La Organización Revolucionaria de Trabajadores es, probablemente, uno de los grupos políticos que mejor señala la evolución política de la sociedad española de la segunda mitad del siglo XX. Hunde sus raíces en los grupos católicos de apostolado obrero establecidos por los jesuitas desde finales del siglo XIX, que evolucionaron en los años sesenta de la centuria pasada al compás de la renovación impulsada por el Concilio Vaticano II. Convertido en un grupo de difusa orientación ideológica y preferente actividad sindical, la Alianza Sindical de Trabajadores (AST), se vio sacudido por la ideología maoísta, tan difundida en Europa a partir del Mayo de 1968 francés, hasta convertirse en un partido político marxista-leninista, la ORT, que hizo gala de un radicalismo verbal en los años del tardofranquismo. Desencantados al final de la Transición, en 1982 la mayoría de sus dirigentes ingresaron el PSOE. Reproducimos el folleto Cuestiones de Organización, editado en el año 1974.
Presentación
El estudio y discusión del presente cuaderno sobre cuestiones organización, debe constituir un trabajo preparatorio para la elaboración, por nuestro Congreso, de los Estatutos de nuestro Partido.
En tanto no existan dichos Estatutos, deberemos regular nuestro funcionamiento y resolver los problemas que se presentan de acuerdo con las normas contenidas en este cuaderno.
Introducción
La necesidad del Partido es una cuestión de principio para todos los comunistas. La experiencia histórica confirma la validez de dicho principio.
Sin su Partido Comunista la clase obrera no puede cumplir su misión histórica de tomar y ejercer el poder (la Dictadura del Proletariado), enterrar el capitalismo y conducir a la humanidad hasta la desaparición de las clases sociales.
El Partido Comunista ha de existir, precisamente, hasta la desaparición de las clases en la sociedad comunista.
Dicho Partido necesita, imprescindiblemente, de una ideología, una política y una forma de organización revolucionarias.
Ideología: El Partido necesita de una ideología y una teoría que le proporcione un profundo conocimiento de la historia y del movimiento práctico. El marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung proporciona ese conocimiento y sintetiza la experiencia de todo el movimiento revolucionario. El Partido, armado con el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung, es invencible.
Política: El Partido necesita una línea política, estratégica y táctica, que guíe la lucha revolucionaria en sus distintas etapas y fases. Que establezca los objetivos de dicha lucha así como los métodos para alcanzarlos.
Organización: El Partido debe ajustar su funcionamiento y estructura a los principios marxista-leninistas de organización. Debe organizar sus filas de forma que pueda participar unido y como dirigente en la lucha de clases. Esta forma de organización es el Centralismo Democrático.
Además de todo ello, el Partido ha de estar formado por los mejores hombres y mujeres de la clase obrera, por todos aquellos hombres y mujeres que hacen suyo el ideal comunista. Ha de estar inseparablemente ligado a las masas explotadas y oprimidas, formar parte de las mismas.
II
Como es sabido, un Partido así existió en España. La derrota de las fuerzas populares en nuestra Guerra Nacional Revolucionaria y la posterior traición de la mayoría de los dirigentes del PCE, abrieron un proceso de degeneración en el mismo que culminó en su conversión en un Partido revisionista.
La culminación de dicho proceso de degeneración convirtió en tarea central de los marxista-leninistas españoles la Reconstrucción del Partido.
Así lo entendió la ORT que explicitó dicha Reconstrucción como su tarea central.
La construcción y fortalecimiento de la ORT es una parte muy importante de la reconstrucción del Partido. El éxito en la construcción y fortalecimiento de nuestro Partido influirá notablemente en la unificación y reagrupamiento de todos los marxista-leninistas.
Esta afirmación, que hemos mantenido desde que en 1972 hicimos pública nuestra posición sobre la Reconstrucción, es particularmente cierta si consideramos los bamboleos y la confusión y la vacilación que han presidido la acción de partidos enteros que se reclaman antirrevisionistas y comunistas, en unos tiempos tan decisivos que hemos denominado como de encrucijada.
Esta afirmación es particularmente cierta si consideramos que ha sido a través de nuestro Partido, que se está expresando el proletariado revolucionario.
Por tanto, el construir y fortalecer nuestro Partido como un partido marxista-leninista, el procurar comportarnos como tal, sin esperar para ello el reagrupamiento de todos los marxista-leninistas en un único Partido era y es una cuestión de vital importancia.
La presentación por el Comité Central del Informe Ideológico y Político en enero de 1974, y su aprobación por toda la Organización, constituyeron un importante paso en esta dirección.
La aprobación unánime de dicho Informe significaba que existía en nuestro Partido la necesaria unidad, en torno al marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y a la línea política revolucionaria que contenía, como para tener un centro dirigente que representase dicha unidad ideológica y política y para proceder a la implantación del Centralismo Democrático en nuestro Partido.
Significaba, en definitiva, la culminación de nuestra transformación en partido marxista-leninista.
Posteriormente a dicha culminación hemos afirmado nuestro carácter marxista-leninista con nuestra participación dirigente en las más importantes luchas de masas habidas en el país, así como con el desarrollo de las posiciones políticas que contenía el Informe Ideológico y Político del Comité Central de la ORT, y que está recogido, fundamentalmente, en los informes presentados y aprobados por el Comité Central: “Por la victoria completa del pueblo sobre el fascismo” y “Hacia la construcción del Frente Democrático Popular”, reproducidos en El Militante nº 7. La formulación y aplicación de dichas posiciones han impedido los propósitos de aislar al proletariado revolucionario.
III
Aún habiendo afirmado su carácter marxista-leninista, a nuestro Partido se le abre un largo período de fortalecimiento y consolidación de dicho carácter.
Condiciones, imprescindibles, del fortalecimiento de nuestro carácter de clase son el ajustar aún más nuestro funcionamientos conforme al Centralismo Democrático e incorporar a todos los camaradas a la vida partidista interna.
Esta última necesidad es particularmente imperiosa si tenemos en cuenta la incorporación a nuestras filas de cientos de nuevos camaradas, la mayoría de los cuales no posee ninguna experiencia organizativa.
A una y otra cosa debe contribuir el presente cuaderno- El reforzar nuestro funcionamiento de Centralismo Democrático y el ayudar a todos los camaradas a familiarizarse y participar de las ideas, las dificultades y las tareas de la construcción de un Partido Comunista, contribuirá, inmediatamente:
-A aunar los esfuerzos y la actividad consciente de todos los camaradas a la tarea específica de construcción y fortalecimiento de nuestro Partido.
-A garantizar para éste un crecimiento ordenado y sólido.
-A que dicho crecimiento sea acompañado de un aumento constante de nuestra unidad en torno al marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y la línea política marxista-leninista de la revolución en España.
En el presente cuaderno, en su primera parte, recogemos brevemente los principios marxista-leninistas de organización. En la segunda, recogemos lo que ha de ser la concreción actual de dichos principios a nuestra vida organizativa.
¡Esforcémonos porque el estudio y aplicación de este cuaderno sirva a los objetivos señalados!
Centralismo Democrático
El Partido Comunista, que está llamado a ser el centro dirigente de toda lucha de clases del proletariado, necesita:
-Encabezar la lucha, hasta la toma del poder y su posterior consolidación y ejercicio. Necesita saber impulsar y dirigir todas las formas de lucha.
-Fortalecerse constantemente en el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung mediante su estudio y aplicación creadora a la práctica. Fortalecerse constantemente, mediante su estudio y aplicación en la línea política marxista-leninista de la revolución. Defender y desarrollar así la unidad en torno a uno y otra.
-Aplicar la misma política en los distintos frentes; es decir, actuar al unísono. Manifestar siempre, ante las masas, ante otros partidos y ante el enemigo una misma voluntad y decisión.
-Extraer de dicha aplicación las experiencias de los aciertos y errores desarrollando y precisando así la línea política y aplicándola cada vez con más acierto.
-Protegerse, en cualquier situación, de los golpes de la reacción que intentan asestarlos principalmente en el destacamento de vanguardia proletaria: su partido.
-Reclutar y educar a miles y miles de nuevos militantes aún en las condiciones más difíciles, como auténticos militantes comunistas. Preparar gran cantidad de cuadros como auténticos profesionales de la revolución. Preparar al conjunto del Partido para el cumplimiento de tareas cada vez más complejas; preparase para mantenerse unido y salir airoso de cualquier eventualidad.
El Partido no puede lograr de todo ello, si no se organiza de acuerdo con los principios marxista-leninistas de organización; de acuerdo con la experiencia de los Partidos Comunistas.
La forma de organización que responde a dichos principios y experiencias y que ayuda al Partido a satisfacer las necesidades arriba señaladas, es el Centralismo Democrático, que ha sido adoptado por todos los Partidos Comunistas desde su formulación y su aplicación por el PC (bolchevique) de la URSS.
La democracia y el centralismo son dos aspectos de un todo único. No se puede aplicar justamente uno prescindiendo del otro. Bajo las condiciones de fascismo, en las que actúa nuestro Partido, el centralismo adquiere mayor peso.
Organizarse con arreglo al Centralismo Democrático se basa en y favorece el desarrollo de:
1) La unidad de todo el Partido en torno a una misma ideología, el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung
2) La existencia de un centro dirigente que represente dicha unidad; tome, de acuerdo con la línea del Partido, las decisiones que afecten al conjunto del mismo y desarrollar la línea al sistematizar la experiencia de todo el Partido. Significa también la subordinación de los organismos inferiores a los superiores y de la minoría a la mayoría. Todos los organismos y camaradas han de llevar a la práctica los acuerdos una vez tomados.
3) La participación de las bases del Partido en las tareas del mismo. La posibilidad de todos los militantes de expresar libremente sus opiniones, aunque éstas discrepen de la mayoría, y de ejercer la crítica siempre que una y otra cosa se realice por los cauces, y con espíritu de fortalecer y unir las filas del Partido.
Aspectos que se deducen de todo ello, que son inseparables del Centralismo Democrático son: el ejercicio de la crítica y autocrítica, la existencia de una disciplina férrea y el fortalecimiento y defensa de la unidad del Partido. En estos aspectos vamos a detenernos a continuación.
Crítica y autocrítica
La crítica y la autocrítica es un arma marxista-leninista. Los Partidos Comunistas la emplean para prender de su propia práctica, de sus aciertos y errores para combatir las ideas erróneas, ajenas al proletariado que, en tanto existan las clases sociales, existen en el seno del Partido.
La crítica y la autocrítica se emplean para someter a examen el funcionamiento de los distintos organismos. Sirve para examinar el comportamiento y la contribución de los distintos militantes de un organismo al funcionamiento colectivo del mismo. Sirve también para conocer los progresos o retrocesos de todos los militantes en su entrega, disciplina, etc. Para combatir los errores de liberalismo, subjetivismo, autoritarismo, etc.
Todas las organizaciones y militantes del Partido, sin excepción, deben ejercerla sistemáticamente, lo que estimula una rica vida interna en el seno del Partido que favorece su desarrollo y fortalecimiento.
La crítica de cualquier aspecto, ideológico, político u organizativo debe realizarse siempre por los cauces y dentro del Partido. La crítica realizada fuera del Partido o de los cauces no sirve a éste de nada y es una forma de socavar su unidad.
La crítica debe ejercerse periódicamente y una vez descubiertos los errores deben adoptarse medidas concretas para la rectificación de los mismos.
Todos los militantes y organismos pueden ser criticados.
Debe realizarse a fondo, el quedarse en la superficie, no llegar a conocer la raíz de los errores, convierte la crítica y la autocrítica en una práctica rutinaria que pierde su eficacia.
En general podemos decir que su ejercicio contribuye grandemente a:
-Aumentar la unidad ideológica y política del Partido.
-Mejorar constantemente su actividad práctica y su funcionamiento organizativo.
-La formación de todos los militantes como auténticos comunistas.
Disciplina
La importancia de las decisiones tomadas por el Partido para la lucha de clases, exige que sean adoptadas y llevadas a la práctica a rajatabla por todos los militantes. Exige una disciplina férrea, una disciplina que obliga a los camaradas a anteponer la posición y los intereses del Partido a los suyos propios; que les lleva a servir al Partido donde éste les necesite.
La disciplina proletaria significa:
-la subordinación del militante al Partido.
-la subordinación de la minoría a la mayoría.
-la subordinación de los organismos inferiores a los superiores.
-la subordinación de toda la Organización al Comité Central.
-la obligatoriedad, para todos igual, de las decisiones una vez adoptadas.
La violación de estas reglas es atentar contra la unidad del Partido y todo aquel que lo hace, sin excepción, debe ser sancionado de acuerdo con la importancia de dicha violación con expulsión, separación temporal o amonestación. Al igual que el ejercicio de la crítica y la autocrítica, la observancia de una disciplina férrea, contribuye a la formación de auténticos comunistas y a salvaguardar la unidad y capacidad de actuación del Partido, aún cuando en su seno existan opiniones discrepantes.
Sirve al riguroso cumplimiento de las tareas por encima de todas las dificultades. La disciplina permite mostrar a las masas a un Partido unido; esto es de enorme importancia para ganarse la confianza de ellas.
La disciplina no se basa en la obediencia ciega sino en la obediencia consciente, que es la que conduce al fortalecimiento de la unidad y al mejor cumplimiento de las tareas y directrices del Partido, aspectos éstos de absoluta importancia para el mismo. La obediencia ciega es una forma sutil de oponerse a la disciplina y socavarla en el futuro. Las directrices deben estudiarse a fondo de modo que su aplicación sea la más acertada; deben también estudiarse con espíritu crítico y siempre con el afán de precisarlas aún más.
La unidad
La lucha de clases no se desarrolla de forma lineal. Un partido para poder influir en todo momento y dirigir con acierto a las masas populares requiere de la unidad, representando la posición más consecuentemente revolucionaria; en cualesquiera situaciones, actúa como un todo único en su puesta en práctica. En el curso de la revolución se producen virajes en la situación que exigen en ocasiones del partido del proletariado cambios importantes en su táctica; así a veces se trata de pasar de considerar la lucha ilegal como casi exclusiva, a emplear en mayor medida las formas legales de lucha; a veces se trata de pasar rápidamente a la lucha armada, etc. Un partido que no esté firmísimamente unido en la ideología y la política proletarias no podría salir airoso de esos virajes, así como llevaría a las masas a la confusión y la vacilación y sería incapaz de dirigirlas acertadamente.
Como se ve, la defensa de la unidad del Partido y el trabajo constante por hacerla cada vez más sólida es imprescindible. Como lo es la unidad de todo el Partido en torno a su Comité Central.
La unidad del partido se forja y se defiende:
-Estudiando el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y la línea política del Partido.
-Observando la disciplina del Partido. Ejerciendo con afán unitario la crítica y la autocrítica. Expresando y defendiendo sus propias opiniones en el seno del Partido aun cuando discrepen de las de la mayoría. Combatiendo las ideas erróneas cuando se expresen. Criticando a los camaradas cuando la socavan consciente o inconscientemente, individualmente o en grupos. Defendiendo entre las masas los puntos de vista del Partido aun cuando transitoriamente se ostenten opiniones distintas. Defendiendo los principios marxista-leninistas y la política proletaria aunque para ellos sea necesario situarse contracorriente.
La unidad del partido se socava:
-Creando fracciones, se oculten bajo la pretensión que sea.
-Descuidando o despreciando el estudio del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y la línea política. Violando la disciplina, abandonando el ejercicio de la crítica y la autocrítica, ejerciendo la crítica fuera de la estructura organizativa o haciendo grupos fuera de la misma. Difundiendo opiniones contrarias a las del partido entre las masas u otros camaradas. Escuchando opiniones erróneas sin combatirlas, permitiendo el ocultamiento de la verdad al partido o no haciendo frente a cualquier atentado, por pequeño que sea, a la unidad. Despreocupándose o participando sin interés en la toma de decisiones.
Todos los militantes y organismos deben trabajar con gran entusiasmo por aumentar la unidad del partido y por defenderla tanto de los ataques internos como externos. La unidad del partido es una de las condiciones absolutas de su capacidad dirigente.
Estructura organizativa. Cuadros, militantes y aspirantes
Estructura organizativa
Hasta ahora nuestro Partido no ha realizado ningún Congreso. Cuando la presentación del Informe Ideológico y Político, en enero de 1974, el Comité Central se comprometió a organizarlo cuando la tesis principal de uno o más capítulos del Informe fuera rechazada y en su caso se defendiera otra tesis contraria por parte de más de un tercio de los camaradas, o cuando lo solicitase la mitad más uno de los camaradas de la Organización.
Aunque esto no sucedió, el gran crecimiento de nuestro Partido, así como la creciente influencia política del mismo, cosas ambas que nos exigirán regular nuestro funcionamiento mediante unos Estatutos así como de adoptar importantísimas decisiones, hacen conveniente pensar en la necesidad del mismo aunque este no sea el momento ni el lugar de tratar de su preparación y convocatoria.
1) En su día el Congreso se constituirá en órgano máximo de nuestro Partido. El Comité Central dará cuentas al mismo de la situación política y organizativa de la Organización; del camino recorrido en la implantación del centralismo democrático, del desarrollo de nuestras posiciones políticas así como de la aplicación de las mismas en el país; informará al Congreso de su actividad y de la de toda la Organización. En Congreso sancionará dicha actividad, fijará las posiciones políticas y las tareas organizativas hasta el próximo Congreso y procederá a la elección del nuevo Comité Central.
En la actualidad nuestra estructura organizativa es la siguiente:
2) El Comité Central. Es el máximo organismo de dirección de nuestro partido. Representa la unidad ideológica y política del mismo. Es el dirigente de toda la actividad política y del funcionamiento interno de nuestro Partido. De acuerdo con los principios marxista-leninistas de organización, articula en su seno las responsabilidades individuales con la dirección colectiva y crea los organismos necesarios para dirigir más eficazmente la vida interna del Partido y su actividad política. De él depende el Comité de Redacción del En Lucha y la redacción de El Militante. En el momento de su constitución adquirió el compromiso específico de implantar el centralismo democrático en todo nuestro Partido. Tiene la responsabilidad de la elaboración y desarrollo de la línea política; el futuro del Partido depende de que ésta sea justa o no.
Del Comité Central hacia abajo nuestra estructura organizativa y su previsible desarrollo está compuesta por:
3) Comités Nacionales, Regionales, Provinciales y Locales. Son los encargados de dirigir la actividad externa e interna de sus respectivas organizaciones. Ejercen dicha dirección aplicando la Línea Política y organizativa a su realidad específica y deben rendir cuentas al Comité Central de la forma concreta en que lo hacen así como de los resultados obtenidos.
A su vez estos comités podrán crear los comités de rama o zona cuando sea necesario para la actividad política y el desarrollo y mejor funcionamiento de la Organización.
En sus relaciones con el Comité Central, los Comités señalados deben contribuir con su particular experiencia en la construcción y consolidación de sus respectivas organizaciones y en la aplicación de la política en sus zonas, al desarrollo de la línea política y organizativa del conjunto de nuestro Partido.
Deben atender igualmente a la extensión de sus organizaciones en zonas cercanas donde no existe. Deberán sancionar la incorporación de nuevos militantes y la formación de células en dichas zonas. Llegado el caso de aparecer como necesaria la creación de una nueva organización provincial o local, el Comité Central la sancionará, creando el comité respectivo.
Su creación, composición y estructura. En la actualidad los Comités nacionales, Regionales, Provinciales y Locales son creados por el Comité Central, fijando éste su composición. Los Comités Nacionales podrán crear Comités Provinciales y fijar su composición, siempre que lo sanciones el Comité Central.
Estos Comités habrán de estar compuestos por los camaradas más capaces y abnegados, por auténticos profesionales de la revolución. Han de destacarse con audacia a camaradas obreros a los comités de dirección. Así ha sido hasta ahora y así tiene que seguir siendo. Esta es uno de los índices de que estamos construyendo un Partido obrero.
Su funcionamiento ha de ajustarse al principio leninista de dirección colectiva. La distribución de responsabilidades individuales, la labor de estudio e investigación, etc., se realiza, precisamente, para que cada miembro de los distintos comités pueda contribuir y participar activamente en la dirección y las decisiones colectivas y en el trabajo conjunto del Comité.
El estudio y discusión de la línea política, el análisis de la situación política de la zona de que se trate, el análisis del conjunto de las respectivas organizaciones, así como el ejercicio sistemático de la crítica y autocrítica, son condiciones imprescindibles para ejercer una auténtica dirección y han de constituir una parte del funcionamiento regular de los comités.
La división de responsabilidades en su seno se realiza de acuerdo con las tareas políticas y organizativas del conjunto de las organizaciones de que se trate (responsable de propaganda, de movimiento obrero, de otros movimientos populares, de organización, etc.).
De entre las responsabilidades individuales especialísima importancia tiene el secretario o responsable político del Comité que es el encargado de dirigir y coordinar toda la actividad del mismo; de articular las responsabilidades individuales de modo que contribuyan y confluyan en una sólida dirección colectiva. A este responsable lo nombra bien el Comité superior con la aprobación en cualquier caso del Comité Central, bien el propio Comité Central, si no pudiera darse el primer modo.
Su actividad de dirección. Deben, como decimos más arriba, dirigir la actividad interna y externa de las organizaciones.
Así deben fomentar constantemente la actividad interna al servicio de la construcción de la Organización y de la consolidación del carácter marxista-leninista de la misma.
Deben fomentar una actividad que sirva para destacar a los camaradas necesarios para el trabajo específico de construir la organización, destacar a los camaradas necesarios para garantizar la continuidad y solidez de los propios comités.
Los comités deben orientar en sus organizaciones el estudio de la teoría básica del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y de nuestra línea política. Han de fomentar el ejercicio de la crítica y la autocrítica, implantar una disciplina férrea y estimular y exigir una gran entrega revolucionaria. En su propio seno y en el de las organizaciones.
El preparar internamente las fuerzas de las respectivas organizaciones, de modo que éstas comprendan al máximo los objetivos y las directrices concretas para realizarlos, permitiendo con ello el mejor cumplimiento de las tareas políticas del momento y la actividad constante por fortalecer el carácter marxista-leninista de las distintas organizaciones de nuestro Partido, son condiciones imprescindibles para ser vanguardia de la lucha de masas populares en la actualidad y también cuando el desarrollo de la lucha de masas ponga a la orden del día tareas más complejas que sólo un Partido sólidamente asentado en el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung pueda dirigir.
Para dirigir la actividad externa los Comités deben analizar hasta conocer el máximo la realidad de sus zonas. Sólo así podrán fijar objetivos concretos a la actividad política y dad directrices cada vez más justas.
Deben dirigir la actividad política de sus organizaciones ajustando la línea política de la Organización a la realidad concreta.
Los Comités deben dar directrices para el trabajo en el movimiento obrero y los distintos movimientos populares, así como para articular de acuerdo con la política de nuestro partido el trabajo en unos y otros movimientos.
Deben organizar y dirigir el reclutamiento de nuevos militantes entre las clases populares y muy principalmente entre la clase obrera de forma que nuestro Partidos se desarrolle rápidamente con los mejores hombres y mujeres del pueblo.
Deben organizar y dirigir la difusión del Órgano Central, el En Lucha, y deben contribuir a su realización y mejora.
Ellos mismos deben propagar con sus propios medios la política de nuestro Partido de acuerdo con la realidad concreta. Deben incrementar su experiencia en este terreno para llegar cuando sea posible y de acuerdo con el Comité Central a tener su propio órgano de propaganda.
Deben ajustar y planear sus relaciones con otros partidos de acuerdo con nuestra línea política, así como orientar las relaciones de todos los militantes de sus organizaciones con militantes de otras organizaciones y partidos.
La célula.
Es la organización básica de nuestro Partido. Es la garantía de la ligazón material del mismo con las masas. Es el medio por el cual todos los militantes participan en la vida del Partido y contribuyen en su desarrollo. En las células los camaradas aprenden y practican colectivamente nuestra línea política y se educan en el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung.
Es necesario crear células de nuestro Partido en todos los lugares. En los centros de trabajo, en los barrios populares, en los institutos y en la universidad, en los pueblos y en cualquier sitio donde las masas populares pasan parte de su vida.
La célula tiene que ligarse estrechamente con ellas, conocer y participar de sus problemas y aspiraciones. Esta es una condición imprescindible para realizar una eficaz actividad política, para saber expresar sus deseos, sus intereses más inmediatos, su estado de ánimo. Sin ligarse con las masas, las células no pueden contribuir a que nuestro Partido impulse y dirija la actividad revolucionaria de éstas.
Por ser quien lleva nuestra política a las masas, la célula es un medio excelente de comprobar la justeza y las limitaciones de la misma.
La actividad política de las células de nuestro Partido consiste principalmente en:
-difundir la política de nuestro Partido entre la clase obrera y las masas populares. Difundir el órgano central de nuestro Partido y la propaganda específica elaborada para el movimiento o la zona de que se trate.
-impulsar la organización y la movilización de las masas por sus reivindicaciones económicas y políticas. Fortalecer su conciencia revolucionaria a través de los miles de motivos que existen para ello en la sociedad capitalista.
-la célula debe trabajar con ahínco por incorporar las aspiraciones, las luchas y las organizaciones de las masas populares en las que trabaja en el conjunto del movimiento revolucionario; por fortalecer los distintos movimientos populares y su coordinación estrecha.
-la célula ha de trabajar por incorporar nuevos, combativos y numerosos militantes a nuestro Partido. El partido crece entre las masas, el crecimiento de éste depende de que quien realiza su trabajo entre ellas, las células, acometa este trabajo sobre la base de una correcta línea política, estratégica y táctica.
-debe organizar la ayuda económica a la organización. No debe contentarse con las aportaciones de sus propios miembros; debe organizar la ayuda económica entre los simpatizantes, entre los lectores de la prensa, entre las masas…
La célula, para poder desarrollar eficazmente su actividad entre las masas, tiene que desarrollar inexcusablemente una intensa vida interna:
-debe organizar el estudio colectivo de la teoría básica del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y de nuestra línea política.
-debe participar intensamente en la vida del conjunto de nuestro Partido y expresar por los cauces sus opiniones.
-como todos los organismos, para aprender de sus errores y aciertos, para forjar su espíritu comunista, debe ejercer sistemáticamente la crítica y la autocrítica.
-debe en sus relaciones con los organismos superiores transmitir sus experiencias, las que hacen referencia a su actividad política y las que se refieren a su actividad interna, para forjarse como auténtica organización comunista de base de nuestro Partido, debe informar de todo aquello que afecte al mismo.
-debe cumplir las decisiones de los organismos de dirección y atenerse con rigor a sus órdenes del día. Una y otra cosa son garantía de que los problemas se toquen en el momento preciso y en profundidad.
Además de las células creadas para el trabajo en los distintos movimientos populares, pueden crearse, según las necesidades de las distintas organizaciones, células para la realización de determinadas tareas de nuestro Partido (células de agitadores, de propagandistas, de infraestructura, etc.).
En las células existirá un responsable político, que enlaza con el organismo superior inmediato, que responde de la célula ante él; a través de él los comités superiores hacen llegar sus directrices a las células. Es el responsable de la organización del conjunto de las tareas de la célula y de la aplicación por la misma de las directrices de los comités superiores.
Cuando la complejidad de las tareas en las células sea grande, se deberá proceder a la división de responsabilidades en su seno.
Cuadros
Los cuadros constituyen una garantía del mantenimiento y del incremento de la actividad del Partido.
La promoción de cuadros en el seno de nuestro Partido, tanto para el acometimiento de determinadas tareas políticas, como para su dedicación a la tarea específica de construcción del mismo es de vital importancia y ha de acometerse permanentemente. Tanto a nivel de todo el Estado, como a todos los niveles nacionales, regionales, provinciales y locales.
Nuestro Partido debe tener y practicar una justa política de cuadros; desde el Comité Central hasta el último Comité deben prestar gran atención a esta tarea y mejorarla constantemente.
La creación de un sólido plantel de cuadros, de hombres auténticamente entregados a la causa de la revolución capaces de dedicarse y cumplir con las tareas políticas u organizativas que se les designen es una necesidad que crece pareja a nuestro crecimiento numérico y al de nuestra influencia política. Dado que han de incorporarse todavía miles de nuevos comunistas a las filas de nuestro Partido, es preciso, en la actualidad, promocionar a la inmensa mayoría de los camaradas para cuadros del mismo.
En este sentido todos los camaradas deben distinguirse llevando adelante con firmeza la línea de nuestro partido, observando su disciplina, manteniendo vínculos estrechos con las masas, adquiriendo capacidad para orientarse independientemente en el trabajo que asuman y siendo activos y abnegados.
En la promoción de cuadros para desempeñar tareas de dirección ha de atenderse a que una buena proporción de los mismos sean camaradas obreros.
Militantes y aspirantes
A.-Militantes.
Son militantes de nuestro Partido quienes acepten nuestra Línea Ideológica, Política y organizativa y militen en alguna de sus organizaciones.
Para ser militante es preciso haber cubierto un período como aspirante, ser presentado por dos camaradas y sancionar su incorporación el organismo encargado: la célula o el Comité correspondiente. En casos especiales, el período de aspirantes puede variar o incluso desaparecer. Estos casos deberán ser determinados por el organismo superior a aquel que habitualmente sanciona las nuevas incorporaciones.
Todos los militantes deben participar activamente y con gran entusiasmo en las tareas externas e internas de su célula o su Comité.
Todos los militantes tienen el deber y el derecho de:
-elevar, mediante la vida colectiva en su célula y su propio trabajo y estudio del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung y de la línea política, su nivel ideológico y político.
-ejercer la crítica y la autocrítica en su organismo y dirigirse a los organismos superiores cuando lo considere necesario.
-participar activamente y con entusiasmo en la vida interna de la organización en la que milita. Formarse opiniones sobre los problemas que afectan al conjunto de nuestro Partido y atreverse a exponerlas y defenderlas en el seno de su organismo.
-participar con toda seriedad en la toma de decisiones colectivas en su célula o Comité: éstas influyen en la vida de todo nuestro Partido y no deben sustentarse nunca en decisiones ligeras.
-ser sincero y honrado ante nuestro Partido; no ocultar nunca la verdad ni permitir que nadie lo haga.
-defender la unidad de nuestro Partido de todos los ataques, vengan de dentro o de fuera, se hagan consciente o inconscientemente.
-informar a nuestro Partido de todo aquello que le afecte directamente o indirectamente.
Todos los afiliados deben:
-guardar con gran celo los secretos de nuestro Partido. Mantener en secreto las decisiones y posiciones adoptadas por éste hasta tanto decida hacerlas públicas.
-no proporcionar datos a la policía, ni aún en las situaciones más difíciles, es de vital importancia para nuestro Partido.
-incrementar constantemente su entrega y disciplina revolucionaria.
-pagar la cuota de la Organización.
Haciendo todo esto los militantes de nuestro Partido estarán contribuyendo al desarrollo y consolidación del mismo como partido marxista-leninista y se formarán y educarán ellos mismos como auténticos comunistas.
Esto, qué duda cabe, contribuirá poderosamente a que su participación en la aplicación de nuestra política sea cada vez más correcta y más decisiva.
Cada militante representa a nuestro Partido ante las masas. Ligarse con ellas, dirigirlas, llevando a ellas nuestra política, cumplir de acuerdo con ellas todas las tareas señaladas para la célula es de vital importancia.
Con su comportamiento cada camarada compromete el prestigio de nuestro Partido. Llevar a las masas nuestra política y tener ante ellas un comportamiento ejemplar ha de ser una cualidad obligada de todos los militantes.
B.-Aspirantes.
Para militar en nuestro Partido es necesario cubrir un período como aspirantes en un organismo que depende de las disciplina de nuestro Partido.
Dichos aspirantes se reclutan entre los hombres y mujeres que la clase obrera y las masas populares destacan constantemente en sus luchas. Esta ha sido y debe continuar siendo el pilar de nuestro crecimiento.
Para militar en este organismo se requiere:
-manifestar y demostrar el firme deseo de hacerse comunistas, de trabajar incansablemente por la revolución en España y en todo el mundo, de hacer suya la ideología proletaria, el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung.
Que además de lo anterior estén dispuestos y así lo soliciten a militar y estudiar dicha ideología y línea política de la revolución en España en una de nuestras organizaciones, a someterse a su disciplina y a la disciplina proletaria.
Para incorporar a dicho organismo a los aspirantes es necesario prestar atención a su pasado, es decir, a como ha trascurrido su vida hasta entonces, ya que es necesario prevenirse contra las infiltraciones. Además es necesario conocer su combatividad y la opinión que las masas tienen de los futuros camaradas, ya que ser combativo y estar vinculado con éstas es de vital importancia.
En situación de aspirantes no se debe permanecer menos de tres meses ni más de seis. Durante este tiempo los aspirantes han de:
-someterse, como cualquier militante, a la disciplina de dicho organismo y de la Organización. Tienen el deber y el derecho de ejercer en él la crítica y la autocrítica.
-estudiar colectiva e individualmente la teoría básica del marxismo-leninismo pensamiento Mao Tsetung así como los aspectos fundamentales de nuestra política.
-participar en la actividad interna y de masas de su organismo o en la que le designe el organismo superior de la organización en la que aspira a militar.
-pagar la cuota de la Organización.
En ese período de tiempo pueden expresar libremente sus opiniones, no podrán participar con voto en la toma de decisiones que se realice en el conjunto de nuestro Partido, no podrán elegir ni ser elegidos. Para ser militante, deberá al cabo del tiempo como aspirante, haber probado su disciplina, su combatividad y su entrega revolucionarias, aceptar nuestra Línea Ideológica y Política y ser presentado por su responsable y otro camarada al organismo encargado de sancionar la nueva incorporación.
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