La Alcarria Obrera fue la cabecera más antigua de la prensa sindical en la provincia de Guadalajara en el siglo XX. Heredera del decimonónico Boletín de la Asociación Cooperativa de Obreros, comenzó a publicarse en 1906 y lo hizo ininterrumpidamente hasta que, en el año 1911, dejó paso a Juventud Obrera.

El odio de la burguesía y el terror al que fueron sometidas las clases populares provocaron su total destrucción: hoy no queda ni un sólo ejemplar de ese periódico obrero.

En 2007 recuperamos La Alcarria Obrera para difundir textos fundamentales y originales de la historia del proletariado militante, con especial dedicación al de Guadalajara, para que sirvan de recuerdo histórico y reflexión teórica sobre las bases ideológicas y las primeras luchas de los trabajadores en pos de su emancipación social.

24 de febrero de 2008

La CNT en el gobierno

Papel moneda del Consejo de Asturias y León, 1936 (Archivo La Alcarria Obrera)

La Guerra Civil española es, sin duda alguna, el acontecimiento central de la Historia de España en los dos últimos siglos. Con ella terminó un largo y tortuoso proceso de conciencia y organización de la clase trabajadora, que en 1939 vio frustrado su proceso emancipador, y se cerró el ciclo de reacción conservadora de una burguesía que, si fue progresista en el siglo XIX, se alineó con el fascismo en cuanto vio seriamente comprometidos sus intereses. Las causas de la derrota conjunta del proyecto de modernización del país de los republicanos y de revolución social de los anarcosindicalistas han sido causa de eterno debate; se suele cargar en el debe de la CNT este fracaso de la República por su intransigencia. Para desmentirlo, basta el presente comunicado emitido por el Comité Nacional de la CNT para explicar la entrada de cuatro ministros anarquistas en el gabinete de Francisco Largo Caballero, líder de la central obrera marxista, la UGT.

Exposición de motivos que han determinado nuestra intervención en el gobierno.
Con motivo de la incorporación de representantes de nuestra central sindical en el gobierno de la República, queremos hacer públicas las razones que han motivado esta determinación por nuestra parte.
Convencidos, desde el mismo primer instante en que comenzó la lucha contra el fascismo, de que el éxito de ésta dependía exclusivamente de la efectividad con que el proletariado realizase la unidad de acción, ha sido norma constante de nuestra sindical coordinar la magnitud de sus poderosos resortes de lucha con los de los demás sectores antifascistas. La prolongación de la lucha y el proceso revolucionario determinado por la misma, ya desde hace unos meses, exigen una participación directa de la CNT en la dirección política y administrativa del país para garantizar la seguridad del aplastamiento del fascismo y realizar la reconstrucción económica de la retaguardia. Atentos a esta realidad, propusimos públicamente a todos los Partidos políticos y Organizaciones obreras la creación del organismo nacional en que podrían coordinarse los esfuerzos de todos, el Consejo Nacional de Defensa, en el que marxistas y CNT se verían igualmente representados, además de los republicanos. A pesar de haber sido señalada como un gran acierto nuestra iniciativa por todos los sectores antifascistas, no obtuvo el asentimiento de los principales partidos políticos, dificultándose de este modo, por aquellos elementos, el camino de la solución que todos, sin embargo, deseábamos por igual.
La situación que se creaba por esta incomprensión de aquellos sectores y el firme convencimiento nuestro ya expuesto, nos han decidido, a pesar de que, por ser nosotros la primera y más numerosa fuerza antifascista del país, podríamos mantenernos en una posición de intransigencia, a dar las máximas facilidades para que la incorporación nuestra en el gobierno de la República no se demorase por más tiempo, y hemos llegado, en aras de este propósito, a reducir a cuatro el número de ministros de representación de la CNT en el gobierno.
Factor principalísimo de nuestra decisión es la delicada situación de algunos frentes de guerra, y muy principalmente los del Centro, donde el enemigo está ya a las puertas de Madrid, y por esto, en estos momentos de tan honda responsabilidad histórica, conscientes de la esperanza que al pueblo en general ha de llevar el hecho de que estemos presentes, y seguros de que este acontecimiento ha de ser la mejor garantía de que la lucha contra el fascismo será llevada por el sendero de la victoria, no hemos vacilado en hacer este sacrificio por el pueblo trabajador, al que nos debemos y por cuya causa luchamos.
A nuestros confederados de toda España, a todos nuestros Sindicatos y organismos. Instamos con esta declaración a que coordinen sus esfuerzos y movilicen todos sus resortes y actividades para asegurar la defensa de Madrid y su abastecimiento y la victoria sobre todos los frentes de guerra de España entera.
Que la entrada de la CNT en el gobierno marque la nueva época de la lucha decisiva contra el fascismo y alumbre la victoria.
El Comité Nacional. Madrid, 5 de noviembre de 1936

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