La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

18 de enero de 2009

Carta a Lenin de Piotr Kropotkin

Pegatina del PCPE, 1987 (Archivo La Alcarria Obrera)

El día 21 de diciembre de 1920 el anarquista ruso Piotr Kropotkin, retornado a Rusia desde su exilio londinense después de la caída de la autocracia zarista, escribió la presente carta a Vladimir Ilich Ulianov Lenin, líder de partido bolchevique y principal dirigente del nuevo Estado soviético. En su misiva, el viejo revolucionario pedía a los comunistas un trato justo y respetuoso para los prisioneros políticos, convencido de que traicionar la coherencia entre fines y medios, clave en el ideario libertario, arrastraría a la revolución soviética a caer en los mismos abusos que Kropotkin y Lenin habían sufrido bajo el reinado de Nicolás II. La guerra que por entonces enfrentaba a los milicianos anarquistas ucranianos de Nestor Majno y a los soldados del ejército blanco de Piotr Wrangel no impedía a Kropotkin pedir un trato humano, y por lo tanto revolucionario, para sus más feroces enemigos.

Dmitrov, 21 de diciembre de 1920
Respetable Vladimir Illich:
Ha aparecido la noticia, en los diarios Izvestia y Pravda que da a conocer la decisión del gobierno soviético de tomar como rehenes a algunos miembros de los grupos de Savinkov y Cherkov del partido socialdemócrata, del centro táctico nacionalista de los guardias blancos, y a oficiales de Wrangel, para que, en caso de que sea cometido un intento de asesinato contra los líderes de los soviets, sean "exterminados sin piedad" tales rehenes.
¿Es que realmente no hay nadie cerca de usted que recuerde a sus camaradas y les persuada de que tales medidas representan un retorno al peor periodo de la Edad Media y de las guerras religiosas, y es totalmente decepcionante de gente que se ha echado a cuestas la creación de la sociedad en consonancia con los principios comunistas? Cualquier persona que ame el futuro del comunismo no puede lanzarse a lograrlo con tales medidas.
¿Es posible que nadie le haya explicado lo que realmente es un rehén? Un rehén es aprisionado no por castigo a algún crimen. Es detenido para chantajear al enemigo con su muerte. "Si ustedes matan a uno de los nuestros, nosotros mataremos a uno de los suyos". Pero, ¿no es esto la misma cosa que conducir al prisionero cada mañana hasta el cadalso y regresarlo a la celda, diciéndole: "Espera un poco más, todavía no"?
¿Y no comprenden sus camaradas que esto es equivalente a una restauración de la tortura para los rehenes y sus familias?
Espero que nadie me diga que la gente en el poder se interesa tan poco por las vidas. Hoy en cita aún entre los reyes hay algunas personas que contemplan la posibilidad del asesinato como una "ocupación azarosa". Y los revolucionarios, por su lado, asumen la responsabilidad de defenderse a sí mismos ante las Cortes que atentan contra su vida. Luisa Michel eligió este camino. O rechazan el juicio y son perseguidos, como Malatesta y Voltairine de Cleyre.
Aún los reyes y los papas han rechazado tan bárbaro método de autodefensa como lo es el de tomar rehenes. ¡Cómo pueden los apóstoles de una nueva vida, y los arquitectos de un nuevo orden social dotarse de tales medios de defensa contra sus enemigos! ¿Tendrá que considerarse esto como un signo de que ustedes consideran su experimento comunista fallido y que no están salvando tanto a ese sistema tan querido para ustedes, sino salvándose ustedes mismos?
¿No se dan cuenta sus camaradas de que ustedes, comunistas, a pesar de los errores que hayan cometido están trabajando para el futuro, y que por lo mismo, no debían realizar su trabajo en forma tan cercana a lo que fue el terror primitivo? Ustedes deberían saber que precisamente estos actos, realizados por revolucionarios en el pasado, han hecho de las nuevas realizaciones comunistas algo tan difícil de lograr.
Pienso que deben tomar en cuenta que el futuro del comunismo es más precioso que sus propias vidas. Y me alegrarla que con sus reflexiones renuncien a este tipo de medidas.
Con todo y estas muy serias deficiencias, la revolución de Octubre ha traído un enorme progreso. Ha demostrado que la revolución social no es imposible, cosa que la gente de Europa Occidental ya habla empezado a pensar. Y que, a pesar de sus defectos está trayendo algún progreso en dirección a la igualdad.
¿Por qué entonces golpear a la revolución empujándola a un camino que la lleva a su destrucción, sobre todo por defectos que no son inherentes al socialismo o al comunismo, sino que representa la supervivencia del viejo orden y de los antiguos efectos destructivos de la omnívora autoridad ilimitada?
Con camaradería y afecto.
Piotr Kropotkin

15 de enero de 2009

La muerte de Pí y Margall, de Ricardo Mella

Francisco Pi y Margall fue, sin duda ninguna, el patriarca de las mejores corrientes políticas de la España contemporánea. Presidente de la Primera República y líder natural del republicanismo, traductor al castellano de las obras de Pierre Joseph Proudhon y, por eso mismo, introductor del anarquismo en nuestro país, primer teórico del federalismo hispano... Una agitación ideológica que corría pareja a su infatigable labor política y a su concienzuda producción intelectual. Un protagonismo público que sólo podía ser compatible con una intachable ética privada. A su muerte, en el año 1901, el teórico anarquista Ricardo Mella escribió en el número de La Revista Blanca publicado el 15 de diciembre de ese año este sentido artículo, merecido homenaje del movimiento libertario al federal con quien tantos lazos unían.

Fui su discípulo. Niño aún, en el agitado periodo del 73, mi buen padre, federal enragé, dábame a leer todos los periódicos, revistas y libros que entonces prodigaba el triunfante federalismo. Después, puede decirse que se moldeó mi cerebro con las doctrinas de Pi y con sus traducciones de varias obras de Proudhon.
No fui federal mucho tiempo, pero siempre guardé y guardaré respeto y admiración para el hombre y sus ideas. Creo que ha sido en España el cerebro de la revolución, de las ideas genuinamente progresivas. A un lado sus peculiares puntos de vista, Pi tenía tan amplias concepciones, tan claras y precisas formas de pensamiento, tan cerrada y firme lógica, que ningún hombre sinceramente revolucionario podía reconocer su justicia, su probidad, su noble y severa y tranquila grandeza. Quiérase que no, su influencia traspasa los linderos del partido. Era Pi y Margall un verdadero genio de la revolución. Así ha tenido y tiene el aplauso de todos los revolucionarios; y los que no lo son doblan humillados la cabeza y se hacen lenguas de las cualidades personales del hombre, ya que no puedan, por un resto de pudor, reverenciar sus ideas.
Pero ¿a qué ponderar lo que está fuera de discusión?
Fue su muerte tan modesta como su vida. Si Bonafoux, con verdadero dolor, no halló en la prensa de París respecto de Pi lo que se prodigó a Cánovas, ¿qué importa? Con todas estas galeradas de menuda letra que duran un día, Cánovas, todos los que deben al éxito gubernamental un renombre, pasarán, pasarán pronto, olvidados del mundo. Pi y Margall quedará como una luz que nunca se apaga. Son las condiciones de un Pi, su labor tranquila pero porfiada, su lucha tenaz por los ideales, sin vanidades, sin ruidos, sin aparato, las que enseñan a los pueblos y los adiestran en el dificilísimo arte de ser dignos de sí mismos.
Sus ideas filosóficas, más que políticas, perdurarán en el pueblo español como verbo de la revolución venidera. Sin los compromisos de partido, Pi hubiera sido el hombre de todos los revolucionarios.
Su muerte producirá en el seno de la política española una gran descomposición. No se apaga en vano la voz del justo.
Mantenía Pi con su ejemplo, con su firmeza, con su sencillo y diáfano razonar, con su gran consecuencia y su tenaz carácter, al partido federal virgen de las concupiscencias políticas. Manteníalo a la altura digna de él, única esperanza, en lo político, de redención para el país.
Pero, y perdónenme los federales sinceros, ¿continuará el partido las tradiciones de aquel grande hombre?
A muchos de aquellos he oído distintas veces afirmar que la muerte de Pi sería la muerte del partido federal.
Creo que, en efecto, el federalismo no será ya en España lo que fue. Hay demasiadas concomitancias políticas alrededor de la idea federal, y demasiada confusión en el campo de la democracia, del autonomismo, del regionalismo, para que el ideal filosófico por excelencia se conserve puro en las alturas a que lo llevara el que acaba de morir. Hay, además, pocos hombres de valer y de la fe y de la perseverancia de Pi y Margall, poco de ese gran espíritu de justicia que le animaba para que el federalismo continúe ofreciéndose como el paladín de lo venidero.
Creo más; creo que la muerte de Pi influirá así mismo en los demás partidos avanzados, incluso el socialismo y el anarquismo. Se ha roto una fortísima anilla de la cadena revolucionaria. Pi tenía ideas socialistas y anarquistas. Pese a los buscadores de nimiedades, a los espíritus cortos de entendederas o raquíticos de horizonte, Pi no hacía obra de partido, menos obra de sectario. Y si su ideal no cristalizó en una forma cerrada de las varias que sirven de comodín para ahorrarse el trabajo de estudiar y pensar por cuenta propia, tendió, en cambio, sus vigorosas raíces por todo el campo del revolucionarismo. He aquí porque era el verbo y la sustancia de las ideas nuevas aún no comulgando en ellas, con el debido encasillamiento.
¿Qué era el jefe de un partido y que como tal procedía? En mil ocasiones no fue jefe ni hombre de partido. Sus obras mejores son obras de filosofía puramente revolucionaria, sin dogmas, sin convencionalismos, de una sinceridad verdaderamente ejemplar.
Sin que piense yo que ningún hombre es indispensable, no puedo ni quiero prescindir de la consideración de que son los hombres instrumentos cuando menos, actores muchas veces, en el desenvolvimiento de la evolución humana. Producto del mundo en el que viven, son, al propio tiempo, factores del mundo que viene. El dogmatismo del medio ambiente me es tan repulsivo como cualquier otro.
He aquí porque creo que la muerte de Pi y Margall alterará la situación política del país afectando a los partidos más avanzados.
La disgregación del partido federal es fatal a la corta o a la larga. De él se nutrieron antes las filas del socialismo y del anarquismo. De él se nutrirán ahora por que quedará de Pi su obra filosófica y perecerá su obra de partido. Los federales sinceros, los que aprendieron del jefe las ideas generosas de redención humana, se desprenderán del federalismo político como se desprende del árbol la fruta madura. Los federales políticos, los que llevan del federalismo no más que las formas exteriores y el pensamiento mecánico de su funcionalismo, irán a formar tal vez nuevos grupos con sus afines los demócratas descentralizadores y los regionalistas. Aburguesaran el partido, y tendremos un núcleo más de aspirantes a hacernos dichosos por medio de la panacea legislativa y gubernamental.
Hace tiempo que esta descomposición viene hincada en el partido federal. Solo la gran autoridad moral de Pi ha podido contenerla. Ahora saldrá a la superficie sin que nada ni nadie pueda contenerla.
La consecuencia no será dañosa para las ideas revolucionarias. Las afinidades de antiguo reveladas entre ciertos elementos federalistas y los anarquistas, reforzaran ahora la tendencia más radical del socialismo. Bien venidos sean los que, inspirándose en el maestro vengan a nosotros con sinceridad, con nobleza, perseverantes para la lucha.
De Pi y Margall han aprendido muchos, aprenderán, deberán aprender no pocos a ser dignamente revolucionarios, espíritus sobre todo justos, sin soberbia, sin aparato, sin vanidad. Y esto en todos los partidos de la revolución, socialistas o anarquistas. Porque de estas condiciones, que apenas dan nombre, que no ocupan ni un tercio de una columna de periódico, que no ensordecen a la gente con la alabanza sin medida y el aplauso sin tasa, que no atormentan a las generaciones con la logorrea fastidiosa y cansina de la elocuencia de plazuela, de esas condiciones, digo, son los hombres que en verdad consagran su existencia al bienestar de sus semejantes.

13 de enero de 2009

La Regional Norte de CNT en 1936

La CNT celebró su segundo congreso extraordinario en la ciudad de Zaragoza, sede de su Comité Nacional, en los primeros días de mayo de 1936. Al mismo asistieron representantes de treinta y cinco sindicatos, que agrupaban a más de 7.000 afiliados, organizados en la Confederación Regional del Trabajo del Norte, que abarcaba las provincias de Santander, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya y la comarca septentrional de la provincia de Burgos, que integraba sus sindicatos de las áreas del centro y del sur en la Confederación Regional del Centro. La Regional Norte era una de las más débiles en la CNT, allí donde la UGT tenía uno de sus feudos tradicionales, pero su presencia era significativa en Guipúzcoa y en los núcleos industriales de Santander.

REGIONAL NORTE
Provincia de Álava
Labastida: Oficios Varios 31
Vitoria: Oficios Varios 280
331
Provincia de Burgos
Miranda de Ebro: Oficios Varios 200
200
Provincia de Guipúzcoa
Irún: Ferroviarios 65
Pasajes: Industria Pesquera 910
Oficios Varios 200
Rentería: Único 73
San Sebastián: Camareros 39
Construcción 330
Madera 41
Metalúrgicos 96
Oficios Varios 103
Piel 74
Tolosa: Oficios Varios 130
2061
Provincia de Santander
Mataporquera: Oficios Varios 47
Reinosa: Metalúrgicos 168
Santander: Artes Gráficas 50
Construcción 1400
Espectáculos Públicos 19
Ferroviarios 47
Metalúrgicos 112
Oficios Varios 270
Petróleos 27
Transporte Marítimo 254
2394
Provincia de Vizcaya
La Arboleda: Grupo Sindical 37
Baracaldo: Metalúrgicos 540
Bilbao: Construcción 350
Ferroviarios 27
Metalúrgicos 130
Oficios Varios 220
Dos Caminos: Oficios Varios 85
Erandio: Único 361
Lejona: Único 42
Santurce: Oficios Varios 182
Sestao: Único 330
2304
Total representados: 7290