Bando del Gobernador Civil, Guadalajara, 28 de julio de 1936 (Archivo La Alcarria Obrera)
En mayo de 1937, con la excusa de unos oscuros incidentes en Barcelona, el Partido Comunista de España impuso en nuestro país en guerra la última línea política de la Internacional Comunista y de Iosif Stalin: comenzaron las purgas de anarquistas y trotskistas, que tan abnegadamente como el que más combatían al fascismo en el frente y la retaguardia. El POUM, un partido de la izquierda comunista, fue puesto fuera de la ley y sus militantes perseguidos y asesinados. La CNT, que había sido y era entonces la primera organización sindical del país, fue atacada, desvirtuadas sus colectividades, desmanteladas sus unidades militares y puesto bajo sospecha el conjunto del movimiento libertario. Mientras el PCE hablaba de unidad, se rompía el esfuerzo común antifascista, mientras hablaba de independencia se sometía a las directrices de Moscú, mientras hablaba de ganar la guerra sacaba beneficio político de la interesada ayuda soviética. Socialistas y republicanos, callando, otorgaban; su silencio cómplice les cubría de infamia.
Un manifiesto de Frente Popular
Al pueblo de Guadalajara y su provincia
Camaradas: Al constituirse el nuevo Gobierno, con representación de todos los Partidos Antifascistas, las organizaciones firmantes saludan en él al Gobierno que ha de llevar al pueblo español a la victoria definitiva sobre el fascismo nacional e internacional.
Después de diez meses de guerra, la fortaleza antifascista de las masas populares españolas ha quedado evidenciada con la solución de esta crisis. Hemos resistido, sin quebranto para nuestra fuerza, tanto en los frentes como en la retaguardia, provocaciones armadas de los trotskistas, incontrolables y agentes del fascismo internacional, que pudieron poner en peligro el triunfo de nuestras armas, derrumbando con su traición todo el esfuerzo heroico del pueblo. Hemos soportado y solucionado en beneficio de la situación, una crisis profunda. Hemos contenido una potente invasión criminal del capitalismo fascista. Todo ello demuestra que el vigor popular, lejos de amenguarse con las calamidades y los horrores de la guerra, se robustece cada día que transcurre, afirmándose cada vez más en el deseo de vencer. Y esta potencia popular del pueblo español, ratifica el criterio indomable que desde el primer día sostenemos: El pueblo español, curtido históricamente en todos los sacrificios, insobornable en su independencia y en la defensa de sus libertades, triunfará sobre sus enemigos de dentro y de fuera.
El triunfo ha de ser nuestro definitivamente. Pero para asegurarle, para aproximarle a nuestro deseo, acortando esta guerra brutal, en la que tantas vidas nuestras han sucumbido, cubriendo de gloria nuestra causa, se precisan una serie de medidas que marquen reciamente una auténtica política de guerra en lo que se refiere al Glorioso Ejército popular y sus operaciones y en lo que se refiere a la retaguardia, Industrias de guerra, Mando único en todo el país, depuración de los mandos militares y elevación de los jefes del pueblo brotados de sus mismas entrañas; sometimiento de los incontrolables; depuración efectiva, real, de las organizaciones, limpiándolas gubernativamente de cuantos elementos fueron hasta ayer enemigos de la República y hoy son Presidentes de Consejos municipales u ocupan otros cargos de responsabilidad a los que no tienen ningún derecho; respeto a la pequeña propiedad industrial, mercantil y agraria; en fin, cuantas disposiciones aseguren realmente una política de guerra, capaz de conducimos rápidamente al triunfo, venciendo cuantos obstáculos criminales intenten impedir el deseo legítimo del pueblo.
A esto viene el nuevo Gobierno, genuino representante de los partidos antifascistas. A dirigir el triunfo de nuestras armas por el camino de la Revolución popular democrática, trazando una política segura y firme, sin debilidades de ninguna clase, que nos lleve pronto a tal fin.
Por estar convencidos de ello las organizaciones firmantes, le prometemos nuestro calor, nuestro apoyo, nuestra leal adhesión por lo que representa y por lo que supone, y esperamos de todas las organizaciones políticas y sindicales y ciudadanos en general, idéntica conducta para con el Gobierno del Frente Popular, el Nuevo Gobierno de la victoria, que al comprometerse a no vacilar para vencer a los asesinos del pueblo trabajador y laborioso, nos ilumine el día cercano de nuestra España culta, próspera y feliz. Invitamos a todos los organismos, a todos los antifascistas, a que envíen su adhesión al Nuevo Gobierno, como demostración de que todo el pueblo antifascista está dispuesto a colaborar con él en la obra definitiva de aplastar al bárbaro fascismo invasor.
¡Viva el Glorioso Ejército del Pueblo!
¡Viva el Frente Popular!
¡Viva el Nuevo Gobierno de la Victoria!
Comité Provincial de Guadalajara del Partido Comunista (S. E. de la I. C.)
Federación Local de Sociedades Obreras (U. G. T.)
Agrupación Socialista
Izquierda Republicana
Juventudes Socialistas Unificadas
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