Pegatina referéndum Estatuto de Gernika, 1979 (Archivo
La Alcarria Obrera)
Durante los
primeros años de la Transición, al calor de doble proceso de reconstrucción del
movimiento libertario en la Península y de desarrollo de la conciencia
nacionalista en territorios cada vez más amplios del país, nació una tendencia
anarco-nacionalista que obviaba la evidente contradicción en los términos de su
propia definición con la voluntad de desarrollar un anarquismo localista que
limitase su actuación a determinados territorios en convergencia con aspiraciones
nacionalistas de ciertos sectores sus clases populares y, sobre todo, de su
burguesía autóctona. Este anarco-nacionalismo tuvo un eco, aunque limitado, en
Galicia, en Cataluña y, con algo más de entidad, en Euskal Herria, sobre todo
de la mano del colectivo Askatasuna, que editaba una revista con ese mismo
nombre. En aquellos años, su cabeza más visible era Mikel Orrantia, conocido
con el apodo de Tar, que había sido
militante de ETA antes de ingresar en la CNT y salirse de la Confederación para
promover una imposible sección vasca de la AIT. Su texto más conocido fue su
libro Por una alternativa global,
editado por ZYX, y ahora presentamos un artículo que publicó en el número de
mayo de 1979 de la Revista
Mensual/Monthly Review bajo el título de “Euskadi: ETA y el nacionalismo
revolucionario”, que es testimonio de la pobreza de su análisis y de sus
argumentos.
Euskadi
El término de Euskadi designa en
la actualidad para las corrientes de acción y opinión radical o revolucionaria
nacional vasca (sean o no nacionalistas), al conjunto de las regiones vascas de
ambos lados del Pirineo, sometidas hoy al control de los estados capitalistas
conocidos como "España" y "Francia", auténticos policías en
la Zona del Capitalismo Monopolista. Regiones que llevan los nombres de: Laburdi,
Baja Navarra y Suberoa en el Estado Francés; y Álava, Guipúzcoa, Alta Navarra y
Vizcaya en el Estado español. En total, 20.544 Km. cuadrados y 2.600.000 habitantes,
de los cuales 225.000 viven en las tres primeras regiones conocidas como "Euskadi
Norte", "Euskadi Continental" o "País Vasco Francés"
en contraposición a "Euskadi Sur", "Euskadi Peninsular" o "País
Vasco Español", donde reside el resto (2.375.000).
Euskadi se encuentra al fondo del
Golfo de Vizcaya y en el extremo Oeste de la cadena de los Pirineos y por el
pasan los caminos terrestres y marítimos que unen la meseta castellana a la Europa
del Noroeste.
La lengua histórica del País es
hoy minoritariamente hablada. Esta situación minoritaria del idioma característico
de los vascos a lo largo de su historia, viene dada por el hecho diglósico entre
las lenguas (castellano-euskera, francés-euskera) existente en el país. Hecho diglósico
que evidencia la situación de superioridad forzada de una lengua hacia la otra,
en este caso, la del castellano y francés sobre el euskera. De todas formas el
grado de concienciación popular se desarrolla intensamente desde 1969 y el
proceso de euskaldunización y alfabetización crece casi geométricamente, a pesar
de los obstáculos continuamente puestos por el poder y por determinados sectores
políticos de la oposición (inclusive de izquierdas), seguramente temerosos de
una completa identificación del pueblo vasco con su idioma y su cultura...
Los datos de
que disponemos (aproximativos) son los siguientes: sobre un total de 2.600.000
habitantes, usan el euskera 629.000 (de los cuales solo 28.000 están
alfabetizados) repartidos de la siguiente forma: Euskadi Norte, 80.000;
Navarra, 80.000; Álava, 20.000; Vizcaya, 200.000; y Guipúzcoa, 250.000 vasco-parlantes.
El nacionalismo
vasco
El moderno nacionalismo vasco es al
mismo tiempo heredero del carlismo populista y de las luchas comunitarias y civiles
de la época en que los vascos se identificaron a nivel popular con la defensa
de sus libertades colectivas y como una reacción campesina contra los procesos
capitalistas y liberales de industrialización y urbanización intensivos que acababan
sin solución de transición a marchas forzadas con las características propias
de la vida rural vasca definitoria hasta entonces de la cultura, el idioma, las
relaciones sociales en general, etc., de los vascos.
Sabino Arana, el ideólogo más
destacado del nacionalismo y fundador del Partido Nacionalista Vasco, era de familia
carlista y fue él mismo quien acuñó el término "Euskadi" y dibujó la "ikurriña",
hoy bandera nacional.
El nacionalismo vasco fue la ideología
del PNV [Partido Nacionalista Vasco], quien por medio de ella consiguió establecer
un control político estable sobre las clases populares vascas principalmente de
la pequeña burguesía y campesinado de Vizcaya y Guipúzcoa. La llegada a Euskadi,
con la industrialización intensiva, de grandes cantidades de emigrantes que
proporcionaron la mano de obra industrial para las minas y fábricas principalmente
de las Encartaciones de Vizcaya, inclinó hacia el socialismo obrerista las influencias
políticas hegemónicas en el Bilbao de la época.
Así, nacionalismo controlado por el PNV y socialismo por el PSOE configurarían y configuran las grandes líneas de la política parlamentaria y reformista vasca. Las insuficiencias propias de la burguesía española para proceder a la acumulación de capital y el desarrollo industrial de la economía capitalista en el Estado español, intensificaron la miseria y las protestas obreras. La caída primero de la monarquía y luego de la República, son los elementos que retrasan durante décadas el debate y la evolución de las ideas y acción política propias de un país industrialmente avanzado como Euskadi. La enorme sobre-explotación a que fue sometida en este período la clase trabajadora y la salvaje represión genocida abatida sobre nuestra comunidad nacional por el aparato del Estado de los ganadores de la guerra civil, son los ingredientes que constituyen la salsa que determina la revuelta visceral y la oposición racional de la juventud revolucionaria y radical de Euskadi. ETA es el primer producto de esta rebeldía al final de los años cincuenta. También estaría determinada por la propia tradición de los vascos (tres guerras civiles en muy pocas generaciones y una gran opresión comunitaria, mal soportada) respecto a la insurrección armada y la solidaridad popular, característica, esta última, común a todos los pueblos que sufren la opresión ejercida sobre ellos por aparatos militares formados por hombres de otras comunidades nacionales cuyo comportamiento es el de los ejércitos en tierra colonizada.
Así, nacionalismo controlado por el PNV y socialismo por el PSOE configurarían y configuran las grandes líneas de la política parlamentaria y reformista vasca. Las insuficiencias propias de la burguesía española para proceder a la acumulación de capital y el desarrollo industrial de la economía capitalista en el Estado español, intensificaron la miseria y las protestas obreras. La caída primero de la monarquía y luego de la República, son los elementos que retrasan durante décadas el debate y la evolución de las ideas y acción política propias de un país industrialmente avanzado como Euskadi. La enorme sobre-explotación a que fue sometida en este período la clase trabajadora y la salvaje represión genocida abatida sobre nuestra comunidad nacional por el aparato del Estado de los ganadores de la guerra civil, son los ingredientes que constituyen la salsa que determina la revuelta visceral y la oposición racional de la juventud revolucionaria y radical de Euskadi. ETA es el primer producto de esta rebeldía al final de los años cincuenta. También estaría determinada por la propia tradición de los vascos (tres guerras civiles en muy pocas generaciones y una gran opresión comunitaria, mal soportada) respecto a la insurrección armada y la solidaridad popular, característica, esta última, común a todos los pueblos que sufren la opresión ejercida sobre ellos por aparatos militares formados por hombres de otras comunidades nacionales cuyo comportamiento es el de los ejércitos en tierra colonizada.
E.T.A. (Euskadi Ta Askatasuna-Euskadi
y Libertad)
Hacia 1952-53,
cuatro estudiantes de derecho de la Universidad de Deusto en Bilbao, fundan "EKIN"
(acción), es una modesta revista y su grupo, que darán nacimiento al movimiento
del mismo nombre. Más tarde, el desengaño de cierto número de militantes de EGI
(juventudes del PNV) para con la línea del Partido Nacionalista Vasco prepara
el caldo de cultivo ideológico para el nacimiento de ETA. En el exterior, el auge
de las luchas tercermundistas de liberación nacional: en el interior, el Plan de
Estabilización económica que supone el desastre y la marginación para amplios
sectores de la pequeña burguesía, unido a unas características definitorias de la
opresión nacional que hacen hablar y escribir durante varias décadas a ideólogos
nacionalistas revolucionarios de la "colonización de Euskadi por España y
Francia". La opresión nacional, resentida colectivamente por amplias capas
populares de la población de Euskadi, ha sido un elemento revulsivo a menudo
provocador, otras veces radicalizador de las luchas de clases en las últimas
décadas.
Julen Madariaga,
uno de los fundadores de EKIN y de ETA hablaba así en una entrevista efectuada
por el periódico belga Le Soir el 2/2/1973: "Hijos o familiares próximos
de miembros del Partido Nacionalista Vasco, nos encontrábamos inquietos al
constatar la relativa importancia del movimiento nacionalista, sus preocupaciones
demasiado teóricas". Señala igualmente que se pusieron a trabajar con
ardor y en la más estricta clandestinidad, durante la primera época, para
seleccionar los cuadros militantes y preparar su formación ideológica. "La
primera redada de la policía no tuvo lugar hasta 1960". Es entonces cuando
ETA comienza a dejarse oír y hasta hoy iría ganando, paso a paso, un lugar importante
en la preocupación y conciencia colectiva de los vascos; pro o contra su
intervención, en un determinado momento todos debieron reconocer que fue debido
a su existencia y acción la radicalización colectiva y el avance popular y de clase
de las luchas contra la dictadura y contra el capitalismo en Euskadi y un poco en
todo el Estado español.
Pero la historia
de ETA es también la del movimiento dialéctico hacia la síntesis de unión entre
la lucha de liberación nacional (en su comienzo exclusivamente nacionalista y burguesa
anti-comunista) y
la lucha por la emancipación de los trabajadores (en
un principio no sólo ajena sino contraria a la lucha de liberación nacional, por
sus contenidos burgueses y antiobreros, a menudo racistas). La historia de ETA
determina los aspectos sobresalientes (junto con las grandes movilizaciones de los
trabajadores-ciudadanos de Euskadi de carácter asambleario y autónomo) de la acción comunitaria de los vascos en las últimas décadas: movimientos
de solidaridad con los presos y detenidos, apoyo logístico y protección a los
"liberados" o militantes escapados de sus domicilios, lucha por la
amnistía, etc. han sido parte de sus jalones importantes.
Pero la evolución
de ETA no ha sido lineal, ni fácil; los militantes expulsados o marginados o
salidos de sus filas durante el debate permanente que la ha venido configurando
a nivel interno, forman hoy la punta de lanza de la mayoría de los colectivos autónomos
y organizaciones políticas o sindicales y ciudadanas de Euskadi. Dos grandes momentos
han caracterizado este debate: la V Asamblea y su escisión en ETA-berri y
ETA-zarra ("nueva" y "vieja" respectivamente), la primera
pretendiendo convertirse en partido obrero de carácter socialista o comunista y
que dio lugar más tarde al Movimiento Comunista (M.C.E.) dejaba atrás al mismo
tiempo la acción armada y viraba hacia posiciones "españolistas" vía
el centralismo democrático marxista a nivel del Estado-nación; la segunda
pretendía seguir con el trazado político característico de ETA (nacionalismo
radical-lucha armada). Este mismo esquema sería repetido en la VI Asamblea de
ETA a finales de 1971 entre las fracciones marxistas y nacionalistas, y posteriormente
en las sucesivas asambleas de ETA. En esta ocasión los marxistas irían a parar
al trotskismo y darían vida, al fusionarse con otros colectivos en general
menos importantes, a L.C.R.-L.K.I. [Liga Comunista Revolucionaria] después EIA y
Euskadiko Ezquerra; por su parte los nacionalistas seguirían evolucionando en la
síntesis liberación nacional-liberación social (nacionalismo revolucionario le llaman
ellos) y aunque la dirección de la organización (o al menos sus declaraciones
ideológicas) sean ya siempre marcadamente marxistas-leninistas (a veces maoístas,
a veces trotskistas, a veces netamente estalinistas) se nota una tendencia general
hacia las zonas hoy heterogéneas de la "autonomía obrera" y unas claras
simpatías por los objetivos y métodos comunistas libertarios y anarquistas en general
(asambleísmo, auto organización, etc. de KAS y Herri Batasuna).
¿Hasta qué punto encuentra o puede encontrar el reto
de ETA eco en Euskadi?
Es un gran interrogante
de respuestas siempre hipotéticas dentro de la mayor o menor aproximación a la realidad
objetiva. Nosotros pensamos que el apoyo popular a ETA depende de las épocas y
coyunturas históricas, y constatamos que hoy en día va en aumento, estando en condiciones
de afirmar por la simple observación (sin datos computables por estar obviamente
fuera de la militancia de ETA y hasta abertzale) que ETA (militar) tiene en la actualidad una de las mejores organizaciones
tanto específica como de apoyo logístico que haya tenido nunca. La decepción del
parlamentarismo, el enorme paro -cifrado por encima de los 200.000 en Euskadi- que
descansa en su mayor parte sobre los jóvenes sin su primer empleo, la enorme
densidad demográfica y el ahogo subsiguiente del individuo por una especulación
y planificación urbanística salvaje y caótica, la degradación ambiental y el problema
grave ecológico general y nuclear en particular, la perdida rápida y acelerada
en los últimos años del contacto con la naturaleza y el paso colectivo en pocas
generaciones de vascos del trabajo rural (vida y cultura, etc.) a una sociedad
superurbana e industrial... Aspectos todos ellos que la política reformista del Gran Capital no desea o no puede atacar con la urgencia
que sería necesaria para "pacificar Euskadi”. Sin
hablar de la cuestión nacional que pone los pelos de
punta a los políticos españoles desde la izquierda y extrema izquierda hasta la
extrema derecha y derecha ¡Antes una España roja o fascista, que rota! es un
grito visceral y reaccionario que sigue sonando demasiado a menudo en los oídos
de los vascos de a pie para desesperación y cultivo de las salidas individuales de tipo visceral
en pro de la lucha armada más radical.
Por otro lado
(citado por Cambio16) las cifras que dan diversas fuentes respecto a la militancia específica de ETA la hacen oscilar entre 60 y 120 militantes. Pero Iñaki Latierro, citado por el mismo semanario, secretario
del Partido Comunista de Euskadi en Guipúzcoa (30/1/77), admitió francamente que
la influencia de la extrema izquierda abertzale es prácticamente absoluta en
los movimientos que calificó de "ciudadanos", tales como las, asociaciones
de vecinos, gestoras pro-amnistía, etc. Y en medios del PCE y PSOE de Euskadi se estima, no sin pesimismo y
contrariedad, que las Ideas independentistas revolucionarias de los izquierdistas
abertzales podrían tener muy buena receptividad en un 18 a 20 por ciento de la
población de Euskadi.
Un simpatizante
de ETA afirmaba en Euskadi Norte recientemente (citado por Peru Erroteta en La Calle): "El pueblo ha perdido la confianza
en sí mismo y en los partidos políticos, por eso sigue existiendo ETA".
Desde nuestra perspectiva “esa pérdida de confianza del pueblo en sí mismo", nos parece
enormemente peligrosa y objetivamente real. También la hemos podido leer en las
declaraciones últimas de ETA. Así, ETA podría aparecer, si no lo es ya, como
los justicieros de Euskadi, con todo el peligro de sustituismo de la acción
popular que venía declarando sostener con su acción; la política vasca daría un
giro, contra la autoemancipación de los trabajadores-ciudadanos vascos y para la misma
ETA desvirtuada ya de su intento de línea de defensa de la autoorganización y
autodefensa popular.
Pero en el
comunicado de ETA sobre la ejecución del Sr. Portell, la propia organización
define así su situación actual: "ETA mantiene hoy una coherencia y una
unidad total dentro de su militancia y prueba de ello, mal que le pese al señor
gobernador, es la propia capacidad militar de las acciones armadas. Es nuestra
firme decisión incrementarla a todos los niveles, en tanto Euskadi no tenga un
régimen de democracia que recoja los puntos mínimos contenidos en la
alternativa táctica del K.A.S. (Coordinadora Abertzale Socialista)". (Ver anexo
nº 1).
Declaraciones
de ETA, que parecen coincidir con las efectuadas recientemente desde su cárcel
italiana por el dirigente de las Brigadas Rojas Renato Curcio a la revista española
Interviú: "La clase obrera no es un mito. El juicio del "proletariado
condicionado", cuya consciencia es manipulada y alienada no puede tomarse en
cuenta. Es un proletariado teleguiado, teledirigido...". "...La profundización de la crisis y el desarrollo de la lucha de clases podrán poner, a los
actuales proletarios condicionados, frente a la realidad de sus intereses de clase
y su juicio será entonces auténtico".
El mismo Renato
Curcio, en la citada entrevista, matiza aún más su pensamiento: "Existen
las condiciones y las fuerzas para transformar esta crisis en una revuelta
histórica por el socialismo", "El socialismo no es inevitable pero es
inevitable que toda la izquierda será llamada a definirse respecto a este combate".
¿Tienen razón
los defensores de la lucha armada como única vía revolucionaria hacia el
socialismo? En cualquier caso: ¿qué socialismo? Askatasuna ya ha comentado repetidamente en sus páginas
aspectos de la línea política de ETA y criticado su dirigismo y autoritarismo marxista-leninista,
así como la lucha por un Estado vasco que consideramos utópica y en última
instancia negativa, así como la lucha armada aislada de la acción comunitaria
de los trabajadores-ciudadanos que se convierte en elitista y genera burocracias
dictatoriales y que en definitiva lleva el combate al terreno del enemigo, más
poderoso, mejor dotado, etc. e imposible de vencer en su zona estratégica última:
la militar... ¿Pero condenar a ETA? Hoy, ¿con la opresión y manipulación de que
somos objeto por parte del poder? ETA puede ser y quizás lo sea ya, el último recurso
de la desesperación de una fracción de un pueblo que prefiere morir luchando que
malvivir oprimido y negado...
Ya lo decía mosén
Xirinachs al diario vasco Egin (marzo-78). "La lucha armada en Euskadi, me la explico -y
no lo tome nadie a mal- como una respuesta del inconsciente social vasco debido
a la pervivencia hasta hace muy pocos siglos, de su modo económico y social
pre-capitalista. Un inconsciente social más arraigado en Guipúzcoa, donde el capitalismo
está menos concentrado, donde aún quedan restos del modo de vida tradicional,
etc. Por ahí explico la respuesta militar, -emparentada con las luchas
carlistas, sino en la ideología, sí en sus causas profundas- y por mucho que
les pese a los madrileños, la encuentro muy sana. Es una lucha armada defensiva
en el territorio propio, una violencia secundaria respondiendo a una violencia anterior.
Sin embargo, considero que esta actitud es infantil y peligrosa en el momento
actual". "Creo que la anexión de Euskadi al Estado español no es
voluntaria sino forzada -lo confirman las últimas declaraciones de Gutiérrez Mellado-
y que si algún pueblo tiene derecho a la autodeterminación, ese pueblo es
Euskadi".
Como podemos
constatar hoy, más de 200.000 votos de Herri Batasuna apoyan moralmente la
lucha de los etarras y hacen difícilmente manipulable y recuperable por el
sistema -incluso vía izquierdista- la acción anticapitalista de ETA.
¿A dónde va ETA?
Del modo más breve
posible, dado el espacio disponible, vamos a dejar hablar a la propia
organización vasca para aclarar este aspecto fundamental, por si no lo hemos
dejado suficientemente esclarecido.
“ETA
intentará existir y luchar del modo más adecuado hasta la creación de un estado socialista
vasco, independiente, reunificado y euskaldun”. Esta es su estrategia, lo que motiva su existencia y
su lucha a largo plazo.
ETA es
consciente del problema planteado en Euskadi por los trabajadores emigrantes de
la comunidad castellana, gallega y andaluza principalmente, y afirma luchar por
su integración total a la comunidad vasca de pleno derecho si así es su voluntad,
de lo contrario se trataría de elaborar un estatuto de minoría para esta
comunidad emigrante basado en un profundo respeto mutuo.
En el último Zutik, revista de ETA, esta organización pone en claro, una
vez más, sus propósitos con relación al Estado vasco por el cual lucha:
"propone la destrucción del Estado burgués y su sustitución por un Estado
de los trabajadores que permita a éstos terminar con los últimos residuos de poder
político y económico de la clase burguesa".
"Cumplida
esta tarea de transición socialista y desaparecidas las clases sociales, ETA
considera que el Estado deja de tener sentido, pues se hace innecesaria su
función coercitiva y represiva. Asumidas progresivamente por los trabajadores
las labores administrativas y de gestión social, el Estado tendería pues a
diluirse". Punto de vista, como se ve, clásico del marxismo-leninismo (El Estado y la Revolución).
"Un
estado vasco independiente es hoy para nosotros el único marco posible para el
ejercicio de la soberanía del pueblo vasco". Base programática fundamental
del nacionalismo respecto a su idea de la "libertad" nacional de un
pueblo, siempre ligada para ellos, a la posesión de un Estado propio. Pero al
mismo tiempo se nota en la lectura de sus últimos textos políticos la
influencia en su ideología marxista-leninista sobre el Estado y la dictadura
del proletariado del debate del momento en Europa sobre estos aspectos
fundamentales de las alternativas socialistas hoy en crisis. Intentan los
nuevos ideólogos etarras "explicar" los aspectos generalmente más depasados
y de mal efecto añadiendo: "La dictadura del proletariado no significa
dictadura de un partido y menos aún dictadura de una fracción
burocrática".
Y afirman
respecto a la independencia: "Nosotros no deseamos ser un freno ("en
el sentido de la integración política y económica de las naciones") a este
proceso, sino por el contrario, perseguimos favorecerlo", "...una vez
logrado el Estado vasco (como ejercicio de la soberanía nacional), que ha de
buscar su lugar en el proceso de integración supranacional citado".
En un sentido
de autocrítica, ETA reconoce que desde la muerte de Carrero su tesis de que la
lucha armada tenía un carácter prioritario sobre la lucha de masas era un
análisis idealista (citado por Idoyaga en Hoja del
Lunes de Bilbao 20/3/78): "Nosotros
somos partidarios del ejercicio de la supremacía política del proletariado, pero
no podemos afirmar ex-cátedra que dicho predominio haya de imponerse por medio
de un estallido violento y una prolongación represiva sobre la burguesía. Si a
la clase obrera se le permite organizar y ejercer su voluntad libremente, la
toma del poder por ella se realizará pacíficamente y paralelamente a su toma de
conciencia. Su predomino se manifestará entonces simplemente en el ejercicio
democrático del derecho de la mayoría a imponer su voluntad a la minoría".
ANEXO:
(Documentos base para la negociación y el alto el fuego en Euskadi entre ETA y el gobierno reformista del capitalismo
en el Estado español),
Anexo nº 1
Alternativa
de KAS: (Aceptada por ETA como puntos mínimos)
Frente a la
situación presente, KAS ha presentado y defendido la alternativa que a su parecer
mejor recoge y defiende los intereses globales del pueblo trabajador vasco, y que esquemáticamente se podría concretar en:
- Amnistía
total.
- Libertades
democráticas plenas.
- Mejoras
generalizadas en las condiciones de vida de los trabajadores.
- Retirada de
las fuerzas represivas y fin de la represión.
- Auto-gobierno
para Euskadi, basado en el Estatuto Nacional de Autonomía, con amplias
atribuciones y el derecho de autodeterminación.
- Oficialidad
del Euskera, gestión democrática de las ikastolas (escuelas) y defensa de su
pluralismo ideológico, escuela pública euskaldun (vasca).
- Celebración
inmediata de elecciones municipales.
- Constitución democrática avanzada.
- Constitución democrática avanzada.
Todas y cada
una de estas medidas favorecen al pueblo y están en contra de los grandes
privilegiados, por eso las presentamos, defendemos y hacemos públicas.
Nuestras
condiciones son claras y sencillas.
Anexo nº 2
(Zutik nº 69 - Febrero 1978)
Programa a
conseguir ETA
Marcarse como
objetivos tácticos la independencia o la nacionalización de los medios de
producción supondría una utopía por cuanto tales objetivos no son compartidos a
la vez por un amplio sector popular y por cuanto exigen el triunfo total sobre
las fuerzas armadas españolas, tarea imposible de cubrir a nivel táctico.
Pero
consideramos que hay cuatro objetivos políticos que suponen, no sólo las
condiciones mínimas para una convivencia democrática en Euskadi Sur, sino
también las bases para progresar hacia la creación de un Estado Socialista
Vasco Reunificado e Independiente:
- Amnistía
total.
- Legalización
de todos los partidos políticos, incluidos los independentistas sin necesidad
de rebajar sus estatutos.
- Expulsión
de Euskadi de la G.C., P.A. y C.G.P.
- Estatuto de
Autonomía que cuando menos llene los siguientes requisitos:
- Entrada en
vigor en las cuatro regiones históricas de Euskadi Sur a la vez.
-
Reconocimiento de la Soberanía Nacional de Euskadi. Derecho a la autodeterminación
incluido el derecho a la creación de un Estado propio e independiente.
- Reconocimiento
de los lazos nacionales existentes entre Euskadi Norte y Euskadi Sur.
- El euskera
lengua oficial prioritaria de Euskadi.
- Las fuerzas
de defensa ciudadana que sustituyan a las actuales represivas, serán creadas
por el Gobierno vasco y dependientes únicamente de él.
- Las fuerzas
armadas acuarteladas en Euskadi estarán bajo control del Gobierno vasco.
- El Pueblo
Vasco estará dotado de poderes suficientes como para dotarse en cada momento de
las estructuras económicas que considere, social y políticamente, más
convenientes para su progreso y bienestar.
Estos objetivos
no sólo son negociables por la burguesía española a cambio del asentamiento de
su programa de reforma en el resto del Estado, sino que son ya hoy asumidos por
una gran mayoría de la población de Euskadi Sur.
ETA pues
anuncia que este programa constituye las bases mínimas para un alto el fuego.
Mientras estos objetivos no se logren continuaremos luchando en la medida de nuestras
posibilidades.
Gracias por recuperar el documento. En cuanto a vuestros 'fraternalmente libertarios' comentarios hechos de rumores malintencionados y te4giversadores... ¿que deciros?: ¡que la ideología (como religión salvifica) os muestre el camino hacia la felicidad!, eso como mínimo. Salud, de mientras.
ResponderEliminaraskatasuna.libertad.orrantia
por si os resulta útil y saludable para conocer otros puntos de vista de "la verdad" historica de aquel entonces.
Mikel Orrantia Diez, "Tar" (Abril de 2013)