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22 de julio de 2012

Autopista R2: crónica de un fracaso anunciado

Pegatina AEDENAT de Madrid (Archivo La Alcarria Obrera)

La crisis económica que sufrimos los españoles, y que por voluntad de las élites dirigentes se ha convertido también en una crisis política y social, parece no tener responsables y se nos quiere convencer que ha sido producida por un accidente imprevisto o por culpa de los ciudadanos. Sin embargo, sobran pruebas de que esta crisis tiene unos responsables y que no somos nosotros. A los alcarreños y madrileños se les informa que la Autopista R2, que une Madrid con Guadalajara, es deficitaria y que el Estado tiene que acudir en apoyo de las empresas concesionarias. Nada se dice de que esta vía de peaje ya había sido prevista en 1979 y en 1995, y que ya entonces se alzaron voces, minoritarias y silenciadas, que anunciaban su fracaso y denunciaban sus peores consecuencias. Reproducimos el Manifiesto que la Coordinadora contra las Autopistas, en la que estaba DALMA, hizo público en junio de 1979 para pedir el apoyo de los recién estrenados Ayuntamientos democráticos a las alegaciones que se habían presentado contra su construcció y el documento de la CNT de Guadalajara que hizo público en febrero de 1996 intentando abrir un debate que no se produjo por incomparecencia de los que entonces defendían la Autopista y hoy nos dicen que es deficitaria.

MANIFIESTO DE LA COORDINADORA CONTRA LAS AUTOPISTAS DE MADRID
Ante la proximidad de la fecha del 30 de mayo en que expira el plazo de presentación de ofertas por parte de los posibles grupos concesionarios para la construcción de las autopistas de Peaje A-II y A-IV (Madrid-Barcelona y Madrid-Toledo), esta Coordinadora quiere hacer patente su más firme rechazo de este proyecto elaborado por el MOPU (Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo), no sólo porque creemos que la construcción de las mencionadas autopistas no van a solucionar los problemas de transporte de las zonas afectadas, sino, asimismo, por la forma en que se ha llevado a cabo el planeamiento de dichas infraestructuras, sin ninguna participación vecinal y sin tener en cuenta los gravísimos problemas de todo tipo que hoy día tienen planteados estas áreas periféricas.
Esta Coordinadora, que se creó en Noviembre del año pasado, ha denunciado repetidas veces que la construcción de las autopistas A-II y A-IV no solucionará los problemas de transporte actualmente planteados, ya que su construcción:
-potenciará el crecimiento de dichas zonas, al trascurrir sus trazados por terrenos rústicos, lo que n hará sino agravar los problemas presentes. En este sentido, los únicos interesados en estos proyectos serían, además de los futuros concesionarios por el fabuloso negocio existentes tras este tipo de concesiones que ya ha sido ampliamente denunciado en multitud de publicaciones, las grandes actuaciones urbanísticas que se podrán desarrollar en las zonas adyacentes a estas autopistas.
-implicará un alto coste de construcción y un alto consumo de espacio, así como un elevado consumo energético. Este último punto adquiere aún mayor relevancia ante la gravedad de la crisis energética que atravesamos.
-supondrá un fuerte impacto medio ambiental: ruido, contaminación atmosférica…
-incrementará los niveles de congestión existentes, al potenciar el transporte privado en detrimento del público, siendo el transporte privado el menos eficiente para las relaciones centro-periferia.
-supondrá, debido a su característica de utilización de peaje, el que la población residente en estas áreas, que en su mayoría posee unos niveles de ingreso muy reducidos, se vea imposibilitada de usar para sus desplazamientos cotidianos esta infraestructura.
Por esta serie de razones, la Coordinadora se opone a la realización de esos proyectos y propugna una alternativa cuyas líneas generales ya ha desarrollado en distintos documentos, y que se podría concretar, en forma resumida, en los siguientes puntos:
-frenar el crecimiento de estas áreas, que no hace sino agravar los problemas existentes.
-potenciar el equilibrio de población-empleo y población-equipamiento de estas áreas, con el fin de reducir al máximo las necesidades de transporte.
-favorecer el transporte colectivo en relación al privado para solucionar los problemas de transporte que actualmente se plantean: -mejorando y potenciando el servicio ferroviario subterráneo y –mejorando y potenciando el servicio de las actuales líneas de autobuses.
-ordenar el tráfico de los núcleos afectados (semáforos, pasos de cebra, señalización…), priorizando al máximo el transporte peatonal.
-congelar los niveles de las tarifas existentes, así como que se considere el tiempo de transporte como tiempo de trabajo.
Así pues, esta Coordinadora ante la proximidad de la fecha de finalización del concurso, y ante la nueva coyuntura creada por la celebración de las Elecciones Municipales, quiere emplazar a los Ayuntamientos afectados por el trazado de esta autopista, en su gran mayoría controlados por fuerzas de la izquierda que en su día (y en concreto durante el período electoral) se pronunciaron en contra de estos proyectos, para que se definan en contra de la construcción de estas autopistas, y vean si asumen la alternativa elaborada por esta Coordinadora y, en especial, este Manifiesto.
En este sentido, la Coordinadora convocará a finales de este mes de Mayo a los Alcaldes de las zonas afectadas con el fin de realizar un acto público de oposición al concurso para la construcción de las autopistas de peaje A-II y A-IV.
Asociaciones de Vecinos San Fermín, Villaverde Bajo, San Cristóbal, La Unión de Almendrales, Usera, Orcasur, Poblado Dirigido de Orcasitas, Villaverde Alto, Juan de la Cierva y Alhóndiga de Getafe, Cervantes y Universidad de Alcalá de Henares, La Elipa, Pinto y Canillejas.
Grupos ecologistas AEPDEN, GATO, Grupo Ecologista de Alcalá de Henares, DALMA de Guadalajara, Grupo de Transporte del Sur y Colectivo La Arroba.
Madrid, 10 de mayo de 1979.

LA AUTOPISTA MADRID-GUADALAJARA Y EL DESARROLLO PROVINCIAL
La posible construcción de una Autopista entre Madrid y Guadalajara, primer tramo de un proyecto más ambicioso para unir la capital y el valle del Ebro, parece haber despertado últimamente el interés de nuestras autoridades y de nuestros representantes políticos.
Una extraña unanimidad en torno a este proyecto se refleja en los medios de comunicación de la provincia; da la impresión de que aquí todos queremos autopista y que, además, la quere­mos pronto.
No tiene nada de extraño, pues parece que el desarrollo de nuestra tierra y el progreso de su gente dependen de la construcción de obras públicas faraónicas; y sin embargo la experiencia nos demuestra que ni las centrales nucleares, ni el trasvase Tajo-Segura (y sus compensaciones), ni las presas y embalses han permitido el despegue económico de Guadalajara. Por ello queremos abrir un debate que consideramos necesario.
Desde CNT, pensamos que el bienestar de los alcarreños no sólo no va a aumentar si profundizamos el actual modelo de desarrollo económico, sino que, por el contrario, nuestra calidad de vida sólo podrá mejorar si cambiamos el vigente sistema económico y social.
Por eso mismo nos oponemos a la construcción de la Autopista Madrid-Guadalajara. En primer lugar porque con su puesta en marcha optamos por potenciar el transporte individual frente al colectivo, que es más barato, más limpio y puede, y debe, ser más cómodo. En segundo lugar, porque las autopistas aumentan las diferencias sociales en un sector, los transportes, que debe ser considerado un servicio público: habrá viajes de primera (por la autopista) y de segunda (por la autovía). Y, en tercer lugar, porque las autopistas suponen una agresión al territorio que modifica brutalmente el medio natural afectado.
Pero incluso quienes defienden su construcción atendiendo a criterios capitalistas o regionalistas tienen, según nuestro punto de vista, sobradas razones para oponerse a la autopista. Ante todo, porque este proyecto es un evidente despilfarro del dinero público y una dudosa inversión para el capital privado. La Autovía de Aragón satisface ampliamente las necesidades de comunicación en el Corredor del Henares y los problemas que aparecen ocasionalmente (atascos en horas punta, algunos accesos) están a punto de resolverse con el ensanche a tres carri­les del tramo Alcalá-Torrejón y otras obras en proyecto o ya adjudicadas. Es mejor dedicar las inversiones a mejorar la actual Autovía que a construir una nueva vía de gran capacidad.
Por no hablar de las mejoras, más que necesarias imprescindibles, que con ese dinero se podrían realizar en la red provincial de carreteras. Las autopistas acortan las largas distancias pero dificultan los desplazamientos cortos en las localidades que atraviesan.
Debemos recordar, por último, que este proyecto de hacer una autopista entre Madrid y Guadalajara no es nuevo, y por lo tanto tampoco es urgente. Hace casi veinte años se elaboró una propuesta similar que, finalmente, fue rechazada como inviable por el propio Ministerio de Obras Públicas; entre otras cosas, porque preveía una población residente en el Corredor del Henares de 800.000 habitantes, cifra que ni ha habido, ni hay ni parece probable que haya a corto plazo.
Las autopistas intentan solucionar, a nuestro juicio equivocadamente, el problema del transporte de una población y aquí se quiere resolver un inexistente problema de transporte para atraer a una futura población. Eso es como poner el carro antes que los bueyes.
Federación Local de Guadalajara-CNT
Guadalajara, febrero de 1996

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