algunas de las posiciones de dicho renegado, para que nadie pueda creer que nuestras afirmaciones no tienen sobrado fundamento.
El renegado, antipatriota y agente de la oligarquía Carrillo, sigue actualmente en todos los terrenos una línea política contraria a los intereses del pueblo español, incluso a los intereses nacionales de España en la más amplia acepción del término.
1. Carrillo ha renegado de los principios ideológicos del marxismo-leninismo, del materialismo dialéctico e histórico. Se adhiere a la tesis revisionista de las “fuerzas productivas”, rinde culto al arma nuclear y niega que las masas constituyan el factor decisivo en la historia; propugna el pragmatismo y el idealismo; niega puntos básicos del marxismo-leninismo, como los relativos a la naturaleza del Estado y de las fuerzas armadas, la naturaleza del imperialismo y la necesidad de la revolución violenta. Igualmente, calumnia vergonzosamente la memoria de uno de los más grandes dirigentes y maestros del proletariado, José Stalin, y es un enemigo de la heroica Albania y la gran China Popular.
2. El renegado Carrillo preconiza la atenuación y suavización de la lucha de clases; predica la renuncia a la violencia revolucionaria frente al terrorismo fascista. Predica la posibilidad de acabar por medios pacíficos y de forma ordenada con el régimen yanquifranquista, para efectuar más tarde una transición pacífica y parlamentaria de la democracia burguesa al socialismo.
3. Carrillo deja completamente de lado en la practica la lucha antiyanqui por la independencia nacional; oculta el hecho de que España es un país sojuzgado por el imperialismo norteamericano, se compincha con notorios oligarcas proyanquis de la peor especie y llega a formular puntos programáticos que, de aplicarse, significaría una continuación de la dominación yanqui sobre nuestro país, como el que no debería plantearse en modo alguno el problema de anular, ni si quiera revisar, los pactos norteamericanos franquistas, e incluso, según Carrillo, los EEUU deberían seguir disponiendo libremente de los aeródromos y puertos españoles “con fines comerciales”, y se deberían seguir admitiendo en España inversiones de capital procedentes de los EEUU y demás países imperialistas, etc. etc. En una palabra lo mismo que están aplicando en la URSS los Bresnev y cía. Para justificar esta infame posición servil de cara al imperialismo yanqui, Carrillo esgrime la falsa tesis, mil veces refutada por los hechos, de que las contradicciones entre el imperialismo norteamericano y los oligarcas españoles se agudizan cada vez más.
4. Carrillo, en el pasado, ha preconizado el establecimiento de relaciones de todo tipo entre la dictadura franquista y los países socialistas. Ha aplaudido, incluso, algunas de las relaciones establecidas entre el franquismo y la camarilla social-imperialista de Moscú. Recientemente, sin embargo, ha emitido ciertas reservas a causa de la presión de las masas, por el ritmo tan rápido al que se están estrechando esas relaciones. Pero esas tibias quejas no implican la denuncia de esas relaciones, sino que por el contrario, Carrillo sigue tratando de engañar a nuestro pueblo con el cuento de que el actual gobierno ruso es “el principal y más seguro baluarte del socialismo y de la lucha antiimperialista”.
5. En el seno del movimiento obrero y popular, Carrillo desempeña el papel de agente de diversos círculos monarquicovaticanistas de la oligarquía. Embellece a los criminales cabecillas de dichos círculos y los presenta como “demócratas evolucionistas” y preconiza con ellos un llamado “pacto para la libertad” que, en realidad, no se da otra cosa más que un apoyo a esas camarillas para que efectuasen una maniobra de cambio de fachada del régimen fascista, manteniendo la esencia del mismo.
6. Carrillo prodiga los elogios al criminal ejército franquista y lo presenta como amigo del pueblo, embellece a algunos de sus mandos más fascistas y proyanquis, niega que ese ejército esté subordinado al Pentágono y deposita en él las esperanzas para una “transición pacífica”.
7. Asimismo, Carrillo elogia desvergonzadamente a los jerarcas vaticanistas españoles y los presenta como amigos del pueblo, cuando en realidad esos jerarcas constituyen un importante apoyo del régimen fascista y una importante parte del mismo.
8. Carrillo ha renunciado al concepto mismo de la legalidad republicana en nuestro país y traiciona la lucha por la República. Ha declarado que está dispuesto a aceptar, con ciertas condiciones, una monarquía borbónica, que en definitiva no puede ser más que un régimen monarcofascista.
9. Carrillo preconiza para una etapa ulterior y a muy largo plazo, una llamada “democracia política y social”, (bajo dirección burguesa) que él denomina “antifeudal y antimonopolista”. Bajo dicho poder se llevará a cabo una reforma agraria que dejaría en pie los latifundios explotados con métodos capitalistas modernos y solamente expropiaría, a cambio de una indemnización, los latifundios cuyo cultivo estuviera total o parcialmente abandonado. Por otro lado, semejante Poder no suprimiría los monopolios, sino que se limitaría a asegurar la gestión de los mismos. Además, dicho Poder no tendría en modo alguno un carácter federativo, con lo cual tampoco podría satisfacer los anhelos de las nacionalidades oprimidas de nuestro país.
10. Por último, Carrillo llega hasta el extremo de embellecer al régimen fascista de Franco, afirmando que hace concesiones importantes a la oposición, que bajo el franquismo existen “zonas de libertad” y, por consiguiente, recomienda a las organizaciones obreras y populares así como a sus militantes de base el legalismo y el abandono de los métodos clandestinos (lo cual ha facilitado grandemente la tarea de los servicios policíacos de la dictadura) no rechaza radicalmente la legalidad del régimen de Franco, sino que de hecho la acepta; presenta a los ministros del Opus Dei como personas respetables que se dedican únicamente a sus “actividades administrativas” y que por lo tanto no tienen responsabilidad en los crímenes de la dictadura. Carrillo afirma que sólo una minoría de los ministros de Franco siguen siendo fascistas y que los demás son “evolucionistas” a los que hay que apoyar para que desplacen a los otros. Lleva a cabo amplias campañas a favor de las farsas electorales que de vez en cuando organiza el régimen para cubrir puestos en los “sindicatos” falangistas. Ha llegado recientemente a aceptar en principio la participación en la farsa electoral para el tinglado corporativo-fascista de los “procuradores a Cortes” que en realidad no es más que una caricatura de un parlamento burgués.
Ante su difícil situación, han estallado en el interior de la camarilla dirigente de “nuestros” revisionistas peleas y rencillas sin principios; lo cual los ha conducido a varias rupturas consecutivas. Varios miembros de la dirección revisionista intentaron formar un grupo revisionista aparte, y al fracasar se han dedicado a actividades literarias de tipo burgués. Otros, capitaneados por Líster y Eduardo García, los cuales habían defendido con particular brutalidad la asquerosa política y la figura de Carrillo, han formado ahora otro grupo con el mismo nombre y un periódico del mismo título que los del grupo de Carrillo y con una política que en esencia sólo se distingue de la de éste por un acatamiento más sumiso del bastón de mando ruso. Naturalmente, no es un hecho casual si el partido revisionista español ha estallado en diversos grupos. Esto se debe a dos factores esenciales: por un lado a la aguda lucha de clases en nuestro país y por otro a la existencia de un Partido Comunista marxista-leninista que sistemáticamente combate y desenmascara al revisionismo, que encabeza ya importantes acciones revolucionarias de masas y que ya, por todo ello, cuenta con considerable prestigio en todo el país.
El sojuzgamiento de España por el imperialismo norteamericano
Efectivamente, nuestro Partido ha adquirido gran prestigio en España y no sólo por su consecuente lucha contra la dictadura, contra el revisionismo, por encabezar heroicas acciones de masas, sino también por el enorme trabajo de denuncia del imperialismo yanqui como colonizador de nuestra Patria y por la movilización patriótica que llevamos a cabo contra el enemigo número uno de todos los pueblos del mundo.
He aquí algunos datos sobre la presencia yanqui en España:
El 26 de septiembre de 1953, con la firma de los ignominiosos acuerdos norteamericanos franquistas, España quedó transformada prácticamente en una colonia y plaza de armas de los EEUU, y su principal cabeza de puente en el Mediterráneo. El 6 de agosto de 1970 se firmó, por último, en Madrid, un nuevo convenio que agrava todavía más el sojuzgamiento de España por parte del imperialismo yanqui. Todas las arterias y sectores vitales de nuestra economía están enteramente controlados por los financieros estadounidenses. Ello les permite a los yanquis explotar nuestra abundante mano de obra barata (por los salarios de miseria que la oligarquía en el Poder da a los trabajadores) reduciendo así sus costos de producción e incrementando sus superbeneficios; inundar nuestro mercado con sus productos y saquear las riquezas minerales españolas (como son el mercurio, espato de flúor, uranio, wolframio, etc. etc.) Juntamente con esto, los imperialistas yanquis descargan sobre las espaldas de nuestro pueblo una parte del peso de sus crisis financieras y de superproducción, a fin de limitar y aliviar sus efectos en los propios EEUU. Además, las inversiones norteamericanas no solo no son beneficiosas para España, sino que desarticulan nuestra economía nacional, desequilibrando ciertas ramas que les interesan, por una u otra razón; pero qué carecen de interés para nuestro país, a la vez que otros sectores se ven arruinados por la importación masiva de mercancías y excedentes yanquis.
Es más, la propensión de las firmas de capital yanqui en España a importar una serie de materias primas, maquinaria, etc. de los EEUU es la causa determinante de que no se desarrolle como sería necesario y posible la producción nacional de esos sectores, como la industria del papel, la siderurgia, la química, la metalurgia, etc. Las empresas de los pequeños y medios comerciantes e industriales, así como las explotaciones agrarias campesinas, se ven abocadas por culpa de la dominación yanqui a una situación sin salida.
Por otra parte, al cabo de unos años del inicio de la afluencia de capitales yanquis hacia España, ha empezado a tener lugar la exportación de beneficios a los EEUU, puesto que la legislación franquista no establece límite alguno para dicha exportación de ganancias. Esto está provocando una salida masiva de capitales que trae como consecuencia el agravamiento de las condiciones de vida de nuestro pueblo.
En lo que se refiere a la magnitud global de inversiones directas de capital yanqui efectuadas en España, el secretario de comercio estadounidense, Stans, hizo el 21 de abril del presente año unas declaraciones en Madrid evaluando dichas inversiones en unos mil millones de dólares. España está clasificada por Washington en el grupo B respecto a las inversiones norteamericanas, lo que les permite seguir invirtiendo anualmente en España un 65 % de las inversiones directas efectuadas en el periodo 1965-1967. Las inversiones yanquis están ampliamente en cabeza de todas las inversiones extranjeras en España, pero habría que agregarles la mayor parte de los suizos y no pocas de Alemania Occidental y otros países (indirectamente yanquis).
Si a las inversiones de capital sumamos los créditos (una forma importante de las inversiones yanquis en España), veremos que entre 1951 y 1969 el total del capital extranjero invertido en España (del cual tres cuartas partes es yanqui) es de más de 3.835 millones de dólares y, según cálculos oficiales, de 1968 a 1971 ha sido de más de 3.000 millones de dólares. Estos datos, siendo España un país de economía débil, con una población de 34 millones de habitantes, ponen de relieve las enormes dimensiones de la colonización económica yanqui de nuestra Patria.
En el aspecto militar, España ha sido convertida en una plaza de armas de los EEUU. Más de 30.000 soldados y técnicos yanquis (entre ellos la totalidad de la 65 División Aérea norteamericana) ocupan militarmente nuestro suelo. Más de treinta bases e instalaciones militares yanquis de diversa índole están situadas por todo el territorio español.
En la base de Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid, se encuentra el Cuartel General de la 65 División Aérea de los EEUU, así como el Alto Mando Mediterráneo de las fuerzas armadas yanquis. En Cartagena y Rota existen importantes bases navales de la VI Flota, a lo que hay que añadir el hecho de que en los puertos de Barcelona, Valencia, Alicante, entre otros, fondean continuamente buques de la flota de guerra yanqui. En la base de Sanjurjo, Valenzuela, se han instalado las tropas yanquis que tuvieron que abandonar la base de Wheelus, Libia. El “polígono de tiro” de las Bárdenas (toda una comarca que se mantiene en abandono para que la soldadesca yanqui pueda llevar a cabo su entrenamiento) es un inmenso campo de adiestramiento que permite a los imperialistas yanquis traer tropas de intervención prestas para desplazamiento en cualquier momento a cualquier país o región del Mediterráneo.
Aparte de esto, tropas yanquis estacionadas en otros países, efectúan maniobras militares en España, muchas de ellas de carácter antiguerrillero, como las denominadas Pathfinder I y II, en las que el supuesto táctico era el aplastamiento por tropas yanquis recién llegadas a España, de un levantamiento guerrillero del pueblo español.
En las bases yanquis establecidas en nuestro país, existen depósitos de todo tipo de armas y material de guerra, así como aviones, buques y submarinos dotados de cohetes termonucleares.
El imperialismo yanqui ha logrado también controlar las palancas de mando del ejército franquista. Es el proveedor casi exclusivo de armamento pesado. En todos los centros y cuarteles militares franquistas, se han formado grupos denominados de “Asistencia Militar”, bajo el mando de oficiales yanquis. Un sector del yanquizado ejército franquista particularmente manipulado por los mandos norteamericanos son las Compañías de Operaciones Especiales, que son cuerpos antiguerrilleros. Esta transformación de España en una plaza de armas del imperialismo yanqui, constituye una grave amenaza para la seguridad e independencia de todos los países del Mediterráneo y para los movimientos revolucionarios y de liberación nacional que se desarrollan en esta zona del mundo.
Pero el imperialismo yanqui no domina a España sólo en los terrenos económico, militar y político, sino también el cultural. Los EEUU imponen sus agentes, métodos y programas en las Universidades españolas, practican la “caza de cerebros” a fin de apropiarse de gran parte de los científicos españoles, lo cual les sirve para subyugar más aún a nuestra Patria en todos los órdenes.
Los yanquizados gobernantes franquistas han colocado también en manos del imperialismo norteamericano la prensa, la radio, la televisión, es decir, todos los medios de comunicación. Debido a la antinacional dictadura franquista, España ha quedado reducida a la condición de un país ocupado militarmente, colonizado y avasallado económicamente por los EEUU.
Necesidad de derrotar a las corrientes liquidadoras y espontaneistas.
Además de la lucha contra la dictadura yanqui-franquista y los renegados cabecillas Carrillo-Ibárruri, nuestro Partido es consciente de los peligros y dificultades que surgen en el camino del fortalecimiento de un Partido marxista-leninista.
Además de la lucha contra la dictadura yanqui-franquista y los renegados cabecillas Carrillo-Ibárruri, nuestro Partido es consciente de los peligros y dificultades que surgen en el camino del fortalecimiento de un Partido marxista-leninista.
Actualmente, la corriente fraccionaria y espontaneísta constituye también uno de los mayores peligros para la consolidación de los partidos y organizaciones marxistas-leninistas. Uno de los pretextos más utilizados por la mayoría de los grupos fraccionales o antipartido, es el de que “no hay aún condiciones óptimas para crear el Partido”, que “el verdadero Partido surgirá de las masas”, que el Partido marxista-leninista real no es un “verdadero Partido de vanguardia del proletariado”, por el hecho de que no reúne tales o cuales condiciones que esos espontaneístas consideran como “condiciones sine qua non”.
Esas concepciones espontaneistas y liquidadoras tienden así a justificar el surgimiento y proliferación de diversos grupos, el desperdigamiento de esfuerzos, lo que daría como resultado el aplazar indefinidamente la reconstitución de los partidos marxistas-leninistas o cuando ésta se haya producido debilitarlos y socavar su autoridad.
Bajo el capitalismo siempre existirán elementos pequeñoburgueses que por su espíritu individualista o grupista, se prestan a ser utilizados por el enemigo. En efecto, esos elementos (tanto si se han introducido en las filas de los partidos marxistas-leninistas como si permanecen al margen de las mismas) no pueden soportar la disciplina revolucionaria y consciente, y el espíritu de trabajo colectivo, serio y sistemático de los partidos marxistas leninistas, y en cambio tienden por naturaleza al espíritu de compadrazgo, al liberalismo y a la “autocultivación” propia de las capillas y grupitos alejados de las masas.
Por nuestra parte consideramos que para determinar si existe o no, realmente, un Partido marxista-leninista, existen unos requisitos básicos, entre los cuales los más importantes son:
1. Que esa organización haya llevado a cabo un análisis marxista-leninista de la realidad nacional de su país, de la estructura de clases del mismo y haya determinado sobre esa base cuál es el enemigo principal.
2. Que, sobre la base de dicho análisis, haya elaborado una línea política en la que se precisen cuáles son los enemigos y cuáles los amigos de la revolución, el objetivo estratégico de la misma y las formas de lucha necesarias, destacando, en particular, el papel que le corresponde a la lucha armada.
3. Que haya llevado a cabo una refutación y un desenmascaramiento sistemático del revisionismo moderno en el plano nacional.
4. Que enarbole la bandera de la lucha nacional antiimperialista en el caso de que su país sea víctima de la agresión, control, intervención o ultraje del imperialismo extranjero
5. Que haya, al menos, iniciado una vinculación efectiva con las masas populares de su país y se esfuerce seriamente por ampliarla y robustecerla.
Aparte de esto, en aquellos países donde existen partidos marxistas-leninistas que responden a estos cinco requisitos básicos, existen también, a nuestro entender, tres criterios esenciales para saber si esos partidos están actuando como los auténticos destacamentos de vanguardia de la clase obrera de sus países y si, por consiguiente, hay que darles un apoyo pleno y sin reservas. Estos tres criterios son:
1. Que dicho Partido, a través de un periodo de tiempo y de haber superado muchas pruebas, se haya mantenido firmemente adicto a su Línea Política y haya sabido corregir sus errores políticos y organizativos sin apartarse de sus principios.
2. Que haya mantenido, también a través de un periodo de tiempo y de la superación de muchas pruebas, un equipo dirigente con cohesión y estabilidad, y al mismo tiempo que lo haya ido superando y depurando de los elementos que no estuvieran a la altura de las tareas y ampliando con nuevos dirigentes promovidos por la lucha.
3. Que el desarrollo mismo de la lucha haya demostrado en los hechos que las clases dominantes reaccionarias atacan y combaten dicho Partido y lo consideran como su enemigo principal y que, en consecuencia, ese Partido se encuentra ya experimentado y curtido por ciertos sacrificios.
Frente a estos justos criterios marxistas-leninistas, las corrientes liquidadoras y espontaneístas predican absurdos tales como que para que exista un partido del proletariado debe gozar ya del apoyo de la mayoría de la clase obrera y de las masas trabajadoras; que debe haber desbancado ya al revisionismo; que debe haber alcanzado ya un elevado estadio de revolucionarización ideológica (entendida como “purificación”) etc. etc. Todas estas monsergas son metafísicas y antidialécticas, parten de un criterio maximalista, el de que una cosa sólo existe cuando ya ha alcanzado una gran envergadura, sin ver que los partidos marxistas-leninistas, como todo lo que existe, han de atravesar por todo un proceso de desarrollo y robustecimiento que sólo puede efectuarse una vez que el Partido existe. Además, debemos recordar las siguientes palabras de Lenin:
“Para que realmente las grandes masas de trabajadores y oprimidos por el capital lleguen a ocupar esa posición (de apoyo a la revolución), la propaganda y la agitación por sí solas son insuficientes. Para ello es preciso la propia experiencia política de las masas”. Es decir, no se debe hacer responsable necesariamente a los partidos marxistas-leninistas por el hecho de que aún no hayan llevado a las amplias masas a sus posiciones revolucionarias, pues para lograrlo hace falta también la propia experiencia de las masas, hace falta que estas se convenzan por la experiencia de que la política revisionista de componendas no conduce a ninguna parte y que la única salida es la lucha revolucionaria y el proceso por el cual esto ocurre no es igualmente rápido ni simultáneo en los diversos países, sino que depende ante todo de las condiciones objetivas.
Otro argumento de las corrientes espontaneístas y liquidadoras para justificar su labor fraccional y la libertad de crear grupos pretendidamente marxistas-leninistas, es que los partidos “pueden” caer en el oportunismo. Pero ya Lenin señaló a este respecto:
“Este raciocinio representa un procedimiento... de esquivar el problema y esfumar la esencia de la discusión. Si efectivamente triunfase en el Partido la ideología de los revisionistas, ya no sería un Partido socialista de la clase obrera”.
Es decir, mientras que un Partido tenga en lo fundamental una orientación ideológica, política, organizativa marxista-leninista, todo grupo hostil hacia dicho Partido, tenga o no un origen fraccional, debe ser combatido como antimarxista-leninista y contrarrevolucionario.
En resumen, debemos recordar las palabras del gran Lenin:
“Un Partido que desea existir no puede permitir ni la más mínima vacilación en la cuestión de su existencia ni ningún compromiso con aquellos que podrían enterrarlo”.
Nuestra lucha por la puesta en pie de un Frente Revolucionario Antifascista y Patriota
Sólo aplicando la verdad universal del marxismo-leninismo a nuestra propia situación nacional, ha podido el joven Partido Comunista de España (marxista-leninista), trazar una línea política y un programa que se han convertido en nuestras mejores armas y banderas de combate para movilizar al pueblo español, bajo una línea auténticamente correcta que le conduzca al combate contra el fascismo y la dominación yanqui. Partiendo de dos características fundamentales, que son la esencia fascista del actual régimen y la dominación del imperialismo yanqui, nuestro Partido propugna la unidad revolucionaria con todos los auténticos antifascistas y patriotas que estén dispuestos a luchar contra la oligarquía en el Poder y por la independencia nacional.
Tras haber consolidado en lo fundamental la organización del Partido en los principales puntos del país y haber puesto en pie toda una serie de organizaciones de masas revolucionarias, el IV Pleno de nuestro Comité Central decidió que había llegado el momento de pasar a sentar las bases organizativas del Frente Unido. Con motivo de las luchas populares desencadenadas contra el criminal proceso de Burgos, se dio la coyuntura favorable para la formación del Comité Coordinador pro-Frente Revolucionario Antifascista y Patriota.
Desde que fue puesta en el orden del día esa tarea, han surgido ya Comités pro-Frente Revolucionario Antifascista y Patriota en muy diversos puntos de España y también entre las masas trabajadoras emigradas. La mayor parte de las organizaciones de masas revolucionarias se han integrado con gran entusiasmo en dichos Comités y se han llevado ya a cabo valerosas acciones de una combatividad y una organización extraordinarias, como las habidas el 1 y 2 de mayo pasado. Con motivo de esas fechas, millones de octavillas fueron distribuidas en los barrios de Madrid, pese a que la policía movilizó todas sus fuerzas y llegó a movilizar dos helicópteros. Las distintas organizaciones de masas integradas en el Comité pro-Frente Revolucionario Antifascista y Patriota de Madrid distribuyeron cientos de miles de octavillas, de pasquines, etc. por las calles, autobuses, metro, tranvías, se dieron diversos mítines en las fábricas, mercados, bares, etc.
La Federación Universitaria Democrática Española colocó murales en las facultades. La Unión Popular de Mujeres dio valerosos mítines en diversos mercados madrileños y las mujeres y jóvenes que repartían en mano la propaganda fueron acogidas con entusiasmo por las masas. Un comando de los Comités Antiimperialistas intentó derribar un busto del criminal Franco; al no lograrlo lo cubrieron de octavillas volantes convocando a la manifestación del 1 de mayo al mismo tiempo que repartían octavillas a la gente que presenciaba la escena.
El 17 de abril, cinco banderas rojas con el nombre del Partido aparecieron ondeando en diversos puntos de la capital. El 1 de mayo Madrid estaba tomado casi militarmente por las fuerzas represivas fascistas. Pese a ello, la manifestación, convocada esencialmente por el Comité pro-Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (a la que se unieron otras fuerzas pequeñoburguesas antifascistas y patriotas, mientras que los dirigentes revisionistas la boicoteaban vergonzosamente) reunió a miles de personas. Fue un rotundo éxito y tuvo una gran combatividad, de la que es un ejemplo el hecho de que 118 policías fascistas resultaron heridos en los violentos encuentros que hubo.
Durante el presente año, podemos decir que nuestro país es quizás donde más huelgas y manifestaciones ha habido en toda Europa. Si se tiene en cuenta que sufrimos una cruel dictadura fascista, se puede calibrar el grado de combatividad de las masas. Esas huelgas y manifestaciones son tanto de orden laboral (contra el paro y los bajos sueldos) como político y patriota. El hecho de que las fuerzas represivas de la dictadura estén empleando corrientemente las armas de fuego en las manifestaciones y huelgas, pone de manifiesto, de un lado la creciente combatividad de las luchas populares, y de otro el miedo de la dictadura. La policía ha disparado y asesinado obreros en Erandio y Eibar, en el País Vasco, en Granada contra los obreros de la construcción, en Barcelona, en Valencia y en Asturias y recientemente han asesinado fríamente a un obrero de la construcción en Madrid que repartía octavillas y herido gravemente a otros. También la policía ha disparado hace unos días contra los obreros de la fábrica de automóviles SEAT, en Barcelona, hiriendo gravemente a varios de ellos y matando a uno. En todos los casos se han producido amplios movimientos de masas de protesta contra el régimen y de solidaridad con las víctimas y con los huelguistas.
Actualmente la brutal represión no sólo no frena la lucha sino que, por el contrario, se ha entrado ya en una fase en la que la dicha represión contribuye a elevar la combatividad.
La influencia de la justa política de unidad y lucha revolucionaria que preconiza nuestro Partido, está dejándose ya sentir en sectores muy amplios, incluso entre grupos de republicanos moderados que son honradamente antifascistas y patriotas y que no aceptan la vía política de compinchamiento con sectores oligárquicos que preconiza Carrillo, ni la ambigua actitud de palabra y claudicante de hecho de ese revisionista frente al imperialismo yanqui. Como es natural, la tarea de movilizar a las masas populares para la lucha revolucionaria, incluso la lucha armada y la guerra popular, no es una tarea fácil. El pueblo español, que sufrió una terrible derrota en 1939 y que fue privado de cientos de miles de sus mejores combatientes, está viviendo bajo la bota del fascismo desde hace más de treinta años y, además, ha recibido un duro golpe con la traición de los revisionistas Carrillo-Ibárruri.
En el terreno político, la lucha contra la maniobra de la Restauración de una monarquía borbónica en España, constituye una de nuestras tareas inmediatas. La justa y decidida posición de nuestro Partido contra la maniobra monárquica, mediante la cual la oligarquía en el Poder y el imperialismo yanqui pretenden continuar un franquismo sin Franco, ha hecho ya que sectores políticos muy diversos y alejados de nuestros principios ideológicos, concuerden en un cien por cien con muchas de nuestras posiciones.
En nuestra política de Frente Unido, hemos tenido en cuenta la experiencia histórica y las lecciones que nos brindan, de un lado, la Política de Frente Popular en 1936 y durante nuestra guerra contra el fascismo, y de otro, las ricas enseñanzas del pueblo albanés y del pueblo chino.
Con objeto de armar a nuestro pueblo con las lecciones de las causas de la derrota que sufrió en 1939, nuestro Partido ha llevado a cabo un análisis crítico sobre toda una serie de cuestiones de orden ideológico y político, relacionadas con la política seguida por el antiguo Partido Comunista de España durante ese periodo.
Entre las fundamentales lecciones que hemos sacado de dicho análisis, está la de que el Partido y la clase obrera deben ser quienes encabecen y dirijan la lucha revolucionaria; tanto en el terreno político como en el militar. Cualquier concesión sobre esta cuestión en aras de una unidad más o menos estable, conduce a que sean los sectores burgueses los que dirijan al pueblo, con todo lo que eso supone de espíritu titubeante y de claudicación en los momentos difíciles, como ocurrió en 1939.
El Frente que nos estamos esforzando por forjar, se ha de asentar en el principio imprescindible de la hegemonía de la clase obrera; la alianza obrero-campesina, y sobre dicha base de unidad con todos los demás sectores trabajadores y populares dispuestos a luchar hasta el aplastamiento de la dictadura fascista y la expulsión del imperialismo yanqui mediante la lucha armada y la guerra popular.
La alternativa preconizada por nuestro Partido, plasmada en nuestra línea política y en nuestro Programa, proclama la necesidad de que sea la clase obrera quien encabece y dirija la lucha contra la dictadura; proclamamos igualmente la necesidad de avivar el odio de nuestro pueblo contra el ocupante yanqui, de elevar la combatividad de las masas y mediante la lucha armada y la guerra popular derrocar a la oligarquía en el Poder, destruir el Estado franquista, expulsar al ocupante yanqui e instaurar una República Democrática, Popular y Federativa que tenga en cuenta los intereses de todos los pueblos de España.
Combatamos y denunciemos la colaboración con el Franquismo por parte del socialimperialismo ruso y sus seguidores
La lucha revolucionaria del pueblo español, está considerablemente obstaculizada por el apoyo y la colaboración que no sólo el imperialismo yanqui, sino también todos los reaccionarios del mundo, prestan en todos los órdenes al sangriento régimen franquista. Es evidente que todos los reaccionarios del mundo están interesados en evitar el desarrollo de la lucha revolucionaria en España, como en el resto del mundo. Pero queremos denunciar de manera particular la estrecha colaboración y las estrechas relaciones que han sido establecidas por algunos países del Este de Europa y especialmente por los cabecillas revisionistas soviéticos, con la España franquista.
Lejos de nosotros extrañarnos por semejante hecho; pues ello no es más que un detalle de la línea socialimperialista y de gran potencia que aplican los nuevos zares del Kremlin en todo el mundo y en relación con todos los pueblos.
Consideramos, no obstante, que es nuestro deber exponer este hecho y denunciarlo ante todos los pueblos, ya que en todos sus escritos y declaraciones verbales, los revisionistas de Moscú siguen utilizando una terminología engañosa y pseudorevolucionaria para encubrir sus viles relaciones en el plano internacional, con el manto del internacionalismo proletario.
Como ya hemos señalado, estamos a favor de las relaciones entre países con regímenes distintos, pero consideramos que este justo principio, como todos, ha de ser aplicado no de manera mecánica, sino teniendo en cuenta cada caso y cada coyuntura particular.
Es un hecho innegable que el régimen de Franco, además de ser fascista, tiene una peculiaridad más, que es la de ser engendro directo del Eje nazifascista. Más de un millón de españoles pagaron con su vida su lucha contra él. Millones de hombres y mujeres han dado su vida y han sido asesinados en toda Europa por las hordas hitlerianas, la mayor parte de los cuales en la URSS. Esa horrible matanza de los pueblos del nazifascismo, comenzó en verdad en España en 1936, cuando un puñado de generales felones desencadenó una sangrienta guerra. Nadie ignora que sin el apoyo de las tropas, los tanques y los aviones germano-italianos dicho levantamiento hubiera sido aplastado en menos de una semana.
En septiembre de 1940, al aceptar la Gran Cruz de Oro del Águila Alemana, Franco afirmó:
“Cuando hoy siento sobre mi pecho el peso de la condecoración de su nación (la alemana) me siento orgulloso de haber tenido bajo mis órdenes, en las primeras batallas de este gran acontecimiento, a la Legión Cóndor, glorioso héroe de sus victorias actuales”.
A su vez, Franco y su camarilla, después del aplastamiento de la heroica lucha del pueblo español, prestó una ayuda inestimable a la Alemania hitleriana y a la Italia fascista. Aunque todavía no se dispone de todos los datos al respecto, según el historiador francés Max Gallo (basándose en los propios archivos nazis) dice en su libro sobre la España franquista:
“En abril de 1941, el delegado nacional de sindicatos, Gerardo Salvador Merino, concluye en Berlín un acuerdo que prevé el envío de 100.000 trabajadores españoles. Por consiguiente, si España no hace la guerra, colabora activamente. Y desde finales de 1940 y por lo menos hasta 1943, se trata de una colaboración militar que va más allá de las facilidades concedidas a sus servicios de información. Existe, en primer lugar, la exportación de metales de ferrosos (wolframio, plomo, etc.) de los que Alemania tiene una urgente necesidad. Fábricas españolas en Valencia, Barcelona, Sevilla, etc. fabrican cartuchos, motores para submarinos, piezas de artillería, uniformes, paracaídas para el Reich. Pero, sobre todo, se han concedido bases y puestos de observación a la Luftwaffe y a la Kriegsmarine. Bases aéreas en Badajoz, Vigo, Sevilla, en el País Vasco, Galicia, puestos de observación de radio y meteorológicos a lo largo de las costas y cerca de Gibraltar. Hay seis (con cuatrocientos hombres) entre Melilla y Tánger. En el transcurso del verano de 1943, el puesto de Cabo Espartel permitió hundir navíos con un total de 50.000 toneladas. Las Islas Canarias son un punto importante del dispositivo. En Las Palmas, en los edificios de la compañía alemana Bloom und Voss, se almacenan piezas de recambio para los submarinos. En otoño de 1942, el crucero español Canarias se hará a la mar para socorrer a un navío alemán. En la isla de Tenerife existe un arsenal secreto. Los submarinos, después de sus operaciones se reavituallan de carburante y municiones en los puertos de Gijón, Vigo, Ferrol, etc., La Kriegsmarine se beneficia también de una considerable ventaja estratégica, ya que sus unidades están al abrigo de los bombardeos, sin dejar de estar en el radio de su zona de caza. Las tripulaciones descansan en tierra, los oficiales son recibidos en las casas de las familias falangistas. Exagerando un poco, el teniente general Krappe, agregado militar alemán en Madrid, declaraba en una nota a Berlín que “España era más útil neutral que beligerante, pues era una brecha en el bloqueo”.
Bajo el impulso del odio de los pueblos por el fascismo al acabar la II Guerra Mundial, las Naciones Unidas adoptaron. Una resolución denunciando al régimen franquista, en la que se decía que:
“En origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini. Durante la prolongada lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y Mussolini, Franco a pesar de las continuas protestas de los aliados, prestó una ayuda considerable a las potencias enemigas. Primero, por ejemplo, de 1941 a 1945, la División de Infantería de la Legión Azul, la Legión Española de Voluntarios y la Escuadrilla Aérea Salvador, pelearon en el frente oriental contra la Rusia soviética. Segundo, en el verano de 1940, España se apoderó de Tánger en violación del estatuto internacional y, debido a que España mantenía un importante ejército en el Marruecos español, gran cantidad de tropas aliadas quedaron inmovilizadas en el África del Norte; pruebas incontrovertibles demuestran que Franco fue, con Hitler y Mussolini, parte culpable en la conspiración de guerra contra aquellos países que finalmente en el transcurso de la guerra mundial formaron el conjunto de las Naciones Unidas. Fue parte de las conspiraciones en que se pospondría la completa beligerancia de Franco hasta el momento que se acordara mutuamente”.
Como todos sabemos, nada esencial, ni en las formas de gobierno, ni en la naturaleza de la dictadura franquista, ha cambiado desde entonces. Lo que sí ha cambiado es la naturaleza y las personas de los dirigentes de la URSS., que se han convertido en enemigos de los pueblos y que practican una política socialimperialista.
La coexistencia pacífica que practican esos nuevos zares del Kremlin, nada tiene que ver con el leninismo. Es el reflejo de su nueva línea ideológica en todos los terrenos, basada en la restauración del capitalismo en la misma URSS. Esta línea está en consonancia con su compinchamiento con el imperialismo norteamericano para un nuevo reparto del mundo y su dominación conjunta.
La colaboración y las relaciones de la Unión Soviética y de otros países revisionistas del Este de Europa, no sólo constituye una ayuda material importante en el campo del comercio exterior y de la economía en general de la dictadura, sino que es también un medio de sembrar la confusión entre los sectores mal informados del pueblo español.
No queremos extendernos aquí con datos y cifras establecidos que poseemos acerca de esta colaboración, pero podemos decir que en algunos sectores, los intercambios comerciales son de importancia decisiva para el comercio franquista. La colaboración e intercambios entre Franco y los nuevos zares del Kremlin, incluye además el envío de ingenieros, técnicos y especialistas, “intelectuales”, la inversión de capitales y la instalación de bases marítimas. Estas últimas, concretamente en las Islas Canarias; que, aunque nominalmente son de carácter pesquero y de información meteorológica, tienen evidentemente una importancia esencialmente estratégica dentro de la política expansionista rusa.
Las relaciones culturales y políticas van, desde los intercambios de equipos de fútbol hasta delegaciones sindicales, de hombres de negocios, periodistas, conferencias conjuntas de abogados, de médicos, etc. en una de las cuales los cabecillas del Kremlin, embelesados con sus nuevos amigos franquistas, condecoraron al yerno y a la misma hija de Franco con la Orden del Samovar de Plata.
Se está ya manifestando en España, como vemos, la lucha entre el imperialismo yanqui y el socialimperialismo ruso por esa zona de influencia de tanta importancia en el conjunto de la cuenca del Mediterráneo.
Sólo queremos añadir que semejante colaboración con los verdugos del pueblo español, constituye una burla y un insulto, no sólo para el pueblo español, sino para los millones de ciudadanos soviéticos y de otros países que perdieron la vida luchando heroicamente contra el fascismo.
Esas estrechas relaciones entre el franquismo y los social imperialistas rusos, encajan perfectamente en los esfuerzos de toda la reacción mundial, encabezada por el imperialismo yanqui, por normalizar la situación en España. Los Bresnev y cía. y otros dirigentes de los países del Este, hablan de apoyo al pueblo español al mismo tiempo que se compinchan con los gobernantes franquistas.
El renegado y agente de la oligarquía Carrillo ha firmado recientemente una declaración conjunta con los cabecillas revisionistas rusos, y en ningún momento y circunstancia ha dicho nada para condenar esas monstruosas relaciones. Su silencio al respecto es una prueba más de su doble juego y de su falta de principios.
Por todo lo que el franquismo es desde el punto de vista histórico, y por su presente, creemos que es deber de todos los revolucionarios no colaborar en modo alguno con la España franquista, pues además de mantener al pueblo español brutalmente oprimido y explotado, constituye un peligro potencial para todos los pueblos de Europa y del mundo entero. La España franquista es actualmente una plaza de armas incondicional del imperialismo yanqui en Europa y su más fiel y lacayuno agente de cara a los pueblos árabes y de América Latina. En el caso de que en Europa cualquier pueblo desencadenara una lucha revolucionaria, el imperialismo yanqui y la reacción se servirían de España, como anteriormente se sirvieron Hitler y Mussolini, para aplastar dicha lucha o para lanzar un ataque contra cualquier Estado de Europa o del Oriente Medio.
Aquellos que, olvidando este peligro y el odio que el pueblo español y los pueblos del mundo sienten contra la dictadura franquista, mantienen estrechas relaciones y colaboran con él, cometen una gran injusticia contra el pueblo español y contra sus propios pueblos, de la que ellos mismos pueden ser algún día víctimas.
Reforcemos la unidad de todas las fuerzas revolucionarias del mundo
La lucha de nuestro Partido contra el revisionismo, contra todo tipo de oportunismo y por la construcción de una poderosa organización auténticamente revolucionaria, está indisolublemente ligada a la lucha de todos los partidos y organizaciones marxistas-leninistas del mundo entero.
Aunque con características distintas en cada país, el revisionismo moderno tiene también toda una serie de rasgos fundamentales comunes. Todos los grupos revisionistas no sólo siembran la confusión y el desánimo en el seno de las masas trabajadoras, sino que además tratan por todos los medios a su alcance de impedir la consolidación de los nuevos partidos y organizaciones. Llevan a cabo una intensa labor de zapa y de desunión entre los marxistas-leninistas y detrás de no pocas de las dificultades y tropiezos en el movimiento marxista-leninista, podemos ver la mano de las camarillas revisionistas, sin excluir los agentes del PCUS.
Coinciden en esa labor de zapa y disgregación con los intentos de la policía y también de los servicios secretos norteamericanos, como se ha podido comprobar ya en algunos casos.
Naturalmente, los cabecillas revisionistas cuentan hoy con el apoyo y la colaboración de la burguesía y del imperialismo y con gran cantidad de medios materiales, lo que les permite todavía sembrar profusamente su podrida política. Se impone pues, a nuestro entender, al movimiento marxista-leninista mundial, intensificar nuestros esfuerzos por crear sólidos partidos auténticamente marxistas-leninistas y estrechar más nuestros lazos de solidaridad y apoyo mutuo en todos los terrenos.
También es importante intensificar los intercambios de experiencias e informaciones, de modo que los éxitos o fracasos de unos sirvan de ejemplo o lección para los otros, y de otro lado para contar con un conocimiento más certero sobre el conjunto de nuestra lucha común.
Queremos aprovechar la ocasión que nos brinda este magnífico Congreso para felicitar al PTA y a su Comité Central por el extraordinario espíritu de internacionalismo proletario que en todo momento ha manifestado de manera activa e incondicional.
El pueblo albanés, todos los militantes del PTA, pueden estar satisfechos de saber que aunque Albania es un país pequeño, su prestigio y su autoridad entre los pueblos y los revolucionarios del mundo entero, son inmensos precisamente porque en todo momento la Albania socialista ha manifestado su firmeza de principios y su solidaridad activa, sin tener en cuenta si ello iba a gustar o no a tal o cual gobierno o autoridad.
En distintos puntos de España la voz de Radio Tirana es escuchada regularmente con entusiasmo y ardor, no sólo por los miembros de nuestro Partido, sino por sectores cada vez más amplios de las masas y ello porque, como ha dicho el camarada Enver Hoxha:
“El pueblo albanés ha permanecido y siempre permanecerá al lado de los pueblos y apoyará poderosamente a todas las fuerzas revolucionarias que luchan por su liberación nacional y social”. En efecto, nuestro Partido y el pueblo español están firmemente convencidos de que en su lucha contra el fascismo y la dominación yanqui, el PTA está incondicionalmente a su lado. Eternos lazos de sangre unen ya al pueblo albanés y al pueblo español, pues en los campos de batalla contra el fascismo en España, durante nuestra guerra antifascista, dejaron su vida heroicos hijos del pueblo albanés. ¡Gloria a aquellos hermanos albaneses que con elevado espíritu internacionalista dieron su vida por la libertad del pueblo español y la de todos los pueblos!
Pese a todos los esfuerzos conjugados de los revisionistas modernos, del imperialismo yanqui y de toda la reacción mundial por impedir, frenar y ahogar la lucha de los pueblos por su liberación, en todas partes del mundo han surgido ya las llamas de la lucha revolucionaria de liberación nacional y social.
Queremos saludar a todos los marxistas-leninistas y revolucionarios del mundo entero, especialmente a todos nuestros camaradas de combate que con las armas en la mano están ya en primera fila del frente revolucionario. Pensamos sobre todo en los pueblos indochinos que con su tenacidad y heroísmo han puesto en jaque al imperialismo más poderoso de nuestra época. Pensamos en los valientes combatientes del pueblo palestino que, pese a la traición de los falsos amigos, los esfuerzos conjuntos del imperialismo yanqui y de los social imperialistas rusos por destruir su resistencia, siguen manteniendo en alto su combate liberador contra el sionismo yanqui.
Igualmente queremos saludar desde esta tribuna a nuestros queridos hermanos del Partido Comunista de Colombia (m-l) que en las montañas y en los llanos han emprendido también el camino de la guerra popular, así como a todas las fuerzas revolucionarias da América Latina y del mundo entero.
Conscientes de las dificultades y obstáculos que tenemos aún que vencer hasta conquistar la victoria, miramos al futuro con optimismo y entusiasmo revolucionarios.
Nos da confianza en nuestra lucha y nos animan los ejemplos vivos de la Albania socialista y la revolución china que en los últimos 25 años ha logrado éxitos inconcebibles en la construcción del socialismo y que tras la victoriosa gran revolución cultural proletaria bajo la dirección del querido camarada Mao Tsetung y después de la celebración del IX Congreso del Glorioso Partido Comunista de China, marcha hacia adelante más firme y roja que nunca, reforzada con nuevas energías salidas del heroico pueblo chino, mas férreamente unido en torno a su Partido y al pensamiento de Mao Tsetung.
Nos sentimos poderosamente animados y apoyados por las grandes victorias alcanzadas por m pueblo albanés bajo la dirección de su gran Partido y de sus eminentes dirigentes.
Al lado de estos ejemplos, tenemos la profunda crisis y los insuperables problemas de toda índole que minan y hacen tambalearse al mundo capitalista, especialmente al imperialismo yanqui.
Aunque la lucha será prolongada y dura, estamos convencidos de que al igual que el pueblo albanés, el pueblo español, bajo la dirección de su Partido Comunista Marxista-Leninista, conquistará también la victoria y marchará por el luminoso camino del socialismo.
¡Viva el VI congreso del glorioso Partido del Trabajo de Albania!
¡Viva la amistad revolucionaria entre los pueblos de Albania y de España! ¡Viva el Marxismo-Leninismo!
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