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20 de julio de 2011

La CNT y el gobierno republicano en 1945

Sello Solidaridad Internacional Antifascista, ¿1937? (Archivo La Alcarria Obrera)

Del 1 al 12 de mayo de 1945, mientras se producía el final de la guerra en Europa y la derrota del fascismo a la que tanto habían contribuido los anarquistas españoles, se celebraba en París el Congreso de las Federaciones Locales del Movimiento Libertario Español, del que la CNT era columna vertebral, a la que acudieron representantes de los cenetistas exiliados en África del Norte y en América del Norte. Por primera vez después de la Guerra Civil española y de la Segunda Guerra Mundial se celebraba un comicio, extraordinario porque extraordinaria era la situación de España y Europa en esos momentos, en el que se trazaban las líneas a seguir para conseguir en nuestro país lo que ya estaban conociendo las demás naciones: la derrota del fascismo. Frente a la tendencia partidaria de continuar en los gobiernos republicanos en el exilio, se alzaba la voz de la mayoría del anarcosindicalismo hispano, como se puso de manifiesto en la carta que entonces aprobaron y ahora reproducimos.

Al Comité Nacional de España.
Estimados compañeros:
Reunida la Plenaria del Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. en Francia, leídos los telegramas enviados por el señor Giral y por el secretario de la Subdelegación de México, compañero Gregorio Jover, informado del curso y fin de la consulta hecha a la C.N.T. para formar parte del Gobierno constituido en México, en conocimiento de las decisiones de ese Comité Nacional de España, el Movimiento Libertario Español en Francia se ve en la ineludible obligación de manifestar.
1°- Que el M.L.E.-C.N.T. en Francia no puede aceptar que la C.N.T. y el M.L.E., en Francia estén representados en el Gobierno, hasta que un Congreso regular en España así lo determine. Un respeto elemental a lo que son y representan la C.N.T. y el M.L.E. hispano, había de impedir que por parte de nadie se tomase resolución de tal gravedad y transcendencia sin hacerla preceder de la más amplia consulta a la Organización y al Movimiento, únicos llamados a decidir.
2- Que el Movimiento Libertario es antiautoritario por esencia y definición. En ningún momento ni circunstancia puede ni debe renunciar a lo que constituye su razón de ser. Sus tácticas y sus medios de acción, de reconocida eficacia a través de su larga trayectoria histórica, deben ser también afirmados consecuentemente con la finalidad perseguida.
3º- Que el Comité Nacional de España no podía bajo ningún concepto, ni pretexto, aceptar el procedimiento ni las condiciones impuestas por el señor Giral para la designación de los representantes de la C.N.T., condición que disminuye la personalidad de la Organización y que nunca ningún Comité de la C.N.T. y del Movimiento Libertario podía admitir sin menos cabo para la soberanía de la dignidad de nuestros gloriosos organismos.
4º- Que el hecho de no participar en el Gobierno no disminuye en ningún sentido la intensidad de acción a desarrollar contra el franquismo y a favor de la libertad del pueblo español. Por el contrario el hecho de la participación en el Gobierno, sin fijar condiciones previas e incluso habiéndolas fijado, ata y responsabiliza ya de forma que la Organización y el Movimiento pierden su independencia de acción e hipotecan su porvenir, prestando a la causa de la liberación del pueblo español y a la emancipación de la clase trabajadora un servicio muy inferior al que podría prestársele manteniéndose al margen de todo compromiso de poder.
5º- Que por conciencia de lo que representa el Movimiento Libertario y la C.N.T., no solamente ante el pueblo, sino ante el mundo por su significación única como Movimiento de amplia base popular de inspiración libertaria, nadie ha de querer que su esencia y cuanto le es consustancial sea desvirtuado. Ninguna razón estratégica, ni de tipo circunstancial, puede privar por encima de lo que el Movimiento y la Organización representan real e idealmente y de lo que debe encarnar y continuar manteniendo como la expresión más genuina del sentir y del pensar del pueblo español y de las masas obreras conscientes que no han perdido la fe en la eficacia de su propia acción, continuando fieles a los principios básicos de la Primera Internacional : «La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos». «El primer deber de los trabajadores es de destruir toda sujeción al poder político y al poder económico».
6°- Que el Movimiento Español en Francia, declina toda responsabilidad ante el hecho de la participación en el Gobierno y de las derivaciones que pueda tener, debiendo ella recaer por entero sobre quienes la han decidido y la apoyan y secundan, sabiendo que no pueden hacerlo en nombre de la C.N.T. ni del Movimiento Libertario, y menos cuando nadie ignora en qué forma y circunstancias deben desarrollarse nuestras actividades y sobre todo las de la Organización de España.
7º- Que quien tiene conciencia clara de todo cuanto la C.N.T. y el Movimiento Libertario representan y piensan en el presente y el futuro de nuestro Movimiento, ha de considerar la participación en el Gobierno como uno de los errores más funestos cometidos y como uno de los mayores perjuicios ocasionados a la causa de la emancipación de los trabajadores.
8°- Que el antecedente de una participación circunstancial en el Gobierno en el período excepcional de 1.936 a 1.939, haciendo un sacrificio que nadie ha sido capaz de comprender ni de apreciar, no puede servir de justificación, bajo ningún pretexto, a los que quieren apoyarse en un hecho accidental de experiencia absolutamente negativa, para iniciar una línea de conducta que fatalmente ha de conducir al fracaso y al descrédito.
9° - Que para participar en el Gobierno no hay ninguna necesidad de comprometer al Movimiento Libertario ni a la C.N.T. Los que creen en la necesidad y en la conveniencia de esta participación, tienen abierta las puertas de los demás partidos y organizaciones, o pueden crear el partido que mejor les cuadre, sin perturbar la vida y el desenvolvimiento de una Organización y de un Movimiento que jamás negáronse así mismo y cuya y trayectoria bien clara y definida.
10º- Que todas esas consideraciones no serán obstáculos pare que el Movimiento Libertario C.N.T. en Francia, ayude de la manera más activa a nuestros compañeros y a nuestra Organización de España, ni harán que deje de emplear a fondo todos sus medios y esfuerzos para contribuir al aplastamiento de Franco y de la falange y aseguren las libertades del pueblo español
11º- Que a pesar de todos les complejos determinativos internacionales y de cuantos factores pueden pesar en la vida de los pueblos, teniendo en cuenta todas las realidades, el Movimiento Libertario C.N.T. en Francia y su militancia, no importa donde se encuentre, velará por que el Movimiento Libertario y la Confederación Nacional del Trabajo se mantengan fieles a los postulados, ideales y a su trayectoria histórica, afirmando una línea enriquecida y revalorizada por las propias experiencias de la revolución y de la guerra mundial, y de la post-guerra, seguros que así se interpreta y se defiende la conciencia y los intereses supremos de las masas productoras y las finalidades del socialismo libertario.
La ausencia de la C.N.T. y del Movimiento Libertario del Gobierno, no dificulta ni retarda la solución del problema español en cuanto al punto de vista de legalidad jurídico - político, pues para nadie es un secreto la posición de principios de la C.N.T. y del M.L. que difieren fundamentalmente de los demás partidos y organizaciones políticas que creen en la eficacia en los métodos de acción parlamentaria y gubernamental dentro del Estado y del sistema capitalista.
El Movimiento Libertario C.N.T. en Francia, entiende que no debe crearse dificultades a la normalización de la legalidad política y jurídica española, sin que ello le responsabilice en una acción de tipo gubernamental y considere que ha de oponerse la C.N.T. y el Movimiento Libertario Español a todo lo que representa concesión al enemigo común y a cuantas soluciones no tengan en cuenta la verdadera voluntad del pueblo español.
No podéis ignorar vosotros compañeros, lo que quiere el pueblo español, ni podéis defraudar sus esperanzas, las que tiene, puesta en la C.N.T. y en el M.L., y la que no puede poner en Gobierno alguno. Con Gobierno constituido o sin Gobierno la primera acción urgente, es la encaminada a derrocar a Franco y esta acción no puede subordinarse a un compromiso de carácter gubernamental, las soluciones que reclama el pueblo español, no son unificantes soluciones de Gobierno ni de legalidad jurídica-burguesa, ni las de un aparato político de dominación democrática, viciado por las influencias del capitalismo autóctono y del capitalismo internacional.
El pueblo español tiene capacidad para organizar libremente su vida de manera que pueda servir de ejemplo al mundo, prescindiendo de las soluciones de poder.
Sin soñar, sin vivir de espalda a las realidades, las aspiraciones fundamentales del pueblo hispano pueden realizarse.
Ni la vía de evolución pacífica, ni la revolucionaria, han de quedarse cerradas. Si en el siglo XIX no era delito ser revolucionario, no debe serlo en el siglo XX. Sin estridencias incongruentes, sin demagogia, el espíritu, la acción revolucionaria constructiva del M.L.E.-C.N.T. tiene derecho a manifestarse. Desvinculados del poder, la C.N.T. y el M.L. tienen una misión propia a desarrollar: la que tenía ayer, la que tiene en el presente, aquella a la cual no podrán renunciar nunca. Cuando un pueblo no puede tener la garantía de poder estructurarse con su propia acción al margen del Estado su propia vida, no puede considerarse libre. Los sectores que han creído necesario apoyar la acción contra Franco a base de constituir un aparato legal que se oponga a su continuidad y también a la de la monarquía, están en su perfecto derecho de desarrollar su acción sobre la base de esa legalidad; pero el M.L.E. y la C.N.T. que no cejarán hasta destruir el poder de Franco y Falange se opondrán resueltamente a la restauración monárquica, como a toda solución dictatorial, tienen el deber de rebasar toda concepción estrecha de legalidad, estimulando la acción popular en todo lo que puede contribuir a la liberación efectiva del pueblo español, a salvaguardar su independencia y a estructurar el sistema de convivencia social más en consonancia con su propio sentir.
El ciclo se abrió en España en 1.936-1.939, al iniciarse el levantamiento franquista y que llevó a la C.N.T. y al Movimiento Libertario a la participación en el Gobierno debe considerarse definitivamente cerrado, puesto que no concurren las mismas circunstancias y la situación de lucha es distinta, lo mismo en las fuerzas que apoyaron y apoyan a Franco que en las antifascistas y sectores que apoyan al Frente Popular. El mismo procedimiento de lucha contra el franquismo y de acción a desarrollar para aplastarlo es hoy en día objetivo de divergencia para los partidos y organizaciones antifascistas, lo que es para el mismo Gobierno con relación a los partidos y organizaciones.
Lo excepcional de lo que fueron los Gobiernos de la República de 1.936-39, no puede de nuevo producirse, ni puede manifestarse la exaltación de las fuerzas populares con el respeto que imponía una personalidad de hecho y de derecho adquirida al terciar en la lucha con las armas en la mano, defendiendo contra el fascismo autóctono y al fascismo invasor el principio de libertad de una legalidad que los propios órganos del poder se habían mostrado impotentes a defender.
Las libertades del pueblo español, sus conquistas positivas de bienestar; no van a afianzarla tampoco el ejercicio de una soberanía viciada desde su origen. La liberación del pueblo español reclama hombres, material de lucha, dinero. El M.L.E. y la C.N.T.; que no regatean esfuerzos en esta lucha, en lugar de designar ministros, ha de exigir del Gobierno constituido que ponga a contribución todos los medios económicos allí donde puedan ser más eficaces, y en vez de compartir las responsabilidades de Gobierno, que jamás pueden ser concordantes con las necesidades y intereses del pueblo español y los de la clase trabajadora, han de hacer responsable al Gobierno de cuanto en este orden no se lleve a efecto.
Desligándose de las responsabilidades del poder, la C.N.T. y el Movimiento Libertario, manteniendo su independencia, han de poder dejar oír su voz y ejercer su presión inteligente y su influencia con toda libertad, haciendo los intérpretes de las más profundas y justas aspiraciones populares.
El M.L.E. y la C.N.T. no pueden renunciar a sus finalidades. Para asegurar la victoria no hay que renunciar a lo que es nuestra razón de ser.
Debemos haceros observar también que la posición que habéis adoptado de tomar parte en el Gobierno Giral, se pone en contradicción con los propios acuerdos de vuestro Pleno de Regionales sobre los Gobiernos que puedan constituirse en el exilio y de la que habíais fijado con relación a la Alianza de Fuerzas Democráticas.
Hacemos responsables al Comité Nacional de España de las derivaciones que puedan tener dentro del propio Movimiento en el presente y en el futuro las decisiones de participar en el Gobierno, y lo hacemos aún más responsable por no haber consultado para nada sobre el caso a los Núcleos que están en el exilio. Mantenemos el firme criterio de que solo un Congreso regular del Movimiento y de la C.N.T. en España puede decidir sobre la participación de la C.N.T. y del Movimiento Libertario en el Gobierno y de que mientras acuerdo de tal naturaleza no se tome, nadie puede representarnos en Gobierno alguno y están desautorizados los compañeros que ocuparan cargo de ministros para hacerlo en nombre de la C.N.T. y del M.L.E. y en todo compromiso de carácter gubernamental que se adquiera, no podrá ser tomado en consideración en nombre del M.L. y de la C.N.T., ni tendrá validez alguna para nuestros organismos ni para los afiliados a la C.N.T. y al Movimiento Libertario Español.
De este documento enviaremos copia a todos los núcleos Libertarios españoles en el exilio, lo que os comunicamos previamente. Aun que él no haga variar vuestra actitud, estamos convencidos de que el sentimiento y el pensamiento de la Organización de España, a la que no habéis podido consultar como hubiera sido conveniente, serán concordantes con el nuestro y así se manifestará a su debido tiempo, como se ha manifestado en Francia la voluntad mayoritaria de los militantes confederales y libertarios libre, amplia y públicamente expresada en el Congreso de Federaciones Locales de París, traducida en los acuerdos que marcan y dirigen la conducta de este Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. que os había servido de intermediario hasta la fecha para las relaciones con el exterior y que ha procedido de la manera más leal, no tuviera conocimiento alguno de las cosas, constituye una indelicadeza que no podemos pasar en silencio.
No interpretéis esta carta como la manifestación de ningún sentimiento de hostilidad, sino como una cordial pero firme expresión de confianza en lo que nuestra Organización y nuestro Movimiento representan. Escrita con serenidad os instamos a que sea juzgada con la misma alteza de miras que la inspira y el mimo amor acendrado a las ideas que nos son caras y el Movimiento por el que todos hemos combatido y seguimos dando lo mejor de nuestra vida.
Con un saludo fraternal, quedamos vuestros y de la causa libertaria.
Toulouse 30 de septiembre de 1.945.
Por el Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. en Francia: (Por acuerdo de la Reunión Plenaria Extraordinaria). El Secretario. Esgleas.

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