La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

16 de abril de 2010

La verdad sobre la USO de Guadalajara

La historia de la Transición es la historia de una derrota: la de la clase trabajadora. Puede discutirse si podía haberse escrito otro final para el franquismo, pueden establecerse comparaciones ventajosas para las libertades ciudadanas o señalar los avances de los derechos humanos antes y después de la Transición. Pero los derechos sociales, las ventajas conseguidas por la clase trabajadora en años de dura lucha y forzada clandestinidad se evaporaron poco a poco, sacrificadas en el altar de la conveniencia política, de la crisis económica, de la negociación entre clases. ¿Cómo es posible que la clase obrera fuese capaz de abortar el proyecto de un franquismo sin Franco y no pudiese conservar sus conquistas laborales? Sólo hay una respuesta: la traición de los sindicatos oficiales, correas de transmisión de los partidos. En Guadalajara también se repitió este mismo fenómeno, como se explica en este documento escrito hace treinta años por algunos antiguos miembros de su Secretariado Provincial.
Pegatina de USO, 1978 (Archivo La Alcarria Obrera)

LA VERDAD SOBRE LA USO DE GUADALAJARA
Desde el inicio de las Elecciones Sindicales, en septiembre de este año, han aparecido en la prensa de Guadalajara varios artículos y comunicados firmados por la USO, por alguno de sus afiliados, o en relación con esta central sindical. Si la libre expresión de las ideas es condición indispensable de democracia, el descarado falseamiento de la realidad ni lo justifica la batalla electoral ni debe de quedar sin respuesta por parte de los que hemos sido militantes de la Unión Sindical Obrera.
La USO nace en 1960 como resultado de las luchas sindicales emprendidas por las nuevas generaciones de trabajadores en las duras condiciones de clandestinidad y represión impuestas por el franquismo. Apareció en los primeros años de la década de los 70 en algunas industrias del corredor Madrid-Guadalajara instaladas en esta provincia, y aunque su implantación en Guadalajara no empieza a ser importante hasta 1978 ello no impide que, al iniciarse el nuevo proceso electoral, en Marzo de 1980, no contase con una treintena de delegados (Colgate, Vicasa, CMP, Centra, Sanidad…). Miente por lo tanto el Secretario Provincial de CCOO, Ernesto Bronchalo, cuando dice en una entrevista concedida al diario Guadalajara, que "la USO no existía antes de las elecciones sindicales". La USO existía, aunque UGT y CCOO la marginasen constantemente, impidiéndola incluso discutir los convenios colectivos que ella había denunciado en solitario (como el Convenio Provincial de Comercio de 1979).
Esta USO, que con tantas dificultades mantenía su presencia entre los trabajadores alcarreños, defendía un Sindicalismo Autónomo, Democrático, de Clase, Socialista y Autogestionario, por el que luchaba desde su fundación, que había adoptado en su Carta Fundacional de 1968, que había aprobado en su primer Congreso en 1977 y que había sido ratificado en su II Congreso Confederal de Noviembre de 1979.
Sin embargo, y ante la necesidad de alcanzar el mítico 10% en las elecciones sindicales que se avecinaban y que permitía gozar de representatividad en los órganos estatales, el sector que encabezaba el Secretario General Manuel Zaguirre, minoritario en el Sindicato pero mayoritario en el aparato burocrático, inicia un proceso de desnaturalización de la USO que provoca numerosas escisiones, principalmente la de la llamada Corriente Socialista Autogestionaria que encabezada por José María Corell se integra en CCOO. Con todo ello la mayoría de las bases, que se identificaban con el Socialismo Autogestionario, van abandonando el Sindicato. Estos problemas también salpican a Guadalajara y algunos delegados y afiliados abandonan el Sindicato Provincial.
En estas condiciones es fácil para Zaguirre convocar un Congreso Extraordinario en Septiembre de este año, en el que se decide retirar de los Estatutos y de la práctica sindical, el Socialismo Autogestionario. Este Congreso que alguien ha intentado presentar como una "demostración nunca vista hasta ahora en España de democracia" ("Hay que votar a la USO, claro", Guadalajara 28-noviembre-1980), no pasó de ser una farsa y una vergonzosa manipulación de la democracia. ¿Cómo entender sino que a la delegación de Guadalajara le adjudicasen más de 1.100 votos cuando, en aquel momento, tras algunas escisiones, el número de afiliados no llegaba al centenar?, ¿Cómo entender el que una vez iniciado el congreso todas las mociones tendentes a mantener en el Documento final el Socialismo Autogestionario se retiraron para apoyar todas ellas la presentada por el Sindicato de Basauri y una vez retiradas aquellas se forzó a retirar también ésta? ¿Por qué Zaguirre y su grupo no querían que se discutiese libremente en el Congreso el Socialismo Autogestionario?
Dada la situación provocada por el Congreso Extraordinario, a principios de octubre el Secretariado Provincial decide en una reunión dimitir y abandonar su afiliación en USO de forma casi unánime. Libre ya de lo que algún dirigente sindical nacional ha definido en nuestra provincia como "estos marxistas infiltrados", y obviada la definición como Sindicato Socialista y Autogestionario, la USO puede acoger en su seno a los sindicatos independientes. Y para ello llega incluso a quitar el cartel indicador de la sede del Sindicato. Motivo: en él figuraba el emblema de la USO: un puño cerrado. El camino está allanado ("La USO y los independientes", Guadalajara 16-noviembre-1980), y así la CTC, la Confederación de Trabajadores Cristianos, anuncia a bombo y platillo (véase su comunicado recogido en toda la prensa provincial) su incorporación a la USO. Incluso se convoca una rueda de prensa a la que, desgraciadamente para ellos, solo asiste un periodista: Domingo Cardero Prieto, dirigente provincial de FE-JONS.
Pero detrás de esta bonita fachada la realidad es que un solo afiliado de la CTC entre en USO. ¿Es este el éxito que permite a Hilario Franco hablar del fracaso de UGT al captar a los sindicatos independientes? (Guadalajara, 11-diciembre-1980). ¿Compensó la pérdida de la mayoría de afiliados del Sindicato la incorporación de este potente sindicato de la CTC?
Es entonces cuando la USO se lanza a la caza del delegado. Y para ello todos los métodos son buenos. Y más cuando contrastando con la precaria situación económica anterior, el dinero fluye a raudales, aunque de procedencia desconocida. Pero lo más importante es venderse al mejor postor, al Partido que más delegados regale a la USO, a cambio de sus siglas, desprestigiadas ya entre los trabajadores. Se inician contactos con las organizaciones patronales de Guadalajara, se pone al Sindicato en manos primero de la UCD, y como ésta no puede conseguir todos los delegados necesarios se entra en la órbita de AP. Hasta el punto de que dirigentes de UCD se reúnen diariamente con los nuevos responsables del Sindicato, venidos de Madrid, para planificar el trabajo diario. El resultado de este proceso de entreguismo es tal, que la mayoría de sus de legados deberían ser adjudicados en las estadísticas a UCD y AP.
Y la afirmación de la descarada manipulación de la USO no la hace una revista sensacionalista como Interviú, o un sindicato enemigo como CCOO o UGT, sino que la hacemos delegados, cuadros y militantes de la Unión Sindical Obrera, que contamos con pruebas y datos para demostrarlo. Por todo ello, afirmar, como gratuita y electoralmente se ha hecho, en diversos medios de comunicación de la provincia y de fuera de ella, que la opción de USO es "construir un sindicato independiente que luche por los derechos y reivindicaciones laborales fuera del control de un Partido" no se corresponde, desgraciadamente, con la realidad actual. La Unión Sindical Obrera, al menos en Guadalajara, ha dejado de ser el Sindicato Autónomo, Democrático, de Clase, Socialista y Autogestionario que fue hasta hace tres meses, para convertirse en lo que define Hilario Franco, de la propia Comisión Ejecutiva Confederal de la USO, tan atinadamente: "Un sindicato es amarillo cuando la patronal lo utiliza, lo cuida y lo potencia para servir a sus intereses"
Diciembre de 1980

30 de marzo de 2010

La FAI y los cincopuntistas

En el año 1965, forzado el régimen franquista a renunciar a su dogmático ideario fascista, no tuvo el general Franco y sus secuaces otra opción que apartar a los sectores más falangistas, que fueron progresivamente sustituidos por los tecnócratas vinculados al Opus Dei. Los falangistas, arrinconados en el sindicato vertical, quisieron utilizar a la CNT para reverdecer su revolución nacional-sindicalista y atraerse a una clase obrera que cada vez les repudiaba con más claridad. Apenas un puñado de viejos cenetistas apoyaron ese pacto entre la CNT y la CNS franquista, resumido en cinco puntos y de de ahí el nombre de cincopuntistas; contra ellos se manifestó la práctica totalidad de los anarquistas del interior y del exilio. Ofrecemos el documento elaborado por la Federación Anarquista Ibérica.
Entrevista a cincopuntistas, Índice, Barcelona, enero de 1965 (Archivo La Alcarria Obrera)

Desde hace varios meses teníamos conocimiento de una vasta maniobra del franquismo, dirigida a dar otro golpe a las Organizaciones Obrera que hoy como ayer aún son polo de atracción para los trabajadores, que están ya cansados de sufrir la explotación patronal y la “sindical”, su complemento. Lo que nunca podíamos creer es que hubiese sedicentes militantes de estas organizaciones –destruidas como tales por el régimen, pero vivas siempre en la conciencia de los trabajadores- que se prestasen a ese juego con el régimen franquista que padecemos (y que) piensa apuntalarse, legitimarse e ir tirando unos años más.
Menos podíamos suponer que entre esos sedicentes militantes se contasen antiguos militantes de la CNT; que hombres que se han llamado, y aún continúan llamándose “sindicalistas libertarios”, se prestasen a tal monstruoso engendro, del que sólo pueden salir dos cosas: fortalecido el régimen, renacida la CNS y desacreditados para siempre los hombres y las organizaciones que osen pactar con el franquismo y los franquistas.
Desgraciadamente, esto que nos resistimos a creer se ha producido. Circulan de pueblo en pueblo los documentos que los prueban y está en manos a la obra la Ponencia designada para elaborar las condiciones del compromiso y los estatutos de la criatura que esperan saldrá de acoplamiento tan contra-natura.
La Federación Anarquista Ibérica tiene que decir, con la potestad que le dan sus años de lucha y su heroica oposición al fascismo, que jamás, por ningún concepto, bajo ninguna excusa, por ningún precio, aceptará tal maniobra. Que condena y considera traidores a la causa de la libertad, a los hombres que a tal tarea se prestan, sin que para ello haya hoy disculpa alguna que atenúe su traición.
La FAI sabe que es un juego del enemigo y lo denuncia ante el pueblo. Juego que se hace con el consentimiento del propio Caudillo y con la aceptación tácita de las fuerzas que constituyen el andamiaje del régimen, con el que pretenden dar apariencia de renovación a los sindicatos verticales, al obtener la caución de un grupo de hombres… vencidos o vendidos.
La FAI declara y advierte que semejante tentativa no pasará. Que se opondrá con todas sus fuerzas, porque no es más que una fase de intento gironista tendente a hundir en el descrédito y en el ludibrio al antifascismo español, cuya más alta y consciente expresión ha sido la Confederación Nacional del Trabajo.
La FAI recerca a todos (que) por eso, por no aceptar tan infame papel fue asesinado el compañero Peiró, al que le planteó el dilema de: colaborar o morir.
No pedimos que todos los hombres tengan la misma entereza y el valor de Peiró y de muchos como él que prefirieron morir antes que traicionar, pero si decimos que nada podrá justificar lo que se está fraguando, por carácter individual que se le quiera dar. No hay más que una realidad; un grupo se ha puesto de acuerdo para terminar con la CNT –como si la CNT se le pudiera liquidar- a cambio de unas promesas, ventajas y sinecuras.
No se dan cuenta estos hombres que el fascismo no puede prometer nada a la clase trabajadora, no se dan cuenta que se han convertido en instrumentos estúpidos de una audaz maniobra.
Lo que pretendían ciertos intereses extranjeros: anular la CNT y la UGT fundiéndola en otra central amorfa, para así orientar otro sindicalismo cristiano, para asegurarnos fácilmente un régimen político semejante al, por ejemplo, de Alemania, el franquismo quiere hacerlo por su cuenta, y como anillo al dedo le ha venido la “oferta” hecha al Instituto de Estudios Sindicales (de Franco, claro está) por ese grupo de desgraciados que, creyéndose más astutos que Maquiavelo, lo que hacen es vender su conciencia –y si puede ser con ella a la CNT- por un plato de lentejas.
La FAI se yergue contra tal maniobra, se yerguen también los grupos clandestinos de la CNT, es decir se yergue la CNT, y con ella la Clase Trabajadora, que está y estará siempre a su lado.
Sabemos lo que arriesgamos antes los sicarios al formular esta denuncia pública y fijar nuestra posición, pero nada nos arredra. Sabemos también que al hacerlo en nombre de todos los anarquistas, expresamos la opinión de todos los hombres condenados al silencio.
Frente pues a todos los contubernios, maniobras, dejaciones e indignidades, está la federación anarquista, la FAI, y afirma que es, ha sido y será indefectiblemente leal a los intereses del pueblo y del antifascismo. Nada de común tenemos con el fascismo. Que nos separan ríos de sangre humana. Que nada puede esperarse del franquismo y que es deber de todos no prestar caución moral al régimen, no admitir juego alguno para salvar la dictadura. Ni muertos ni vivos nos perdonarían.
Nada del franquismo puede ser salvado, ni hombres ni organizaciones. Nada debe salvarse. La Falange menos que nada, sus grupos de “oposición” tampoco. Aparato exterior del despotismo y oligarquía militar, clerical y capitalista, el franquismo en todas sus manifestaciones se hundirá con las castas que lo crearon. No, la CNT no está detrás de esos Judas que osan hablar en su nombre.
La FAI puede afirmarlo, como puede declarar que ambas organizaciones continúan estrechamente unidas y continuarán luchando hasta la desaparición de la opresión de la península, hasta que caigan los tiranos que han ensangrentado su suelo de Norte a Sur, de Este a Oeste; hasta el aniquilamiento de todas las fuerzas maléficas que engendraron el fascismo y que hoy aparecen dispuestas a un cambio de forma, con el solo objeto de que nada cambie en el fondo de (esta) corrupta y cruel sociedad. ¡Muera el fascismo! ¡Fuera maniobras y pactos con él!
¡Hay que acabar con todo cuanto ha hecho de nuestro pueblo el estado de miseria, de esclavitud y de vergüenza en que se encuentra!
La FAI fija su atención y su actitud clara y concreta, sin vacilación, sin equívocos y sin claudicaciones, denunciando ante la opinión pública, y sobre todo ante la opinión obrera, a los que pretenden manchar la limpia, heroica y consciente trayectoria del antifascismo con pactos y ofertas que son escarnio y traición.
Federación Anarquista Ibérica (Comité Peninsular).
España, setiembre 1965

25 de marzo de 2010

Celso Gomis de excursión desde Huertahernando

Celso Gomis fue uno de los divulgadores científicos más interesantes del último cuarto del siglo XIX. Ingeniero de Caminos de profesión, realizó numerosos viajes por toda la geografía peninsular trabajando en distintos proyectos: carreteras, ferrocarriles, canales de riego... Apasionado de la ciencia, fue recogiendo datos y notas que luego incluía en sus libros de geografía, geología, ciencias naturales, matemáticas o lecturas escolares. Pero, además, Celso Gomis fue uno de los más destacados militantes de la Primera Internacional en España; se inició en política en el Partido Republicano Federal, pero se adhirió a la Alianza de la Democracia Socialista después de conocer a Mijaíl Bakunin. Activo anarquista en 1880 y 1881 pasó una temporada en tierras alcarreñas, sobre todo en Brihuega (localidad de fuerte presencia anarquista), planificando una nueva línea de tren que nunca llegó a construirse. Aquí reproducimos uno de sus artículos sobre su estancia en Guadalajara publicado en el Boletín de la Asociación de Excursiones de Cataluña.

DE HUERTAHERNANDO A LA OLMEDA DE COBETA PASANDO POR BUENFUENTE
Huertahernando, cuyo aspecto contrasta notablemente con lo harmonioso de su nombre, es un pueblo de unos cuatrocientos habitantes y, como casi todos los de esa parte de la provincia de Guadalajara, está situado a gran altura sobre el río.
Generalmente en todas partes en que hay ríos, los pueblos suelen levantarse en la orilla de ellos; pero en esta comarca sucede precisamente todo lo contrario. Las poblaciones se encuentran, salvo raras excepciones, en lo alto de las mesetas y los ríos corren a una o dos horas de distancia de ellas y a un nivel de 300 a 400 metros más bajo que el de aquellas.
Y es que tampoco he visto en ningún punto de España los ríos tan profundamente encajonados como en esta provincia. Quien haya ido de Zaragoza a Madrid por el camino de hierro no habrá podido menos de observar lo muy encajonado que corre el Henares entre Sigüenza y Guadalajara. Y lo mismo pasa con el Tajo, el Tajuña, el Ablanque y la Pelegrina. Brihuega se encuentra lo menos a 100 metros sobre el Tajuña, y Canales del Ducado, Sacecorbo, Esplegares y Huertahernando se encuentran de 300 a 500 metros sobre el Ablanque.
Como los barrancos que desde las mesetas desaguan en estos ríos son también muy profundos, resulta que todos los caminos de este país son una no interrumpida serie de subidas y bajadas.
Cuando aquí os digan que un camino es llano como la palma de la mano, podéis esperar cuando menos encontraros con un camino tan accidentado como el de Segovia a San Cucufate del Vallés pasando por el atajo. Y es que todo es relativo; y como aquí no conocen las llanuras, para sus habitantes es llano todo lo que no es tan pendiente como algunos de los caminos a que están acostumbrados.
Mas volvamos a Huertahernando. Este pueblo no tiene otra cosa notable más que su gran suciedad y la circunstancia de ser muy húmedo, a pesar de estar situado en un punto muy elevado. Esta humedad no puede atribuirse más que a la cimentación de sus casas en la caliza que les sirve de asiento, roca que por su compacidad es altamente impermeable.
Durante la Guerra de la Independencia, Huertahernando fue habitado durante algún tiempo por la Junta Suprema del Reino, y esto, que fue un honor para este pueblo, fue también causa de su desgracia, pues los franceses entraron en él a saco y no dejaron piedra sobre piedra. Lo único que en él se conserva que sea anterior a dicha guerra, son los cuatro gruesísimos muros de un antiguo castillo convertido hoy en casa habitable.
A unos dos kilómetros al E. de Huertahernando hay un sitio conocido con el nombre de Collado del Castillo, que, según la tradición, sirvió de asiento a un castillo de moros; pero yo he encontrado en él fragmentos de alfarería que no me permiten dudar de su procedencia romana. Lo poco que se conserva de los cimientos de aquel castillo es de piedra en seco, sin vestigios de mortero. Yendo de Huertahernando a Buenafuente, este collado queda a la izquierda.
Al pasar del término de Huerta al de Buenafuente, se observa un cambio muy notable. Los bosques, que en aquél están completamente descuidados y van desapareciendo poco a poco, en éste están muy bien conservados, por más que de vez en cuando se vean en ellos algunos claros en los que empiezan a verdear los sembrados. Esto es debido a que los primeros son del común, y como dice el refrán, lo que es del común no es de ningún, en tanto que los segundos son de propiedad particular.
El Estado vendió todos los bosques de este país a particulares, quienes los volvieron a vender a los pueblos, y éstos, sin duda por temor de aquél se los volviese a quitar, se han dado tal prisa a talarlos, que hoy han desaparecido casi por completo.
Nunca he comprendido porque en España no hay nadie que no procure destruir lo que es de todos, siendo así que me parece que lo lógico sería que todos y cada uno tratasen de conservarlo como cosa propia. Es ésta una de aquellas rarezas que sólo en nuestro país se ven.
Hacía ya tiempo que no había visto bosques de encinas, de robles ni de pinos, como los que tengo delante, ni en mi vida había visto sabinas del tamaño de las de aquí: son tan grandes como las encinas; hay algunas cuyo tronco tiene ochenta centímetros de diámetro. En Mequinenza, provincia de Zaragoza, me habían llamado la atención los troncos de sabina de veinte centímetros de diámetro que sostienen los emparrados de la Huerta vieja; pero los de las sabinas de aquí son incomparablemente mucho más recios. De los montes de Fraga y Mequinenza han desaparecido ya todos los sabinares; aquí, lo mismo que en la Olmeda de Cobeta, hay bosques espaciosísimos compuestos exclusivamente de sabina.
Ha llovido toda la noche pasada y aún continúa lloviznando, y sabido es el bonito color que adquieren los bosques con la lluvia. Como aquí aún no ha hecho frío y el sol de Castilla es tan ardiente, hay gran número de plantas que están ya en plena florescencia. La alfombra de romeros, tomillos, espliegos y ajedreas que cubre el monte, despide un aroma agradabilísimo. Por entre las encinas pastan cinco o seis rebaños de ovejas, mientras por la ladera de la montaña desciende un zagal con un gran rebaño de corderos. En un claro del bosque se ven tres pastores y un muchacho que mantean un corderillo muerto. El conjunto de este paisaje parece arrancado de uno de los cuadro de Watteau.
Allí, en último término, a la derecha, se ven las famosas Tetas de Viana, que son dos cerros gemelos casi de la misma altura y terminados por una pequeña planicie, que se levanta a 1.070 metros sobre el nivel del mar, a unas dos horas aguas abajo de Trillo, en la orilla izquierda del Tajo. Dichas Tetas se ven desde una porción de puntos de esta comarca.
Al salir del bosque empiezo a bajar por un camino, que va siendo cada vez más fangoso hasta llegar a Buenafuente.
Esta villa, que es muy pequeña, tiene un famoso convento de Religiosas Bernardas cuya fundación data de los primeros tiempos de la Reconquista. En un principio dicho convento era de canónigos regulares de San Agustín, pero en 1240 Doña Sancha Gómez, viuda de Don Gonzalo, señor de Molina, lo donó al monasterio de Huerta, y en 1246 se establecieron en él algunas monjas del Císter, procedentes del monasterio de Camas, del obispado de Huesca y condado de Ribagorza. Doña Blanca, nieta de la citada Doña Sancha Gómez, por disposición testamentaria donó la villa de Cobeta y la Olmeda al convento de Buenafuente. Hoy Buenafuente, que es villa a pesar de contar muy pocos vecinos, depende de la Olmeda de Cobeta, que no es más que un lugarejo.
Me apeo de la yegua con objeto de visitar el convento y la iglesia, mas uno y otra están cerrados y no veo ninguna persona mayor a quien dirigirme. Los chiquillos que juegan en la calle corren a esconderse en sus casas en cuanto ven que me dirijo a ellos. No parece sino que la villa esté habitada únicamente por criaturitas de tierna edad. Tengo, pues, que contentarme con examinar la portada y los ventanales de la iglesia, que son románicas.
Actualmente la villa y el término de Buenafuente son propiedad de una señora que vive en Madrid. Convento, casas, bosques, campos, todo la pertenece. Los habitantes de esta villa no son dueños de nada, ni siquiera una cabeza de ganado: no son más que arrendatarios o colonos.
Se me ha dicho que en el convento de Buenafuente hay un buen archivo que ha tenido la suerte de conservarse intacto, a pesar de las Guerras de Sucesión y de la Independencia que asolaron este país; pero para poderlo visitar se necesita un permiso especial del obispo de Sigüenza.
A media hora de la villa, junto a la orilla derecha del Tajo, hay un sitio conocido con el nombre del Castillo de las Monjas, donde hubo una población que, a juzgar por alguno de los objetos allí encontrados, debió ser del tiempo de los romanos. La falta de tiempo me ha impedido llegar hasta allí.
Con las lluvias de estos días los alrededores de Buenafuente están convertidos en un verdadero barrizal. En el camino de esta villa a la Olmeda de Cobeta hay puntos en que mi yegua se hunde en el lodo hasta la barriga.
En todo este camino no he observado más que una cosa digna de mencionarse: el barranco de la Olmeda debió antes estar cortado por un dique de roca; las aguas, socavando dicho dique, han acabado por horadarlo por su parte inferior, viniendo a convertirlo en un puente natural por debajo del cual pasan hoy aquéllas.
Las aguas han realizado muchos trabajos por el estilo en esta provincia. En un viaje que hice a Sigüenza observé gran número de rocas horadadas en la vertiente derecha del río Peregrina, aguas arriba del pueblo de este nombre. En la orilla derecha del Ablanque, en el término de Huertahernando, hay también una gran roca horadada al lado de una espaciosa cueva. Aquélla y ésta son conocidas con el nombre de Las Iglesias. Más arriba, en el mismo término y la misma orilla del río, hay otra, La Peña del Agujero, situada también junto a una cueva que, si bien no es tan ancha como la de Las Iglesias, es en cambio mucho más honda.
Además de las cuevas formadas en la caliza concrecionada, como las de Cívica y Peña de Hoz, hay muchas otras abiertas en la caliza compacta, entre ellas La Covatilla, en la margen izquierda del Ablanque, en el término de Huertahernando, y la de la rambla de Saelices. Esta última contiene numerosas estalactitas.
En otros puntos las aguas han aislado de la montaña enormes rocas que antes formaban parte de ella, dándolas una forma más o menos pintoresca. Yendo de Brihuega a Masegoso, el conductor del coche me hizo observar a la izquierda de la carretera un grupo de esta clase de rocas conocido como El Fraile y Las Monjas. Delante del molino de Carrascosa de Tajo hay otra muy notable, coronada por otra que amenaza caer, conocida con el nombre de Picacho del Molino; está situada en la orilla derecha del Tajo. En la misma orilla de este río, aguas arriba de los baños de Trillo, hay otra llamada La Picota de la Vieja. En el barranco de La Cueva, en el término de Canales del Ducado, hay una muy alta conocida en el país con el nombre de Tinderón. Enfrente del horno de aceite de enebro, en el término de Huertahernando, hay otra, aunque menos notable que las anteriores, llamada Castillo del Cozón. Pero las más importantes de esta provincia son las llamadas Los Milagros, entre la Riva de Saelices y Rata. De estas últimas me ocuparé otro día.
Todos los ejemplos que dejo citados, lo mismo de rocas horadadas que de cuevas y rocas aisladas, prueban que las aguas han hecho trabajos titánicos en esta comarca, que es sumamente curiosa bajo los puntos de vista topográfico y geológico.
Las calizas jurásicas de las vertientes del Tajo y del Ablanque presentan además bonitos ejemplos de comprensión lateral de rocas.
A las doce llego a La Olmeda, pequeño lugar que nada tiene que sea digno de mención; como en casa del alcalde parte de las provisiones que llevo y emprendo el regreso a Huertahernando, pero por diferente camino del que he seguido a la venida.
No puedo menos de quedar admirado de las enormes sabinas que forman verdaderos bosques entre La Olmeda y La Rambla de Cobeta. Las hay que tienen un metro de diámetro. Los chozones en que encierran el ganado están hechos con troncos de sabinas apoyados en una sabina viva, cuyo ramaje sale por encima del cobertizo. Aquí tienen la costumbre de dejar el ganado solo durante la noche; el pastor y los zagales van a dormir al pueblo.
La Rambla de Cobeta es un barranco muy profundo, como todos los de este país, cuya pendiente es muy fuerte y cuyas laderas están cubiertas de pinos. Desagua en la orilla izquierda del Ablanquejo.
El curso de este río entre la Rambla de Cobeta y Huertahernando es muy tortuoso y accidentado; sus aguas corren encajonadas por entre verdaderos precipicios, conocidos con el nombre de Castillejos y esto hace que no se pueda recorrer por el fondo.
A las cinco empieza a llover de nuevo y con mayor fuerza que por la mañana, y a las siete de la tarde llego a Huertahernando hecho una sopa.
Huertahernando, 21 de febrero de 1881.