La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

1 de marzo de 2013

ETA y el anarquismo vasco

 Pegatina referéndum Estatuto de Gernika, 1979 (Archivo La Alcarria Obrera)

Durante los primeros años de la Transición, al calor de doble proceso de reconstrucción del movimiento libertario en la Península y de desarrollo de la conciencia nacionalista en territorios cada vez más amplios del país, nació una tendencia anarco-nacionalista que obviaba la evidente contradicción en los términos de su propia definición con la voluntad de desarrollar un anarquismo localista que limitase su actuación a determinados territorios en convergencia con aspiraciones nacionalistas de ciertos sectores sus clases populares y, sobre todo, de su burguesía autóctona. Este anarco-nacionalismo tuvo un eco, aunque limitado, en Galicia, en Cataluña y, con algo más de entidad, en Euskal Herria, sobre todo de la mano del colectivo Askatasuna, que editaba una revista con ese mismo nombre. En aquellos años, su cabeza más visible era Mikel Orrantia, conocido con el apodo de Tar, que había sido militante de ETA antes de ingresar en la CNT y salirse de la Confederación para promover una imposible sección vasca de la AIT. Su texto más conocido fue su libro Por una alternativa global, editado por ZYX, y ahora presentamos un artículo que publicó en el número de mayo de 1979 de la Revista Mensual/Monthly Review bajo el título de “Euskadi: ETA y el nacionalismo revolucionario”, que es testimonio de la pobreza de su análisis y de sus argumentos.

Euskadi
El término de Euskadi designa en la actualidad para las corrientes de acción y opinión radical o revolucionaria nacional vasca (sean o no nacionalistas), al conjunto de las regiones vascas de ambos lados del Pirineo, sometidas hoy al control de los estados capitalistas conocidos como "España" y "Francia", auténticos policías en la Zona del Capitalismo Monopolista. Regiones que llevan los nombres de: Laburdi, Baja Navarra y Suberoa en el Estado Francés; y Álava, Guipúzcoa, Alta Navarra y Vizcaya en el Estado español. En total, 20.544 Km. cuadrados y 2.600.000 habitantes, de los cuales 225.000 viven en las tres primeras regiones conocidas como "Euskadi Norte", "Euskadi Continental" o "País Vasco Francés" en contraposición a "Euskadi Sur", "Euskadi Peninsular" o "País Vasco Español", donde reside el resto (2.375.000).
Euskadi se encuentra al fondo del Golfo de Vizcaya y en el extremo Oeste de la cadena de los Pirineos y por el pasan los caminos terrestres y marítimos que unen la meseta castellana a la Europa del Noroeste.
La lengua histórica del País es hoy minoritariamente hablada. Esta situación minoritaria del idioma característico de los vascos a lo largo de su historia, viene dada por el hecho diglósico entre las lenguas (castellano-euskera, francés-euskera) existente en el país. Hecho diglósico que evidencia la situación de superioridad forzada de una lengua hacia la otra, en este caso, la del castellano y francés sobre el euskera. De todas formas el grado de concienciación popular se desarrolla intensamente desde 1969 y el proceso de euskaldunización y alfabetización crece casi geométricamente, a pesar de los obstáculos continuamente puestos por el poder y por determinados sectores políticos de la oposición (inclusive de izquierdas), seguramente temerosos de una completa identificación del pueblo vasco con su idioma y su cultura...
Los datos de que disponemos (aproximativos) son los siguientes: sobre un total de 2.600.000 habitantes, usan el euskera 629.000 (de los cuales solo 28.000 están alfabetizados) repartidos de la siguiente forma: Euskadi Norte, 80.000; Navarra, 80.000; Álava, 20.000; Vizcaya, 200.000; y Guipúzcoa, 250.000 vasco-parlantes.
El nacionalismo vasco
El moderno nacionalismo vasco es al mismo tiempo heredero del carlismo populista y de las luchas comunitarias y civiles de la época en que los vascos se identificaron a nivel popular con la defensa de sus libertades colectivas y como una reacción campesina contra los procesos capitalistas y liberales de industrialización y urbanización intensivos que acababan sin solución de transición a marchas forzadas con las características propias de la vida rural vasca definitoria hasta entonces de la cultura, el idioma, las relaciones sociales en general, etc., de los vascos.
Sabino Arana, el ideólogo más destacado del nacionalismo y fundador del Partido Nacionalista Vasco, era de familia carlista y fue él mismo quien acuñó el término "Euskadi" y dibujó la "ikurriña", hoy bandera nacional.
El nacionalismo vasco fue la ideología del PNV [Partido Nacionalista Vasco], quien por medio de ella consiguió establecer un control político estable sobre las clases populares vascas principalmente de la pequeña burguesía y campesinado de Vizcaya y Guipúzcoa. La llegada a Euskadi, con la industrialización intensiva, de grandes cantidades de emigrantes que proporcionaron la mano de obra industrial para las minas y fábricas principalmente de las Encartaciones de Vizcaya, inclinó hacia el socialismo obrerista las influencias políticas hegemónicas en el Bilbao de la época.
Así, nacionalismo controlado por el PNV y socialismo por el PSOE configurarían y configuran las grandes líneas de la política parlamentaria y reformista vasca. Las insuficiencias propias de la burguesía española para proceder a la acumulación de capital y el desarrollo industrial de la economía capitalista en el Estado español, intensificaron la miseria y las protestas obreras. La caída primero de la monarquía y luego de la República, son los elementos que retrasan durante décadas el debate y la evolución de las ideas y acción política propias de un país industrialmente avanzado como Euskadi. La enorme
sobre-explotación a que fue sometida en este período la clase trabajadora y la salvaje represión genocida abatida sobre nuestra comunidad nacional por el aparato del Estado de los ganadores de la guerra civil, son los ingredientes que constituyen la salsa que determina la revuelta visceral y la oposición racional de la juventud revolucionaria y radical de Euskadi. ETA es el primer producto de esta rebeldía al final de los años cincuenta. También estaría determinada por la propia tradición de los vascos (tres guerras civiles en muy pocas generaciones y una gran opresión comunitaria, mal soportada) respecto a la insurrección armada y la solidaridad popular, característica, esta última, común a todos los pueblos que sufren la opresión ejercida sobre ellos por aparatos militares formados por hombres de otras comunidades nacionales cuyo comportamiento es el de los ejércitos en tierra colonizada.
E.T.A. (Euskadi Ta Askatasuna-Euskadi y Libertad)
Hacia 1952-53, cuatro estudiantes de derecho de la Universidad de Deusto en Bilbao, fundan "EKIN" (acción), es una modesta revista y su grupo, que darán nacimiento al movimiento del mismo nombre. Más tarde, el desengaño de cierto número de militantes de EGI (juventudes del PNV) para con la línea del Partido Nacionalista Vasco prepara el caldo de cultivo ideológico para el nacimiento de ETA. En el exterior, el auge de las luchas tercermundistas de liberación nacional: en el interior, el Plan de Estabilización económica que supone el desastre y la marginación para amplios sectores de la pequeña burguesía, unido a unas características definitorias de la opresión nacional que hacen hablar y escribir durante varias décadas a ideólogos nacionalistas revolucionarios de la "colonización de Euskadi por España y Francia". La opresión nacional, resentida colectivamente por amplias capas populares de la población de Euskadi, ha sido un elemento revulsivo a menudo provocador, otras veces radicalizador de las luchas de clases en las últimas décadas.
Julen Madariaga, uno de los fundadores de EKIN y de ETA hablaba así en una entrevista efectuada por el periódico belga Le Soir el 2/2/1973: "Hijos o familiares próximos de miembros del Partido Nacionalista Vasco, nos encontrábamos inquietos al constatar la relativa importancia del movimiento nacionalista, sus preocupaciones demasiado teóricas". Señala igualmente que se pusieron a trabajar con ardor y en la más estricta clandestinidad, durante la primera época, para seleccionar los cuadros militantes y preparar su formación ideológica. "La primera redada de la policía no tuvo lugar hasta 1960". Es entonces cuando ETA comienza a dejarse oír y hasta hoy iría ganando, paso a paso, un lugar importante en la preocupación y conciencia colectiva de los vascos; pro o contra su intervención, en un determinado momento todos debieron reconocer que fue debido a su existencia y acción la radicalización colectiva y el avance popular y de clase de las luchas contra la dictadura y contra el capitalismo en Euskadi y un poco en todo el Estado español.
Pero la historia de ETA es también la del movimiento dialéctico hacia la síntesis de unión entre la lucha de liberación nacional (en su comienzo exclusivamente nacionalista y burguesa anti-comunista) y la lucha por la emancipación de los trabajadores (en un principio no sólo ajena sino contraria a la lucha de liberación nacional, por sus contenidos burgueses y antiobreros, a menudo racistas). La historia de ETA determina los aspectos sobresalientes (junto con las grandes movilizaciones de los trabajadores-ciudadanos de Euskadi de carácter asambleario y autónomo) de la acción comunitaria de los vascos en las últimas décadas: movimientos de solidaridad con los presos y detenidos, apoyo logístico y protección a los "liberados" o militantes escapados de sus domicilios, lucha por la amnistía, etc. han sido parte de sus jalones importantes.
Pero la evolución de ETA no ha sido lineal, ni fácil; los militantes expulsados o marginados o salidos de sus filas durante el debate permanente que la ha venido configurando a nivel interno, forman hoy la punta de lanza de la mayoría de los colectivos autónomos y organizaciones políticas o sindicales y ciudadanas de Euskadi. Dos grandes momentos han caracterizado este debate: la V Asamblea y su escisión en ETA-berri y ETA-zarra ("nueva" y "vieja" respectivamente), la primera pretendiendo convertirse en partido obrero de carácter socialista o comunista y que dio lugar más tarde al Movimiento Comunista (M.C.E.) dejaba atrás al mismo tiempo la acción armada y viraba hacia posiciones "españolistas" vía el centralismo democrático marxista a nivel del Estado-nación; la segunda pretendía seguir con el trazado político característico de ETA (nacionalismo radical-lucha armada). Este mismo esquema sería repetido en la VI Asamblea de ETA a finales de 1971 entre las fracciones marxistas y nacionalistas, y posteriormente en las sucesivas asambleas de ETA. En esta ocasión los marxistas irían a parar al trotskismo y darían vida, al fusionarse con otros colectivos en general menos importantes, a L.C.R.-L.K.I. [Liga Comunista Revolucionaria] después EIA y Euskadiko Ezquerra; por su parte los nacionalistas seguirían evolucionando en la síntesis liberación nacional-liberación social (nacionalismo revolucionario le llaman ellos) y aunque la dirección de la organización (o al menos sus declaraciones ideológicas) sean ya siempre marcadamente marxistas-leninistas (a veces maoístas, a veces trotskistas, a veces netamente estalinistas) se nota una tendencia general hacia las zonas hoy heterogéneas de la "autonomía obrera" y unas claras simpatías por los objetivos y métodos comunistas libertarios y anarquistas en general (asambleísmo, auto organización, etc. de KAS y Herri Batasuna).
¿Hasta qué punto encuentra o puede encontrar el reto de ETA eco en Euskadi?
Es un gran interrogante de respuestas siempre hipotéticas dentro de la mayor o menor aproximación a la realidad objetiva. Nosotros pensamos que el apoyo popular a ETA depende de las épocas y coyunturas históricas, y constatamos que hoy en día va en aumento, estando en condiciones de afirmar por la simple observación (sin datos computables por estar obviamente fuera de la militancia de ETA y hasta abertzale) que ETA (militar) tiene en la actualidad una de las mejores organizaciones tanto específica como de apoyo logístico que haya tenido nunca. La decepción del parlamentarismo, el enorme paro -cifrado por encima de los 200.000 en Euskadi- que descansa en su mayor parte sobre los jóvenes sin su primer empleo, la enorme densidad demográfica y el ahogo subsiguiente del individuo por una especulación y planificación urbanística salvaje y caótica, la degradación ambiental y el problema grave ecológico general y nuclear en particular, la perdida rápida y acelerada en los últimos años del contacto con la naturaleza y el paso colectivo en pocas generaciones de vascos del trabajo rural (vida y cultura, etc.) a una sociedad superurbana e industrial... Aspectos todos ellos que la política reformista del Gran Capital no desea o no puede atacar con la urgencia que sería necesaria para "pacificar Euskadi”. Sin hablar de la cuestión nacional que pone los pelos de punta a los políticos españoles desde la izquierda y extrema izquierda hasta la extrema derecha y derecha ¡Antes una España roja o fascista, que rota! es un grito visceral y reaccionario que sigue sonando demasiado a menudo en los oídos de los vascos de a pie para desesperación y cultivo de las salidas individuales de tipo visceral en pro de la lucha armada más radical.
Por otro lado (citado por Cambio16) las cifras que dan diversas fuentes respecto a la militancia específica de ETA la hacen oscilar entre 60 y 120 militantes. Pero Iñaki Latierro, citado por el mismo semanario, secretario del Partido Comunista de Euskadi en Guipúzcoa (30/1/77), admitió francamente que la influencia de la extrema izquierda abertzale es prácticamente absoluta en los movimientos que calificó de "ciudadanos", tales como las, asociaciones de vecinos, gestoras pro-amnistía, etc. Y en medios del PCE y PSOE de Euskadi se estima, no sin pesimismo y contrariedad, que las Ideas independentistas revolucionarias de los izquierdistas abertzales podrían tener muy buena receptividad en un 18 a 20 por ciento de la población de Euskadi.
Un simpatizante de ETA afirmaba en Euskadi Norte recientemente (citado por Peru Erroteta en La Calle): "El pueblo ha perdido la confianza en sí mismo y en los partidos políticos, por eso sigue existiendo ETA". Desde nuestra perspectiva “esa pérdida de confianza del pueblo en sí mismo", nos parece enormemente peligrosa y objetivamente real. También la hemos podido leer en las declaraciones últimas de ETA. Así, ETA podría aparecer, si no lo es ya, como los justicieros de Euskadi, con todo el peligro de sustituismo de la acción popular que venía declarando sostener con su acción; la política vasca daría un giro, contra la autoemancipación de los trabajadores-ciudadanos vascos y para la misma ETA desvirtuada ya de su intento de línea de defensa de la autoorganización y autodefensa popular.
Pero en el comunicado de ETA sobre la ejecución del Sr. Portell, la propia organización define así su situación actual: "ETA mantiene hoy una coherencia y una unidad total dentro de su militancia y prueba de ello, mal que le pese al señor gobernador, es la propia capacidad militar de las acciones armadas. Es nuestra firme decisión incrementarla a todos los niveles, en tanto Euskadi no tenga un régimen de democracia que recoja los puntos mínimos contenidos en la alternativa táctica del K.A.S. (Coordinadora Abertzale Socialista)". (Ver anexo nº 1).
Declaraciones de ETA, que parecen coincidir con las efectuadas recientemente desde su cárcel italiana por el dirigente de las Brigadas Rojas Renato Curcio a la revista española Interviú: "La clase obrera no es un mito. El juicio del "proletariado condicionado", cuya consciencia es manipulada y alienada no puede tomarse en cuenta. Es un proletariado teleguiado, teledirigido...". "...La profundización de la crisis y el desarrollo de la lucha de clases podrán poner, a los actuales proletarios condicionados, frente a la realidad de sus intereses de clase y su juicio será entonces auténtico".
El mismo Renato Curcio, en la citada entrevista, matiza aún más su pensamiento: "Existen las condiciones y las fuerzas para transformar esta crisis en una revuelta histórica por el socialismo", "El socialismo no es inevitable pero es inevitable que toda la izquierda será llamada a definirse respecto a este combate".
¿Tienen razón los defensores de la lucha armada como única vía revolucionaria hacia el socialismo? En cualquier caso: ¿qué socialismo? Askatasuna ya ha comentado repetidamente en sus páginas aspectos de la línea política de ETA y criticado su dirigismo y autoritarismo marxista-leninista, así como la lucha por un Estado vasco que consideramos utópica y en última instancia negativa, así como la lucha armada aislada de la acción comunitaria de los trabajadores-ciudadanos que se convierte en elitista y genera burocracias dictatoriales y que en definitiva lleva el combate al terreno del enemigo, más poderoso, mejor dotado, etc. e imposible de vencer en su zona estratégica última: la militar... ¿Pero condenar a ETA? Hoy, ¿con la opresión y manipulación de que somos objeto por parte del poder? ETA puede ser y quizás lo sea ya, el último recurso de la desesperación de una fracción de un pueblo que prefiere morir luchando que malvivir oprimido y negado...
Ya lo decía mosén Xirinachs al diario vasco Egin (marzo-78). "La lucha armada en Euskadi, me la explico -y no lo tome nadie a mal- como una respuesta del inconsciente social vasco debido a la pervivencia hasta hace muy pocos siglos, de su modo económico y social pre-capitalista. Un inconsciente social más arraigado en Guipúzcoa, donde el capitalismo está menos concentrado, donde aún quedan restos del modo de vida tradicional, etc. Por ahí explico la respuesta militar, -emparentada con las luchas carlistas, sino en la ideología, sí en sus causas profundas- y por mucho que les pese a los madrileños, la encuentro muy sana. Es una lucha armada defensiva en el territorio propio, una violencia secundaria respondiendo a una violencia anterior. Sin embargo, considero que esta actitud es infantil y peligrosa en el momento actual". "Creo que la anexión de Euskadi al Estado español no es voluntaria sino forzada -lo confirman las últimas declaraciones de Gutiérrez Mellado- y que si algún pueblo tiene derecho a la autodeterminación, ese pueblo es Euskadi".
Como podemos constatar hoy, más de 200.000 votos de Herri Batasuna apoyan moralmente la lucha de los etarras y hacen difícilmente manipulable y recuperable por el sistema -incluso vía izquierdista- la acción anticapitalista de ETA.
¿A dónde va ETA?
Del modo más breve posible, dado el espacio disponible, vamos a dejar hablar a la propia organización vasca para aclarar este aspecto fundamental, por si no lo hemos dejado suficientemente esclarecido.
“ETA intentará existir y luchar del modo más adecuado hasta la creación de un estado socialista vasco, independiente, reunificado y euskaldun”. Esta es su estrategia, lo que motiva su existencia y su lucha a largo plazo.
ETA es consciente del problema planteado en Euskadi por los trabajadores emigrantes de la comunidad castellana, gallega y andaluza principalmente, y afirma luchar por su integración total a la comunidad vasca de pleno derecho si así es su voluntad, de lo contrario se trataría de elaborar un estatuto de minoría para esta comunidad emigrante basado en un profundo respeto mutuo.
En el último Zutik, revista de ETA, esta organización pone en claro, una vez más, sus propósitos con relación al Estado vasco por el cual lucha: "propone la destrucción del Estado burgués y su sustitución por un Estado de los trabajadores que permita a éstos terminar con los últimos residuos de poder político y económico de la clase burguesa".
"Cumplida esta tarea de transición socialista y desaparecidas las clases sociales, ETA considera que el Estado deja de tener sentido, pues se hace innecesaria su función coercitiva y represiva. Asumidas progresivamente por los trabajadores las labores administrativas y de gestión social, el Estado tendería pues a diluirse". Punto de vista, como se ve, clásico del marxismo-leninismo (El Estado y la Revolución).
"Un estado vasco independiente es hoy para nosotros el único marco posible para el ejercicio de la soberanía del pueblo vasco". Base programática fundamental del nacionalismo respecto a su idea de la "libertad" nacional de un pueblo, siempre ligada para ellos, a la posesión de un Estado propio. Pero al mismo tiempo se nota en la lectura de sus últimos textos políticos la influencia en su ideología marxista-leninista sobre el Estado y la dictadura del proletariado del debate del momento en Europa sobre estos aspectos fundamentales de las alternativas socialistas hoy en crisis. Intentan los nuevos ideólogos etarras "explicar" los aspectos generalmente más depasados y de mal efecto añadiendo: "La dictadura del proletariado no significa dictadura de un partido y menos aún dictadura de una fracción burocrática".
Y afirman respecto a la independencia: "Nosotros no deseamos ser un freno ("en el sentido de la integración política y económica de las naciones") a este proceso, sino por el contrario, perseguimos favorecerlo", "...una vez logrado el Estado vasco (como ejercicio de la soberanía nacional), que ha de buscar su lugar en el proceso de integración supranacional citado".
En un sentido de autocrítica, ETA reconoce que desde la muerte de Carrero su tesis de que la lucha armada tenía un carácter prioritario sobre la lucha de masas era un análisis idealista (citado por Idoyaga en Hoja del Lunes de Bilbao 20/3/78): "Nosotros somos partidarios del ejercicio de la supremacía política del proletariado, pero no podemos afirmar ex-cátedra que dicho predominio haya de imponerse por medio de un estallido violento y una prolongación represiva sobre la burguesía. Si a la clase obrera se le permite organizar y ejercer su voluntad libremente, la toma del poder por ella se realizará pacíficamente y paralelamente a su toma de conciencia. Su predomino se manifestará entonces simplemente en el ejercicio democrático del derecho de la mayoría a imponer su voluntad a la minoría".

ANEXO: (Documentos base para la negociación y el alto el fuego en Euskadi entre ETA y el gobierno reformista del capitalismo en el Estado español),
Anexo nº 1
Alternativa de KAS: (Aceptada por ETA como puntos mínimos)
Frente a la situación presente, KAS ha presentado y defendido la alternativa que a su parecer mejor recoge y defiende los intereses globales del pueblo trabajador vasco, y que esquemáticamente se podría concretar en:
- Amnistía total.
- Libertades democráticas plenas.
- Mejoras generalizadas en las condiciones de vida de los trabajadores.
- Retirada de las fuerzas represivas y fin de la represión.
- Auto-gobierno para Euskadi, basado en el Estatuto Nacional de Autonomía, con amplias atribuciones y el derecho de autodeterminación.
- Oficialidad del Euskera, gestión democrática de las ikastolas (escuelas) y defensa de su pluralismo ideológico, escuela pública euskaldun (vasca).
- Celebración inmediata de elecciones municipales.
- Constitución democrática avanzada.
Todas y cada una de estas medidas favorecen al pueblo y están en contra de los grandes privilegiados, por eso las presentamos, defendemos y hacemos públicas.
Nuestras condiciones son claras y sencillas.
Anexo nº 2
(Zutik nº 69 - Febrero 1978)
Programa a conseguir ETA
Marcarse como objetivos tácticos la independencia o la nacionalización de los medios de producción supondría una utopía por cuanto tales objetivos no son compartidos a la vez por un amplio sector popular y por cuanto exigen el triunfo total sobre las fuerzas armadas españolas, tarea imposible de cubrir a nivel táctico.
Pero consideramos que hay cuatro objetivos políticos que suponen, no sólo las condiciones mínimas para una convivencia democrática en Euskadi Sur, sino también las bases para progresar hacia la creación de un Estado Socialista Vasco Reunificado e Independiente:
- Amnistía total.
- Legalización de todos los partidos políticos, incluidos los independentistas sin necesidad de rebajar sus estatutos.
- Expulsión de Euskadi de la G.C., P.A. y C.G.P.
- Estatuto de Autonomía que cuando menos llene los siguientes requisitos:
- Entrada en vigor en las cuatro regiones históricas de Euskadi Sur a la vez.
- Reconocimiento de la Soberanía Nacional de Euskadi. Derecho a la autodeterminación incluido el derecho a la creación de un Estado propio e independiente.
- Reconocimiento de los lazos nacionales existentes entre Euskadi Norte y Euskadi Sur.
- El euskera lengua oficial prioritaria de Euskadi.
- Las fuerzas de defensa ciudadana que sustituyan a las actuales represivas, serán creadas por el Gobierno vasco y dependientes únicamente de él.
- Las fuerzas armadas acuarteladas en Euskadi estarán bajo control del Gobierno vasco.
- El Pueblo Vasco estará dotado de poderes suficientes como para dotarse en cada momento de las estructuras económicas que considere, social y políticamente, más convenientes para su progreso y bienestar.
Estos objetivos no sólo son negociables por la burguesía española a cambio del asentamiento de su programa de reforma en el resto del Estado, sino que son ya hoy asumidos por una gran mayoría de la población de Euskadi Sur.
ETA pues anuncia que este programa constituye las bases mínimas para un alto el fuego. Mientras estos objetivos no se logren continuaremos luchando en la medida de nuestras posibilidades. 

1 comentario:

OrrantiaTar dijo...

Gracias por recuperar el documento. En cuanto a vuestros 'fraternalmente libertarios' comentarios hechos de rumores malintencionados y te4giversadores... ¿que deciros?: ¡que la ideología (como religión salvifica) os muestre el camino hacia la felicidad!, eso como mínimo. Salud, de mientras.
askatasuna.libertad.orrantia
por si os resulta útil y saludable para conocer otros puntos de vista de "la verdad" historica de aquel entonces.

Mikel Orrantia Diez, "Tar" (Abril de 2013)